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25 de julio del 2002
Entrevista a Marta Harnecker en Mérida, Venezuela
El 11-A el pueblo vio quién es quién
José Sant Roz
El auditorio del Centro Cultural Tulio Febres Cordero estaba a reventar.
Campesinos venidos de todos los municipios del Estado Mérida querían
ver y oír a Marta Harnecker. ¿Qué conocían de esta legendaria
mujer? Casi nada; seguramente la mayoría de ellos no sabía nada
de Martha sino que había entrevistado al Presidente de la República
y eso para ellos era más que suficiente. Llegaban estos campesinos eufóricos,
llenos de fe y deseosos de conocer algo más sobre la Ley de Tierras y
la experiencia sobre los programas de este tema en el Brasil. Mientras esperaban
que el acto diera inicio cantaban, lanzaban consignas revolucionarias y aplaudían.
En el gran estrado se veía a una mujer delgada de pelo blanco y corto,
de tipo europeo, de lentes, que tomaba notas. De vez en cuando miraba hacia
el público y sonreía, como agradeciendo el afecto que ella despertaba.
Muchos con gran respeto la llamaban profesora, y ella pedía: "Llámenme
solo Marta". Cuando el presentador dijo su nombre todo el público se
puso de pie y estalló en enérgicos aplausos. Estaban a su lado
el Gobernador Florencio Porras y el Secretario General Luis Martín, además
del diputado Carlos León.
Marta Harnecker había tenido ese día martes 16 de julio una apretadísima
agenda recorriendo varios pueblos. Había llegado en la mañana
y luego de recorrer aldeas y pueblos vecinos, por la tarde asistió a
un programa de radio, a uno de televisión y posteriormente conversó
en el salón Amarillo de la Gobernación con algunos dirigentes
agrarios y pequeños productores del campo. Ya el día miércoles
debía estar nuevamente en Caracas, seguramente para continuar en la elaboración
de su libro sobre el Presidente Hugo Chávez. Yo veía con dificultad
que me pudiera dar una entrevista para "La Razón", pero en un momento
en que conversaba con unos campesinos me incluí en el grupo micrófono
en mano. Es una mujer extraordinariamente amable y dulce, de una fuerte personalidad.
Uno se siente a su lado como si la conociera de siempre y es por su manera franca
y amigable por lo que en ocasiones me permití respetuosamente tutearla.
Habla pausado, y a veces con el tono de voz bajo que hay que acercársele
para oírle bien. Una intelectual de una sola pieza, enteramente comprometida
con las luchas de los pueblos del tercer mundo. Llevaba conmigo uno de sus libros
sobre el marxismo "Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico"
(Siglo Veintiuno Editores), con prólogo de Louis Althusser, de año
de 1974, el cual correspondía a la edición número 25, para
que me lo firmara. Pero no había tiempo ni para eso. Preferí hacerle
algunas preguntas antes de que me la fueran a requerir para otros compromisos.
Quizá Martha no se sintiera tan cómoda conmigo viendo que era
profesor de la ULA, un intelectual, y no un campesino como casi todos los que
en aquel momento estaban ocupando el salón Amarillo de la Gobernación.
Pero fue bondadosa y accedió a conversar un rato. Me preguntó
para qué periódico trabajaba, le dije que para "La Razón".
Deduje que seguramente estaba siguiendo con atención cuanto reflejan
los medios de comunicación del proceso revolucionario que lidera Chávez.
Esta es una constante de todos los estudiosos de este proceso: Seguir paso a
paso lo que dice los medios de comunicación. En este sentido Venezuela
se está convirtiendo en un gran laboratorio de investigación social.
Me iba a dar cuenta también de que Martha Harnecker está muy bien
enterada de cuanto está sucediendo en el país, quizá mucho
más informada de lo que estoy yo.
- Usted estuvo estudiando con Althusser. ¿Cuál es realmente su especialidad?
- Yo estuve estudiando tres años y medio con Althusser, y después
volví a Chile poco antes del periodo de Allende. Llegué en un
momento en que en la Universidad de Santiago de Chile se había hecho
la reforma universitaria. Yo no tenía un título, yo soy sicóloga
de formación.
