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Latinoamérica

La central obrera acusa a los empresarios de oportunistas
Marcha sindical rechazó receta del FMI para Chile

Miles de manifestantes de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT) marcharon en Santiago ayer miércoles, en una demostración de fuerza ante el patronato, que hizo suya una recomendación del Fondo Monetario Internacional para reducir salarios y liberalizar los despidos en medio del lento crecimiento económico del país.

 
"Nunca Chile había acumulado tanta riqueza, pero los beneficios se reparten entre los grupos económicos, las multinacionales y organismos financieros, todos coludidos", se sentenció en miles de panfletos lanzados durante la marcha.

"Levantamos la voz para rechazar el chantaje del Fondo y el oportunismo de los grandes empresarios nacionales", dijo el líder de la CUT, Arturo Martínez, tras encabezar la columna de más de 10 mil afiliados hasta la Plaza de Armas en el corazón santiaguino.
Piquetes policiales antimotines siguieron metro a metro el avance callejero de los sindicalistas, pero la marcha no registró incidentes.
Temprano, una bomba colocada por desconocidos en la Dirección Provincial del Trabajo destruyó por completo un baño destinado al uso del público, sin causar lesionados, después del estallido de varios petardos de ruido en un barrio obrero del oeste de la ciudad.
Ninguna organización reivindicó los atentados, que fueron repudiados por la dirección de la CUT y que el gobierno, que había advertido que emplearía 'mano dura' contra cualquier violentismo, denunció como actos criminales.
La marcha sindical mezcló las banderas de la CUT y los estandartes y consignas de los partidos izquierdistas oficialistas y de la oposición, grupos radicales, estudiantes y etnias indígenas.
"Nunca Chile había acumulado tanta riqueza, pero los beneficios se reparten entre los grupos económicos, las multinacionales y organismos financieros, todos coludidos", se sentenció en miles de panfletos lanzados durante la marcha.
La llamada "flexibilización" de la legislación laboral reivindicada ahora por el empresariado chileno, la recomendó el FMI en julio, en un informe elogioso para las políticas del país, que hasta ahora soporta con éxito la persistencia de signos recesivos en las economías industrializadas del mundo y el contagio de las crisis de Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina.
Sin embargo, en vísperas del acto de la CUT, el gobierno del presidente Ricardo Lagos descartó que fuera a auspiciar una enmienda legislativa para restringir las actuales garantías laborales, a menos que los sindicatos y los patrones alcancen un consenso.
Asimismo, la oficialista centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia advirtió que no apoyaría un eventual proyecto de ley sobre el tema.
"Rechazarlo (el proyecto de flexibilización) sólo porque fue propuesto por el FMI me parece no sólo un infantilismo, sino una estupidez", dijo el empresario y político derechista Sebastián Piñera.
Piñera había evocado antes las normas vigentes en Estados Unidos, que permiten el inmediato reemplazo de trabajadores huelguistas y la libertad para despedir sin mayor trámite por necesidades de la empresa.
Los gremios patronales chilenos también propusieron fijar un sueldo reducido para los trabajadores jóvenes, por debajo del actual mínimo legal de poco más de 180 dólares mensuales.
La empresarial Confederación de la Producción y el Comercio dijo que el cambio salarial permitiría más contrataciones y la reducción del desempleo, que hoy afecta a unas 550 mil personas (casi 10%).
La economía chilena debía crecer en 2002 más de 3%, pero el Banco Central advirtió esta semana que en setiembre revisaría a la baja la previsión.
Pese a su estabilidad política y social, la fortaleza de sus cuentas fiscales y de sus reservas, Chile sufre los efectos de la poca inversión interna, caídas de los precios del embarque nacional y el débil flujo de capital extranjero, en un panorama de incertidumbre regional por las crisis brasileña y argentina y el retardo de la reactivación en Estados Unidos, Europa y Asia, pronosticada inicialmente para este año.