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3 de junio del 2002
Archivos secretos
Graves acusaciones sobre jefe del Ejército chileno
Pascale Bonnefoy
Fuente: www.noticiasaliadas.org
La hermana de Boris Weisfeiler, el único estadounidense desaparecido
durante la dictadura militar, ha invocado al nuevo comandante en jefe del Ejército
chileno, general Juan Emilio Cheyre, y a la ministra de Defensa, Michelle Bachelet,
a cooperar en la investigación judicial, abriendo los archivos secretos
de las Fuerzas Armadas y de la disuelta policía secreta.
Olga Weisfelier envió una carta en abril a Bachelet y Cheyre -quien asumió
el cargo el 10 de marzo solicitándoles colaboración en la investigación
judicial iniciada en junio del 2000 sobre la desaparición de su hermano
Boris, un físico ruso-estadunidense, profesor de Pennsylvania State University
(PSU), visto por última vez en enero de 1985 mientras acampaba en el
sur de Chile, cerca del enclave alemán llamado Colonia Dignidad, ahora
Villa Baviera.
En su misiva, Olga pide a Bachelet y a Cheyre cooperar en la investigación
que lleva el juez Juan Guzmán, entregando los archivos del Ejército
y de la Central Nacional de Informaciones (CNI) que pudieran contener información
sobre el caso.
Los más de 250 documentos sobre Weisfeiler desclasificados por el gobierno
de EEUU en junio del 2000 demuestran que el académico de 43 años
fue secuestrado por una patrulla militar y llevado a Colonia Dignidad, que sirvió
de centro de detención y torturas durante el régimen de Augusto
Pinochet (1973-90) (NA, Mayo 21, 1998). Uno de los documentos relata que un
informante asegura haber visto a Weisfeiler dentro de Colonia Dignidad viviendo
en "condiciones de animal" dos años después de su desaparición.
"Los documentos desclasificados de EEUU dejan pocas dudas de que Boris Weisfeiler
fue arrestado por una patrulla militar por el "crimen" de estar de excursión
cerca de Colonia Dignidad; que fue abusado severamente, llevado al enclave y
hecho desaparecer desde ahí. Tampoco dejan dudas de que los oficiales
militares intentaron encubrir las verdaderas circunstancias de su caso, como
continúan haciéndolo hasta hoy", afirmó Peter Kornbluh,
del National Security Archive, organización no gubernamental con sede
en Washington, dedicada a lograr la desclasificación y difusión
de documentación secreta del gobierno estadounidense.
En esa época, el gobierno militar afirmó que Boris había
muerto tratando de cruzar el río Ouble. Sin embargo, los documentos desclasificados,
muchos de ellos de la Embajada de EEUU en Santiago, contienen evidencias de
sucesos muy distintos.
"Yo nunca creí que Boris 'simplemente' se ahogó, y siempre supe
que algo terrible le había pasado. Los documentos desclasificados describen
esas cosas terribles: brutales interrogatorios, torturas en Colonia Dignidad,
y su vida como prisionero bajo condiciones bestiales. No obstante, durante estos
largos 17 años, nunca creí que Boris había muerto o había
sido asesinado. Y aún hoy, todavía guardo la esperanza de que
mi hermano pueda estar vivo en Colonia Dignidad", aseguró Olga Weisfeiler.
Aunque Bachelet pida la colaboración del Ejército, no se sabe
cuánto podría efectivamente lograr con ello.
Meses atrás, cuando los tribunales solicitaron al Ejército entregar
los expedientes de un Consejo de Guerra efectuado a un detenido desaparecido
en 1973, el ex comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta,
simplemente dijo que no existían, porque habían sido destruidos
en un incendio presuntamente provocado por un atentado de grupos izquierdistas.
Cheyre, por su parte, no tendría ningún interés en que
se conozca el contenido de esos archivos dado su oscuro pasado. Aunque el gobierno
se niega a abordar o responder a las acusaciones contra Cheyre, es sabida la
participación de éste en violaciones a los derechos humanos en
1973, cuando era un joven oficial en La Serena, en el norte del país.
Como parte de sus antecedentes, Cheyre se negó a entregar en 1985 la
lista de oficiales asignados a la CNI a un juez que investigaba el asesinato
ese mismo año de Paulina Aguirre Tobar, militante del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR). En 1988, siendo Intendente de la III Región -la
máxima autoridad política regional- el entonces teniente coronel
Cheyre es mencionado como encubridor de torturas infligidas por agentes de la
CNI a una docena de militantes de izquierda, cuya detención fue negada
por Cheyre.
También está imputado como "inculpado" en una querella criminal
presentada en julio del 2001 por la muerte de dos niños de siete y ocho
años, asesinados por el Ejército el 24 de diciembre de 1973 en
el norteño puerto de Coquimbo, mientras jugaban cerca de un gasoducto
custodiado por militares. El abogado querellante, Hugo Gutiérrez, ha
pedido al juez Guzmán que tome declaración al entonces comandante
del regimiento, Ariosto Lapostol, y su oficial ayudante, el entonces teniente
Cheyre.
Como ayudante de Lapostol en La Serena, Cheyre también participó
en la muerte de 15 prisioneros, que fueron sacados de la cárcel local
por la comitiva que llegó desde Santiago comandado por el general Sergio
Arellano Stark en octubre de 1973, conocida como la Caravana de la Muerte (NA,
Dic. 11, 2000). Los 15 detenidos fueron llevados al regimiento y fusilados por
los miembros de la comitiva. Los oficiales del regimiento, entre ellos Cheyre,
les dispararon el tiro de gracia.
Uno de los testimonios más desgarradores de la actuación de Cheyre
apareció en el periódico El Siglo. En él, Eliana Rodríguez
Dubó lo acusa de encabezar el piquete de soldados que en octubre de 1973
la detuvo, allanó su casa, la golpeó, la tomó prisionera,
y después, en el Regimiento Arica de La Serena, la torturó y violó
por más de un mes.
"Fui violada para que confesara mi militancia política y los nombres
de la dirección del Partido Comunista en la región. Me aplicaron
electricidad en los senos, debajo de las uñas de pies y manos, en la
vagina... El teniente Cheyre dio orden para que se me fusilara 'en vista que
no delataba a nadie'. El falso fusilamiento se efectuó. Cheyre dijo 'saquen
a esta maraca afuera y mátenla', relató Rodríguez en El
Siglo.
Aunque al asumir el cargo Cheyre comprometió públicamente el apoyo
de su institución para resolver los casos de derechos humanos, a principios
de abril su tono cambió. En una visita a regimientos al sur de Chile,
Cheyre reclamó que "quienes están siendo demandados frecuentemente
se sienten víctimas de un proceso traumático", y que esos "continuos
requerimientos [judiciales] exigen una carga de trabajo muy grande".
En mayo, la ministra Bachelet respondió a Olga Weisfeiler, expresando
su solidaridad e intención de colaborar con el Poder Judicial. Sin embargo,
lo más probable es que Olga espere inútilmente una respuesta de
Cheyre.