- ¿Por qué se dedicó al estudio del marxismo?
- Me interesó desde mi posición militante. Yo llegué a
Chile como traductora de francés, pero como se había hecho la
reforma universitaria me propusieron participar en los primeros programas de
marxismo, porque había escrito ese libro que ustedes conocen (el mismo
que yo llevaba en mi carpeta).
- Entonces consigues plaza en la universidad de Chile.
- Así es. Comencé a dar clases y así estuve durante año
y medio. Vino el triunfo de Allende y me propusieron que dirigiera una revista
política, la revista "Chile Hoy", semanal y la única de Izquierda
que había. Me apasionó el periodismo y la verdad es que había
poco tiempo para seguir haciendo clases. Yo daba clases más bien para
obreros y campesinos en el Partido Socialista donde milité, y la universidad
la dejé. No tenía tiempo para atender tantas cosas.
- ¿Cuándo se da el Golpe contra Allende, dónde te encontrabas?
- Yo estaba dirigiendo la revista.
- ¿Fue una tremenda sorpresa cuando Pinochet se quita la careta?
- Nosotros habíamos anunciado con tres semanas de antelación en
la revista que se estaba preparando el Golpe; habíamos recibido visitas
de altos Generales de las Fuerzas Aéreas amenazándonos, diciéndonos
que lo que habíamos publicado todo era falso. Entonces teníamos
algunas medidas de seguridad en caso de que se diera el Golpe pero nunca imaginamos
que se trataba de un Golpe fascista. Pensamos que era un Golpe blanco, suave,
y que íbamos a seguir publicando la revista.
- ¿Estaban ustedes preparados para afrontar la magnitud de aquellos hechos?
- En Chile había un esfuerzo de preparación popular para enfrentar
el Golpe. Había organización en los cordones industriales que
eran los sectores más combativos de la Clase Obrera. Había hasta
producción de algunas armas, hasta unas tanquetas se producían
en ciertas fábricas para defender al gobierno de Allende. Lo que pasa
es que como siempre la Derecha entró en una ofensiva. Los militares eran
neutralizables, no estaban en el proceso salvo unos pocos, entonces vino una
presión de los mismos sectores militares para desarmar al pueblo.
Se estableció una ley, una norma que se requisaban las armas, acción
que se llevo a cabo durante los últimos meses: Una búsqueda de
armas en los sectores populares. Por otra parte se dio lo que nosotros llamamos
un Golpe dentro del Golpe: Los sectores militares que eran partidarios de Allende
fueron descabezados, tomados presos antes de dar el Golpe. Y claro, hubo el
engaño de Pinochet que estuvo allí participando en las reuniones
donde planeaba la defensa, un poco de lo que pasó acá, ¿no? Nadie
pensaba que Pinochet iba a ser un traidor.
- ¿Cuál fue entonces la estrategia de la Izquierda?
- Bueno, me referiré a la estrategia del sector del MIR, que era el más
radicalizado y el más dispuesto a enfrentarse al Golpe que viniera. Esta
estrategia era esperar ver qué regimientos se iban a levantar en defensa
de Allende y entonces tratar de fortalecer estos puntos. Como no hubo levantamiento
de ningún regimiento nos quedamos con obreros en las fábricas.
Pero imagínate, las fábricas eran muy fácil de rodear,
y a ellas llegó el ejército y hubo muchas muertes porque teníamos
dirigentes obreros muy combativos.
- En Venezuela el tema del Golpe contra Allende ha adquirido una gran actualidad.
Tú ves como los rumores sobre un Golpe no cesan. ¿Cómo ves nuestra
situación política?
- He seguido los acontecimientos muy de cerca sobre todo porque estoy entrevistando
al Presidente. Ya he conversado alrededor de diez horas con él, y ya
publiqué una parte de ese libro que se llama "Los Militares en el Proceso
Bolivariano". En este libro el Presidente señala las diferencias entre
la Unidad Popular en Chile y el proceso que se está dando aquí
en Venezuela. Yo creo que él tiene razón cuando dice que el de
Venezuela no es un proceso desarmado como lo fue el de Chile.
