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Latinoamérica

4 de junio del 2002

Con errores y precipitado, el desmentido de la Secretaría de Gobernación al Informe 2002, considera Amnistía Internacional
Para el secretario de la organización en México lo único objetivo son las violaciones

Carolina Gómez Mena, La Jornada

Christian Rojas Rojas, director de Amnistía Internacional (AI) sección México, consideró que la carta que envió el gobierno mexicano a la organización en respuesta al reciente informe presentado "tiene algunos errores", quizás -sugirió- porque fue producto de una reacción "precipitada, algo que es propio de las nuevas administraciones". Añadió que derivado de la prisa con que se quiso responder, ni siquiera se reparó en que si no se incluyeron las recientes excarcelaciones es porque el informe es 2001 y no 2002.
No obstante lo anterior, AI "acepta la crítica", pero no comparte la opinión del gobierno mexicano, respecto a dudar de la objetividad con que se elaboró el informe, más aun cuando "está respaldada por 40 años de trabajo en defensa de los derechos humanos".
En torno al contenido del comunicado de la Secretaría de Gobernación (SG), y en especial sobre la duda de la objetividad de AI, Rojas señaló que para el organismo internacional es "importante" hacer saber al gobierno mexicano que "lo único objetivo son los casos de violaciones a los derechos humanos. Si detrás de cada caso hay una investigación seria, una resolución, pues bienvenida la objetividad, no sólo para AI, sino también para los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de las violaciones de los derechos humanos".
Subrayó que en materia de defensa de las garantías individuales lo importante no es entablar una discusión "sobre quién tiene la verdad absoluta", la cuestión -dijo- es remitirse a los casos, "si están resueltos, ya se identificó a las víctimas y procesados los que violaron los derechos humanos, bienvenida la objetividad".
Dejó en claro que para AI el debate de la objetividad o la carencia de ella sale sobrando, porque "ha recopilado información de sus visitas a México conjuntada con la que proporcionan las organizaciones civiles, y todos los datos puestos en el informe están suficientemente documentados, tienen todos los antecedentes y los podemos proporcionar, si alguien lo solicita".
Asimismo, refirió que si la supuesta falta de objetividad que detectó el gobierno mexicano se relaciona con la omisión de las recientes liberaciones de presos políticos, eso es sólo producto de que los informes se cierran cada año.
"Agradecemos (al gobierno) que nos enviara la información actualizándonos con lo de 2002, pero eso aparecerá en el 2003, y si el general (Francisco) Gallardo salió en el 2002, no lo puede incluir", ironizó.
Luego de resaltar que AI trabaja bajo criterios internacionales respecto a desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, entre otros, Rojas Rojas dijo que para verificar o rechazar la objetividad del informe lo que se debe hacer es "tan sencillo como tomar el documento y constatar si eso que aparece ahí es cierto o falso, y luego preguntar si las víctimas han sido reparadas en los daños, pero cuando hablamos de objetividad sobre el trabajo de AI, muy en el fondo es preguntarse si las víctimas en México tienen en algunos momentos facilidad de resarcir sus daños".
Consideró que antes de calificar, el gobierno mexicano debe abocarse a atender las recomendaciones, "no sólo de AI, si no también las de la relatora de la ONU", que en el documento se expresan, y hacer que éstas se apliquen en los "tres niveles de gobierno y en los tres poderes".
Destacó que antes de deshacerse en debates el Estado mexicano debe analizar "cómo responde a las violaciones de derechos humanos, qué políticas públicas establece para que no se repitan y cuánta coherencia" hay entre lo que se dice y lo que se hace en este ámbito.
A decir del funcionario de AI, efectivamente "hay avances", y aseguró que esos se verán reflejados en el informe 2003 y agregó que no se buscan enfrentamientos con los gobiernos al emitir opiniones en materia del tratamiento de las garantías individuales, sino coadyuvar a que las violaciones a éstos acaben.
Invitó a la actual administración a "valorar el informe, en su justa dimensión, y percibir que junto con la crítica hay un compromiso de poner remedio a las violaciones, que es el fondo, que es lo que busca la organización. Nosotros no criticamos al gobierno del presidente (Vicente) Fox ni a un funcionario en particular, si no que al contrario, los informes son para ayudar al trabajo, además no estamos para avalar los problemas, no estamos para siempre felicitar a los gobiernos, si no para que ellos pongan a quienes cometieron los abusos tras las rejas".
Si lo anterior sucede en México -indicó- "en cinco años podremos decir que México está a la vanguardia, que procesa a quienes cometen las violaciones, que tiene una legislación acorde con los niveles internacionales" en el rubro.