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Latinoamérica

"¿Por que se retiraron los adoquines del centro de la ciudad?"

"¿Por que se retiraron los adoquines del centro de la ciudad?", pregunto el periodista al comandante general de la Tercera Región Militar, general de División, Oscar Gómez de la Torre Ovalle. "Esos adoquines -respondió el general- eran usados como proyectiles y decidimos retirarlos dando cuenta a la municipalidad".
No, no se trata de un pasaje de "El otoño del patriarca" de Gabriel García Márquez. De aquel dictador a quien el embajador Streimberg le hacia llegar su "pretensión insistente de llevarse nuestras aguas territoriales a buena cuenta de los servicios de la deuda externa...". En este caso la totalidad de los adoquines fueron levantados del casco céntrico de Arequipa, Perú, y no de aquel Macondo envuelto en su atmósfera de realismo mágico.
El general de la Torre Ovalle, designado como jefe de plaza en la sureña Arequipa, tenia por misión hacer respetar el estado de emergencia decretado por presidente Alejandro Toledo, a causa de las movilizaciones populares, que comenzaron el viernes de la semana pasada, para hacer frente a la privatización de las empresas de electricidad Egasa y Egesur.
Los trabajadores, los campesinos, los estudiantes y las autoridades municipales de cinco departamentos del sur peruano, encabezados por el Frente Amplio Cívico de Arequipa, se lanzaron a la calle y a las rutas con la firme determinación de evitar que las empresas de servicios eléctricos pasaran a manos privadas.
El Poder Ejecutivo, desoyendo un dictamen judicial, avanza en su intento privatizador a favor de la empresa Tractebel, con sede en Bruselas, Bélgica, y filial de la empresa francesa Suez.
Tractebel ha sido acusada de corrupción por la justicia peruana. "A los cuestionamientos -señala el semanario uruguayo Brecha- respecto de la subvaloracion de las empresas, la ausencia de compromisos de inversión y a concentración del mercado mas allá de los limites legales establecidos, abriendo el camino al monopolio, se suman las denuncias de corrupción que pesan sobre la empresa belga. Esta se halla bajo investigación de los tribunales de justicia de Bélgica y Suiza, por evidencias de soborno a los gobiernos de Chile, Brasil, Kazajstan y Oman, y por el parlamento peruano, mediante la Comisión Mulder, por indicios de una "coima" a Alberto Fujimori por 10 millones de dólares. De modo que es de sentido común darse cuenta
de que imponer esta venta es un acto desatinado, inoportuno y prepotente, que, con razón, esta siendo respondido con la justa protesta del pueblo, de las instituciones y de las autoridades locales del sur, especialmente Arequipa y Cuzco", concluye.
La autoritaria actitud del Ejecutivo, inscripta --a su vez-- en el interminable rosario de incumplimientos de promesas electorales, que ha llevado en la actualidad al presidente Alejandro Toledo, con un escaso 27% de aceptación, al nivel mas bajo desde que -hace 11 meses- asumió el Gobierno, encontró un vigoroso nivel de respuesta popular, que lo obligo a dar marcha atrás, tanto en el proceso privatizador, cuanto en las medidas represivas. Claro, luego de la muerte del estudiante de 23 años, Edgar Pinto Quintanilla, a causa de la represión militar y policial, que también dejo un centenar de heridos.
El presidente Toledo se vio obligado a ofrecer disculpas al pueblo arequipeño "por no haber explicado suficientemente sus medidas privatizadoras, a cancelar su gira a Nicaragua y a los Estados Unidos y a admitir que incumplió su promesa electoral de no privatizar las empresas eléctricas en cuestión". Finalmente, debió estampar su firma en la llamada "Declaración de Arequipa". En este documento, suscripto por todas las partes en conflicto, se acordó un desagravio publico del gobierno por una serie de declaraciones de varios funcionarios, consideradas ofensivas por los arequipeños, entre las que se cito las formuladas por los ministros de Justicia, Fernando Olivera, y del Interior, Fernando Rospigliosi. Rospigliosi ya presento su renuncia, que le fue aceptada.