- Pero ya ve usted que casi consiguen lo mismo que se le hizo a Allende.
- Claro, en un momento cuando se dio Golpe hubo quienes dijeron: "Ven. Teníamos
razón. Ahí están los militares.". Lo que pasa es que los
militares acá, quizá por lo que se ha vivido en estos años,
por esfuerzo de la organización del MBR-200, desde muchos antes, ¿no
es cierto?, hace que dentro del ejército se den las contradicciones que
se dan en la sociedad. Por supuesto que hay una elite que está con los
sectores de la burguesía, pero la mayoría está con el proceso.
Y creo yo que si no se logró un Golpe exitoso el 11 de abril que tomó
por sorpresa al gobierno, mucho menos se va a dar en el futuro. Por lo que me
cuenta el Presidente el Golpe sirvió para alertar, sirvió para
organizar, sirvió, para una cosa que me parece muy importante: Para que
el pueblo aprendiera. Lenín decía que los procesos revolucionarios,
las luchas intensas, los choques sociales, hacen que la gente se desenmascare.
Yo creo que el 11-A el pueblo vio quién era quien. Evidentemente si tú
hablas de democracia pero apareces como golpista, el pueblo más nunca
te va a creer, ¿no es cierto?
EL PAPEL DE LOS MOTORIZADOS EN LA RESISTENCIA
- ¿Entonces el 11-A produjo un proceso de maduración en el pueblo?
- Sí, un proceso de maduración política muy grande, y el
pueblo ha sentido la necesidad de organizarse, y eso era un punto muy débil.
Todavía sigue siendo una gran tarea por acometer pero ya se está
trabajando en ese sentido. La otra cosa que me explicaba el Presidente es la
debilidad de comunicación que se tiene, de establecer los enlaces entre
él y los regimientos. O entre los regimientos y los barrios. Todo eso
hoy día está afinado. Ya hoy se ha pensado en soluciones si pasa
esto, lo otro, aquello. Es decir que hay un estudio de alternativas, y una cosa
que me parece bien interesante, como yo tengo alma de periodista también,
es el terror que han tenido, creo que el único país de América
Latina, con los que ustedes llaman los motorizados.
- Ah, mire, qué interesante. ¿Quién iba a creer que los motorizados
estén jugando un papel tan clave, tan esencial?
- Los motorizados sirvieron de comunicación y constituyeron, y constituyen,
un sector muy importante para la resistencia. Yo quiero hacer un reportaje sobre
este sector. Me cuentan de que antes del Golpe ya ellos tenían una organización
solidaria. Una política que se definió por el lado de los sectores
populares. Bueno, tenemos mucho qué aprender de este proceso. Y yo, te
digo, estoy muy tranquila porque no creo que haya otro Golpe militar. Intentarán,
pero no van triunfar. Me preocupa sí, la situación económica.
Lo que me permitió considerar que el punto de la economía es de
lo más sensible en la actual situación cuando FEDECÁRAMARAS
lleva adelante una política de franco saboteo al gobierno. La cadena
productiva empresarial importadoras y fabricantes de materia prima han reducido
al cincuenta por ciento su capacidad productiva.
Lo mismo han hecho con los suministros de insumos a otros empresas productoras
de bienes de consumos finales. Hay que recordar que esta fue la misma política
de la burguesía chilena y de las empresas transnacionales como la ITT
de Estado Unidos cuando se propusieron derrocar el gobierno de la Unidad Popular
de Allende el 13 de septiembre de 1973.
¿Y LO DEL MAGNICIDIO?
- ¿Y lo del magnicidio, que es una salida que han venido rumiando los enemigos
del Presidente desde que llegó a Miraflores?
- Claro, por supuesto. Pero, te voy a decir, me preocupa porque Chávez
es un tipo excepcional realmente. Es un líder con una gran sensibilidad
social, mira: como yo he visto un poco la historia, es decir, he estado leyendo,
y bueno, conozco al personaje desde que estuve haciendo unos reportajes acá
en el 92, 93, uno ve que él en muchos momentos estuvo bastante solo con
sus ideas. Lo encontraban loco, o sea, eso era como una especie de utopía
lo que estaba planteando. Bueno, yo leí el libro de Agustín Blanco
Muñoz "Habla el Comandante Hugo Chávez Frías", y ahí
evidentemente el entrevistador se nota muy escéptico frente a los planteamientos
de Chávez. Sin embargo la historia demostró que eso que decía
Chávez era posible y que el Poder Constituyente por el cual él
abogó desde antes de la Rebelión del 92, bueno, se ha ido dando.
