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Latinoamérica

22 de junio del 2002

Ecuador: Ambientalistas italianos ocupan sede de Agip Oil

Kintto Lucas Quito, 19 jun (IPS)

Ambientalistas y diputados italianos ocuparon este miércoles la sede de la compañía petrolera italiana Agip Oil en Quito, en protesta por su participación en la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
Los activistas ingresaron pacíficamente a la oficina de Agip, filial del estatal Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), y desplegaron una gran pancarta contra el proyecto, que procura transportar petróleo desde la región oriental de la Amazonia hasta los puertos sobre el océano Pacífico.
La protesta fue respaldada por la organización ambientalista ecuatoriana Acción Ecológica y por la Confederación de Organizaciones Indígenas del Ecuador (Conaie).
La ocupación forma parte de una caravana que organizaciones ambientalistas italianas llevan a cabo contra grandes proyectos petroleros en América Latina, que ya recorrió la vecina Colombia para oponerse a la extracción de crudo en territorio de los indígenas uwas.
Mientras tanto, a 40 kilómetros de la ciudad de Lago Agrio, capital de la nororiental provincia de Sucumbíos, 130 campesinos paralizaron las obras del OCP, para exigir indemnizaciones por la utilización de sus terrenos y denunciar "las agresiones de los guardias de OCP Limited a quienes se oponen a la obra".
Unas 40 comunidades de indígenas, campesinos y pescadores se verán afectados por el oloeducto de 600 kilómetros, por el que el gobierno espera transportar 450.000 barriles de petróleo por día.
La campaña italiana contra el OCP se puso en marcha a fines de enero, durante el segundo Foro Social Mundial celebrado en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Más de 20 organizaciones no gubernamentales auspiciaron la caravana, que se suma a una campaña ecuatoriana e internacional de varios años contra el proyecto.
En Ecuador los ecologistas italianos recorrieron la ruta del oleoducto, visitaron comunidades que serán afectadas por su trazado, se entrevistaron con alcaldes y líderes locales y recogieron evidencias de la contaminación petrolera en Sucumbíos.
La diputada Luana Zanella, del Partido Verde de Italia, sostuvo que las condiciones de la obra "son mucho peores" que lo que imaginaba.
"La construcción no cumple mínimas normas ambientales, por eso ni siquiera el Banco Mundial la acepta", afirmó Zanella.
El consorcio constructor OCP Limited está integrado por las compañías Agip Oil, Alberta Energy, de Canadá, Repsol-YPF, de España, Kerr McGee y Occidental Petroleum, de Estados Unidos, y Techint, de Argentina.
Este tipo de planes que afectan la vida de varias comunidades y la fauna de extensos territorios nunca sería permitido en Italia, dijo Zanella.
La legisladora reclamó a Agip Oil y a Banca Nazionale del Lavoro, el banco italiano que participa en la financiación del oleoducto, que se retiren del proyecto.
"No se puede permitir que una empresa y un banco italianos estén involucrados en un plan que destruirá la vida en Ecuador o en cualquier otra parte", dijo la diputada.
La delegación está encabezada por Giuseppe De Marzo, responsable para América Latina de la italiana Federación de los Verdes y del no gubernamental Observatorio Permanente del ENI.
El Observatorio controla las actividades del ENI, que participa indirectamente en la construcción del OCP a través de su filial Agip Oil.
Esta empresa ya fue acusada de promover contratos abusivos con pueblos indígenas en zonas donde pretende explotar petróleo.
Según un convenio firmado en marzo de 2001, líderes de la etnia huaorani dieron facilidades a Agip para que construyera una plataforma petrolera, tendiera un ramal del oleoducto y extrajera crudo en la oriental provincia de Pastaza.
La firma se comprometió a cambio a entregar a los indígenas 50 kilogramos de arroz y 50 de azúcar, dos cubos de grasa, una bolsa de sal, un pito para juez de fútbol, dos balones de fútbol, 15 platos, 15 tazas, y un mueble botiquín con 200 dólares en medicinas para cada una de las seis comunidades huaorani.
El acuerdo incluyó un curso para promotores de salud, una radio, una batería, un panel solar y 3.500 dólares para la construcción de un aula escolar.
En virtud del contrato, los huaorani "reconocen y aceptan" su responsabilidad por cualquier omisión en la ejecución del acuerdo, así como por accidentes, daños a terceros, afectación del medio ambiente o cualquier otro tipo de responsabilidad.
La compañía "estará libre de cualquier responsabilidad relacionada con las actividades motivo de este acuerdo", establece el texto.
"El petróleo alimenta la guerra por el poder. Detrás de los megaproyectos petroleros viene la militarización y la violencia con las armas", apuntó De Marzo.
A fines de mayo ambientalistas de varios países protestaron frente a la sede de ENI en Roma contra el oleoducto.
Un portavoz de ENI aseguró que su participación en el oleoducto es de 7,5 por ciento y que la obra utiliza sistemas modernos y respetuosos del ambiente.
El 26 de marzo 17 ambientalistas de Greenpeace y Acción Ecológica que se encadenaron a los árboles en la reserva ecológica de Mindo-Nambillo para impedir el inicio de las obras, fueron detenidos por fuerzas especiales de la policía.
La reserva, ubicada a 50 kilómetros de Quito, forma parte de una región única de la selva húmeda, conocida como Chocó Andino, que se extiende hasta Colombia y es considerada uno santuario mundial de diversidad de aves.
El ministro de Energía y Minas, Pablo Terán, acusó a los activistas de ser "ecologistas extremistas" que se oponen al progreso.
La movilización también llegó a Alemania para impedir que el banco Westdeutsche Landesbank (WestLB) aporte 900 millones de dólares para financiar el OCP.
El gobierno del occidental estado alemán de Renania del Norte/Westfalia, propietario de 43 por ciento de las acciones del banco, dejó en suspenso el financiamiento mientras analiza el impacto ambiental del oleoducto.