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11 de julio del 2002
Telecom de Colombia en la mira de Ericsson
Buscando la ganancia mayor, sea como sea
Dick Emanuelsson
Liberacin
Ericsson es la empresa que en Colombia lidera el mercado del sector de
las telecomunicaciones y unida a otras multinacionales, le exige ahora a la
compañía estatal Telecom el pago de 600 millones de dólares
por concepto de líneas instaladas en todo el país.
El presidente Andrés Pastrana, lejos de defender los intereses colombianos
bajó la cabeza ante la multimillonaria demanda y cedió ya en favor
de unas de las multinacionales que junto con Ericsson presentaron la demanda.
Se trata de la norteamericana Nortel que pretende se le pague unos 240 millones
de dólares. Pastrana parece haber cedido frente a las presiones un emisario
del Departamento de Comercio Exterior de EE.UU. que llegó a Bogotá
y amenazó con retirarle a Colombia el trato preferencial en el mercado
norteamericano, cuando él y su ministro de Hacienda prometieron saldar
la deuda aun tomando honerosos préstamos en el mercado financiero internacional.
En 1993, las empresas Ericsson, Nortel, Siemens, Alcatel, Nec y Itochu firmaron
un contrato con Telecom -que no contaba con capitales- para instalar 1,2 millones
de líneas fijas en todo el país, que ampliaron las redes nacionales
de telecomunicaciones.
El sindicato de los trabajadores de Telecom se opone a que esta supuesta deuda
se reconozca y se pague por parte del Estado, porque el contrato estipulaba
que los riesgos del negocio serían compartidos por las partes.
El caso es que Telecom no ha alcanzado a vender todas las líneas instaladas
y Fredrik Ambjörn, gerente de Ericsson en Colombia sostiene que: "Quizá
Telecom o el gobierno fueron demasiado optimistas, porque no vendieron tantas
líneas como habían calculado" y agrega que con grandes dudas entraron
en el proyecto porque, Telecom les dio garantías.
¿Sobreprecio?
El precio en el mercado internacional por cada línea instalada estaba
por entonces entre los 350 y 400 dólares, y Telecom ha pagado hasta ahora
por unidad 1.800 dólares, es decir un sobreprecio de entre 400-500% más
del valor original, según voceros de la Contraloría General de
la República y del sindicato USTC. Pero según Ambjörn, el
proyecto de riesgo compartido limitaba a Ericsson a construir sólo las
líneas mientras que Telecom se encargaba de venderlas y operarlas. El
contrato podría asemejarse a un negocio de "leasing": Usted arrienda
un auto y lo paga en 36 meses, finalmente lo compra por una suma acordada y
es dueño del coche. Según lo convenido en el contrato entre Telecom
y las multinacionales, el tiempo de este "leasing" era de siete años
y Telecom al final debía pagar 600 millones de dólares para el
"rescate de valores" y esa es la suma que ahora se le exige.
Para los empleados y funcionarios de Telecom agremiados en USTC la visión
que tienen del entredicho es diferente: "Telecom hizo un contrato de asociación
supuestamente a riesgos compartidos. Pero en la práctica las multinacionales
no quieren asumir ningún riesgo. El negocio era compartir las ganancias,
pero también en caso de dificultades compartir las pérdidas. Y
como el país entró en crisis los resultados no fueron los que
se esperaban. Ahora un fallo del Consejo de Estado ante una demanda interpuesta
por Ericsson, le ordena a Telecom que pague. Para las "seis" compañías
eran utilidades compartidas en un negocio de riesgo compartido. Es absurdo todo
esto, porque esa exigencia viola el artículo 37 del acuerdo donde se
establece que los riesgos deben ser compartidos. Para las multinacionales el
riesgo y las pérdidas sólo son de Telecom. Aunque respetamos el
fallo no estamos de acuerdo en que se pague esa suma multimillonaria" dice Rafael
Valdovini de USTC.
Para los sindicatos es el futuro de Telecom el que está en peligro, dado
que no han faltado políticos y representantes del gobierno como la propia
ministro de Comunicación Angela Montoya, que pidió al nuevo gobierno
que asume el próximo 7 de agosto, de que se estudie la viabilidad financiera
de la empresa para iniciar un proceso de liquidación.
Ericsson recibió ayuda del Estado sueco para el proyecto con Telecom
Fueron los ex-presidentes César Gaviria (1990-1994) y Ernesto Samper
(1994-1998) quienes emprendieron el plan para aumentar las líneas de
telecomunicaciones de 5,5 a 18 líneas por 100 personas, alrededor de
un total de 1,2 millones.
Como Telecom no tenía el capital suficiente para el proyecto se decide
concertar un "joint venture" con las seis multinacionales, es decir un negocio
de riesgo compartido.
Si bien el gerente de la Ericsson en Colombia no quiso precisarnos en cuanto
quedó fijado finalmente el precio para la instalación de unas
110. 000 líneas en Bogotá, después de varios contactos
y correspondencias que mantuvimos con organismos oficiales suecos, pudimos saber
que el contrato firmado entre Ericsson y Telecom era de un monto de 98 millones
de dólares. Y también de que el Estado sueco a través de
la EKN (Comisión de Garantía de Créditos) le aportó
a Ericsson garantías por una suma de 38,7 millones de dólares.