El poder Constituyente surge como respuesta al 11-A que parece que nadie esperaba.
- ¿Entonces Chávez sí apuesta a eso?
- Claro. Y además él sabe dónde está la fuerza.
Y que sabe que hay que organizarla. Como la gente cree en él yo pienso
que es muy importante que un gobernante sintonice y que su mensaje sea organizativo.
Que no sea, "acéptenme como Mesías Salvador.". No la idea de él
es más bien: "Yo no puedo si ustedes no se organizan.". Ese es un poco
el mensaje de Chávez hoy.
- ¿Y sobre el magnicidio, perdone que insista?
- Lo que yo creo que pueda detener ese magnicidio, porque siempre hay unos locos
y por lo tanto hay que cuidarlo mucho, es el caos que se produciría en
este país si se asesinara a Chávez. Evidentemente que ahí
sí sería incontrolable el odio y la venganza. Yo entonces creo
que los primero perdedores serían los grupos privilegiados de este país,
por que el pueblo qué tiene que perder frente a un proceso en el que
muere Chávez. Perdió a su líder y por lo tanto está
dispuesto a cualquier cosa, si es que llega a suceder eso, que espero no llegue
a suceder nunca.
- Pero también nos preocupa, Martha, que los dirigentes chavistas estén
como esperando que sea el Presidente quien en todo tome la iniciativa, que abra
los frente de lucha, que defina los horizontes de este proceso, y que esté
señalando hacia dónde ir en cada aspecto de los cambios sociales,
políticos, económicos, que se están emprendiendo.
- Yo de hecho le pregunto a él, porque bueno, históricamente los
gobernantes tienen un círculo que los separa de la gente, que le hace
ver un mundo más rosado de lo que es, ¿no es cierto? Un poco, a veces,
digo yo que por razones humanas, para no preocuparlo, y otras por oportunismo.
Pero él tiene conciencia de eso. Él me cuenta que estudió
toda la cuestión sobre la teoría del liderazgo, y que un chileno,
justamente Matus, advertía sobre la famosa caja de cristal, en la que
están los gobernantes, y yo me refería al efecto eco del que habla
Eduardo Galeano, del gobernante que se rodea de gente que repite lo que él
quiere oír. Chávez está consciente de eso.
- Usted ha conocido otros líderes mundiales como Allende o Fidel, seguramente
los ha entrevistado. ¿Qué le parece la presencia de Chávez dentro
de estos cambios históricos y políticos de América Latina?
- Yo entrevisté a Allende en la época de la Unidad Popular en
Chile. A Fidel he intentado entrevistarlo y no he podido. He conocido a varios
dirigentes que no son presidentes de la República, y tengo una percepción
de que evidentemente que Chávez es el más humano, el más
sencillo, el más amigo, el más reflexivo, más sensible
y el más autocrítico de los que yo he conocido. Que me ha asombrado.
Chávez ve los procesos y aunque esté solo, o con un grupo muy
reducido, él sabe hacia dónde dirigirse, y se lanza. Hay como
una intuición, pienso yo.
- Sin embargo me permitido decir que hay como un aparente defecto en el Presidente
como político, como que no sabe penetrar muy bien en la intención
de los hombres, en conocerlos. Defecto que no tenía Bolívar y
que no tiene Fidel.
- Es que Chávez es demasiado humano. Es extraño que a un tipo
al cual lo acusan de asesino, de dictador, de autoritario, para mí su
gran debilidad es que es demasiado humano. O sea, que confía demasiado
en la gente. Que es como ingenuo a veces.
- Ahí está el caso de Alfredo Peña quien lo traicionó
tan feamente. Este ha sido un error, el no saber reconocer a sus enemigos.
