MONTEVIDEO, agosto 1.— La policía uruguaya aumentó este jueves los patrullajes en algunas zonas del país luego de los saqueos a almacenes, pequeños supermercados, autoservicios y otros comercios de venta de comestibles de Montevideo por personas que fundamentalmente se llevaron alimentos y artículos de aseo personal.
Según radioemisoras locales citadas por Notimex, la policía decretó "alerta máxima" para algunos barrios, al producirse el primer saqueo en La Aguada y poco después se extendían al menos a otras 13 instalaciones, la mayoría en el barrio Borro —una zona donde viven familias de muy escasos recursos— y también a las populosas regiones del Cerro, Colón y Malván.
El ministro del Interior, Guillermo Stirling, no dudó en afirmar que se trató de acciones "premeditadas y organizadas", aunque dijo no disponer de elementos para identificar a los responsables.
Expresó también que estos actos son obra "de un grupo de ciudadanos perfectamente organizados que está procurando desestabilizar a la sociedad uruguaya invocando necesidades y la falta de alimentos", señaló ANSA.
Stirling dijo que fue "importante" el número de detenidos y puso de relieve ante los periodistas lo que calificó como "particular agresividad" que mostraron los saqueadores, pues hasta el jefe de Policía de Montevideo, Nelsi Bobadilla, sufrió algunas contusiones.
El subsecretario del Interior, Daniel Borrelli, añadió por su parte, que "se pretende provocar el caos", precisamente "en estos días en que el país está tan tenso", debido a la crisis financiera y al feriado bancario que se extenderá hasta este viernes inclusive, el que ha sido decretado para detener la fuga de dólares del Banco Central y la salida de depósitos de la banca local, según reportaban las agencias de prensa.
La situación en Uruguay tiende a agravarse y se inserta en las perspectivas "inquietantes" de América Latina, que fueron advertidas por la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), cuando anunció este jueves en Santiago de Chile que el PIB de los países de la región caerá este año 0.8 por ciento, dice AFP.
El estudio sobre la Situación y Perspectivas de América Latina, preparado por la CEPAL, asegura que "no deja de ser inquietante que, más allá de la situación coyuntural se instale en la región un clima económico de bajo crecimiento, deterioradas condiciones internas y precarias perspectivas futuras".