Estas luchas contra la aplicación de las ya fracasadas políticas neoliberales, tienen numerosos antecedentes en todo el continente. Una de las primeras manifestaciones cívicas en contra de estos procesos privatizadores la dio el pueblo uruguayo, cuando mediante un referéndum se opuso terminantemente -en 1992- con el 72 % de los votos a la privatización de las empresas aérea y telefónica. La lucha de los habitantes de Cochabamba, Bolivia, contra la privatización de la empresa de aguas, marco otro hito en la resistencia a este proceso de enajenación de los bienes sociales, impuesto desde los organismos financieros internacionales. Y más recientemente -como lo señaláramos en HIPOTESIS hace quince días- la firme determinación del pueblo paraguayo que logro torcer el brazo del presidente González Macchi, obligándolo a retirar del Parlamento numerosos proyectos privatizadores.
Así como se asiste al contagio de la crisis argentina entre los países de la región, también se esta operando un fenómeno de toma de conciencia común en esta parte del planeta frente a estas políticas que han llevado y continúan llevando al empobrecimiento de enormes sectores de la población, en beneficio del capital concentrado.
Usted seguramente se preguntara "¿cómo es posible que se sigan aplicando recetas que ya han fracasado estrepitosamente?"
Alguien le podría responder: "todo depende de que cosa se entienda por fracaso". Estas políticas han culminado siempre en un rotundo fracaso para los sectores mayoritarios y en un formidable éxito para el gran capital, de manera que para quienes defienden los intereses de los poderosos, como en el caso del presidente Toledo, es absolutamente coherente que continúen aplicando esas viejas e injustas políticas.
Una descripción que realiza el periodista británico Gregory Palast, en su pagina de internet, sobre la entrevista que le realizara al premio Nobel de Economía, el estadounidense Joseph Stiglitz, ex funcionario del Banco Mundial, expulsado de ese alto organismo por indicación del ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Larry Summers, a raíz de sus desacuerdos con la ideología neoliberal de la globalización, nos acercara a una idea un poco mas precisa acerca de como se implementan estas políticas.
"Hay una Estrategia de Asistencia -escribe Palast- para cada nación pobre, diseñada, dice el Banco Mundial, después de una cuidadosa investigación interna del país. Sin embargo, según Stiglitz, las 'investigaciones' de los empleados del Banco, consisten en cuidadosas inspecciones a los hoteles de cinco estrellas de la nación. Concluyen con un encuentro entre estos empleados del Banco y algún mendigante y quebrado ministro de economía a quien le entregan un 'acuerdo de reestructuración', preparado de antemano para su firma 'voluntaria'. La economía de cada nación es analizada individualmente y, en seguida, dice Stiglitz, el Banco entrega a cada ministro el mismo programa de cuatro pasos".
"El paso uno es 'la privatización', lo cual Stiglitz dice que se puede llamar con mas precisión, 'la sobornación'. En lugar de oponerse a la venta de industrias estatales, los dirigentes nacionales -usando como excusa 'las exigencias del Fondo Monetario Internacional'- liquidan alegremente sus empresas de electricidad y de agua. 'Podías ver -continua diciéndole Stiglitz a Palast- como se les abrían los ojos' ante la posibilidad de una 'comisión' del 10 %, pagada en cuentas suizas, por el simple hecho de haber bajado 'unos cuantos miles de millones' el precio de venta de los bienes nacionales".
después sigue el paso dos, que consiste en la "liberalización de los mercados de capitales", el paso tres: "precios regulados por el mercado". Aquí es muy probable que se llegue al paso tres y medio, al que Stiglitz llama "los disturbios del FMI", es aquí cuando se produce la caída en desgracia del país y el Fondo "se aprovecha y le exprime hasta la ultima gota de sangre". Es evidente que en este paso se encuentra en estos momentos la Argentina. Finalmente, se llega al paso cuatro, destinado -según el FMI y el Banco Mundial- a encaminar al país en el marco de "la estrategia de reducción de la pobreza". Este cuarto paso es "el libre comercio".
En esta especie de rayuela de la globalización neoliberal, el cielo o destino final es -para los países de América latina- el Área de Libre Comercio de las Americas, mas conocida como el ALCA. Para los Estados Unidos, lo importante es que nuestros países lleguen, no como llegan. ¿Esta claro?