- De eso también hemos hablado en la entrevista.
- ¿Y sobre el Comando Político de la Revolución, por ejemplo?
- Justamente hace poco estábamos hablando sobre este Comando, y yo le
planteaba que la gente dice que no hace nada. Sin embargo él me mostró
cosas concretas, iniciativas y me decía: "Mira Martha, yo quiero gente
con iniciativa. Yo estoy feliz cuando la gente tiene iniciativa." Y me mostró
varias propuestas que le estaban planteando, y él estaba encantado que
no hubiesen esperado que Chávez las dijera sino que hubiese gente que
las propusiese. Entonces yo pienso que hay gente. Fíjate que yo venía
más pesimista, pero pienso que hay gente con iniciativa, que hay líderes
que no es sólo Chávez. Claro, mientras exista Chávez al
igual que mientras exista Fidel es difícil que la gente descubra a los
otros. Además, siempre digo yo que cuando hay un líder tan destacado
quienes vengan después probablemente tendrán que estar en una
dirección mucho más colectiva. Porque ese es un problema de los
líderes tan destacados.
- Ahora a mí me preocupa la posición de José Vicente Rangel,
sobre todo la defensa que hace del empresario Gustavo Cisneros en momentos cuando
"Newsweek" lo hace aparecer como uno de los principales golpistas. José
Vicente declara, estando al lado de Cisneros y frente a la prensa, que lo que
plantea "Newsweek" es una temeridad. Al preguntársele a Cisneros que
dé una respuesta por lo planteado por "Newsweek" éste dice "Yo
digo lo que sostiene Rangel: Una temeridad".
- Yo no puedo pronunciarme sobre eso. No conozco a José Vicente. Lo que
sí estoy convencida, después de hablar con el Presidente es que
hay grandes trabas institucionales. No podríamos personalizar, pienso
yo. Es que se eligió el camino de la Constitución, y que no se
ha creado toda la cantidad de leyes nuevas que hay que tener para avanzar y
que están entrampado en lo institucional. Entonces el que esté
ahí está entrampado, salvo que quiera pasar por arriba. Yo creo
que la fuerza de este proceso y en gran parte fue la nueva Constitución.
La gran bandera que el pueblo tuvo para dirigir la vuelta de Chávez.
No es cuestión de echar por la borda ese camino que ha permitido avanzar,
que es un camino complicadísimo, que es un camino que se está
experimentando por primera vez, ¿no?, y que es muy importante que triunfe porque
si este proceso no triunfa queda claro ya que la Izquierda ya no tiene nada
que hacer y que la violencia es la única forma para vencer a los privilegiados
que no están dispuesto a ceder nada. El Presidente me señalaba
en la entrevista una cosa que yo pongo en el libro "La Izquierda en el Umbral
del Siglo XXI" cómo Kennedy fue lúcido en aquella época
de los años sesenta para entender que la única forma de detener
una revolución comunista como la cubana en América Latina era
promover aquel plan de la Alianza Para El Progreso. Es decir, lograr que las
grandes oligarquías terratenientes y financieras cedieran un poco de
sus riquezas a favor de los países y del desarrollo de los pueblos.
- Eso no se aceptó.
- No. Y hemos seguido con oligarquías que no entienden que tienen que
renunciar a una cierta parte de sus privilegios como renunciaron en Europa,
donde hubo estados de bienestar y que permitieron que hubiese un reparto un
poco más equitativo de la riqueza, pero acá no. Acá, día
tras día, se separan más los que tienen más de los que
tiene menos y eso es insustentable hacia el futuro.
- ¿No le parece a usted inconcebible, que esta viendo desde fuera este proceso,
que aquí no haya un solo preso por los hechos del 11 de Abril?
- Claro que sí. Y esa es la pregunta que yo le hago al Presidente no
sólo lo que me parece a mí desde afuera sino a ustedes, y que
además no haya presos por corrupción. Bueno, el Presidente explica
esto en la entrevista que yo le estoy haciendo, los intentos que se han hecho,
cosas que no se conocen de medidas que se han tomado, pero que no se divulgan,
simplemente porque lo que los medios de derecha quiere que exista es lo que
existe. Esa es la tragedia que forma parte de la debilidad comunicacional del
gobierno.
Es impresionante porque yo estoy segura que si se comunicaran más los
objetivos que se persiguen y las dificultades para alcanzarlos, y dónde
están esas dificultades sería más fácil de comprender.
Evidentemente la propaganda o la mentira constante de la Derecha, más
la falta de información de los escasos medios de comunicación
con los que cuenta el gobierno hacen que sea un proceso en el cual los que están
enterados sea la gente que está muy ligada al Presidente, que está
ligada a algunos dirigentes, y el pueblo que intuye, que cree independiente
de cualquier tipo de propaganda en sus dirigentes.
- ¿Cómo contrarrestar la opinión interesada y parcializada de
estos poderosos medios profundamente comprometidos con la Derecha, y que en
gran parte determinan lo que debe o no debe decirse o publicarse?
- Yo pienso que es muy interesante esta iniciativa que ha surgido de parte de
Ramonet y de la gente de Brasil de crear como una auditoria de los medios. Pienso
que las redes de internet que permitieron organizar la resistencia contra la
globalización y que permitieron a los zapatistas romper el bloqueo son
medios muy importantes y por lo demás aquí la reacción
antiChávez aprendió porque el Golpe se organizó en gran
medida por esas redes. Esas redes permiten que se difundan las ideas. Pienso
también que ha sido muy interesante, una cosa diría yo bastante
original de este proceso, y vamos a ver si sigue, y si sigue va a ser otro de
los experimentos interesantes, que es este boicot contra los medios de comunicación,
a la televisión y a los anunciantes. Pienso que es realmente un camino
muy interesante. Yo siempre había pensado que en los países capitalistas
donde los trabajadores tienen tantas dificultades para luchar porque pierden
el trabajo si lo hacen, esta especie de huelga pasiva de los consumidores nadie
arriesga allí. Nadie puede ser perseguido por eso, sin embargo puede
ser un arma muy importante contra los grandes capitales.
- ¿Cree usted que este boicot está teniendo algún efecto contra
estos enemigos del proceso?
- Bueno, me han dicho que sí. Me han dicho que hay preocupación.
Me han dicho que ha habido manifestaciones pública de los directores
de los medios porque yo he visto declaraciones. De hecho "El Nacional" ha bajado
su tiraje, hubo un domingo en que regaló el periódico. Entonces
esto me parece una cosa muy interesante.
SOBRE EL 11-A
- ¿Dónde estaba usted el 11 de Abril?
- En Cuba.
- ¿Usted siguió los acontecimientos a medida que se estaban desarrollando
en Caracas?
- En Cuba al principio no se informaba de las dificultades que había
acá. Cuando hay un gobierno muy cercano y muy amigo en Cuba se teme que
el tipo de información sea meterse en cosas en las que no se debe meter.
Nosotros tenemos a veces problemas de información. Claro, todo iba bien
en Venezuela para el lector cubano, y de repente viene el Golpe, y nadie sabe.
Nos enteramos más bien por fuera. Yo me enteré por radios internacionales.
Después ya vino el anuncio y el seguimiento paso a paso del proceso.
- Pero la noche del 11-A ¿cómo se sintió?
- Ah, fue terrible. Temíamos que mataran a Chávez. No se sabía
de su destino.
Es muy difícil entender cómo no lo mataron. Estábamos más
o menos pendiente de que podía pasar algo y yo no pensé nunca
que había reversibilidad y sentí que había sido algo fatal
para la Izquierda de América Latina, para el proceso brasilero con Lula.
Me dije: Aquí tenemos una larga noche de nuevo. Pero no.
- ¿Y cuando se da el cambio?
- Una gran alegría. Saber lo de las movilizaciones populares fue extraordinario.
Cómo una vuelta con tanta fuerza se traduce en una cosa tan conciliatoria.
Yo le pregunto al Presidente: Bueno, todo el mundo lo interpreta como debilidad,
y él me contesta que cuando Lucas Rincón dice que renunciaba tenía
que ser porque la coordinación de fuerzas era muy mala.
Porque el apoyo es mínimo. Él me hace una explicación de
lo que considera qué es fuerza y qué debilidad - Él está
sobrellevando muchos duros golpes lo cual demuestra en gran medida que no es
ningún débil; que puede darse el lujo de soportar del enemigo
una buena tunda sin responder, como lo hacía Muhamad Alí desde
una esquina. Quizá con este método canse a sus enemigos y los
derrote. - Bueno él lo plantea de una manera interesante lo que es fuerza
y debilidad, y lo dijo en un "Aló Presidente", cuando habla del bambú.
Que el bambú es flexible y que la gente cree que es débil pero
resulta que es más fuerte que el árbol frente a las tormentas.
Él cree que realmente los débiles son los que usan la fuerza para
oprimir, para definir situaciones y que los fuertes son los que son capaces
de conversar.
- Y de afrontar con gran serenidad la adversidad.
- Claro.
- ¿Y el 11 de Julio, cuando otra vez corrieron nuevos rumores de otro Golpe
cómo se sentía usted?
- Yo tenía una gran tranquilidad. Ustedes estaban preocupados porque
tenían algunas informaciones. Mira, hubiera la información que
hubiera yo no creía que se pudiera dar otro Golpe. Ya en ese momento
hay gente preparada, barrios preparados, comunicaciones preparadas.
Podían hacer una intentona pero no iban a triunfar. Yo estaba segura
que no iban a triunfar. A mí lo que me preocupa ahora, e insisto en ello,
es el problema económico. Yo pienso que estas declaraciones de Otto Reich
tan favorables a una salida no golpista en Venezuela es porque no se van a jugar
a la otra. Pero no es que se pusieron buenos de repente. Ellos están
jugando a la otra carta, a vencer por el estómago como dicen algunos.
- ¿Y la situación con Colombia no le parece un peligro acechando, otra
carta bajo de la manga del enemigo?
- Yo siempre he dicho que el Plan Colombia tiene un objetivo mucho más
allá de Colombia: El objetivo es Venezuela. Y de excluir cualquier tipo
de desarrollo de una alternativa en la región amazónica.
- ¿Has tenido momentos felices en Venezuela?
- Por supuesto. El más feliz es el haber podido tener la posibilidad
de conocer a ese hombre: Chávez. Eso ha sido para mí una experiencia
extraordinaria. Te lo repito, nunca había encontrado una persona tan
sencilla, tan comprensiva. Mira, yo soy una persona muy seria para trabajar.
Yo estudio mis cuestionarios, escribo mis preguntas, siempre busco reflejar
las inquietudes de la Izquierda, y las críticas. Mis cuestionarios son
provocadores en el sentido de que no voy a endulzarle la píldora al que
entrevisto. Hago los más duros cuestionamiento. Le he planteado al Presidente,
por ejemplo: "Me han dicho que existe una Contrarrevolución sin que exista
Revolución", un fenómeno raro. Una Contrarrevolución viene
después de la revolución, aquí parece que viniera antes.
No es que yo comparta necesariamente esas preguntas, pero yo quiero que el Presidente
responda a esa gente que piensa así. Entonces me decía una amiga:
"Oye Martha, no le hagas esas preguntas. No te va a dar más entrevistas."
Y no.
Él recibe cualquier tipo de opiniones, cualquier tipo de críticas.
Yo reconozco que no hay que endiosar a nadie. Yo sé que hay quienes en
el diálogo personal son extraordinariamente abiertos, y que luego cuando
están en un equipo despiertan otros elementos que pueden ser más
complicados. Quedaron muchas preguntas pendientes en el aire sobre todo las
referidas al tema, en el que ella es experta, sobre la Lucha de Clases en Venezuela
(en los momentos como los que estamos viviendo con una oligarquía asustada,
casi en estado de shock, brotándole ya claros espasmos fascistas). Tal
vez todo esto venga explicado en su libro "Los Militares en el Proceso Bolivariano"
y que está estructurando a partir de estas entrevistas que le está
haciendo al Presidente. Me dejó Martha y pasó a atender a los
campesinos que estaban llegando desde distintas regiones del Estado Mérida,
claro, mil veces más importante que yo.