VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

 El Primero de Mayo en la Historia

Jornada de unidad y batalla
PEDRO A. GARCÍA

El proletariado siempre ha logrado sus conquistas mediante intensa lucha. Como apuntara hace más de un siglo nuestro Martí, "ha tenido que irlo arrebatando todo; por la organización, por la huelga, por el asedio —que llaman ahora boycot—, siempre por un medio violento. Mientras pedían, mientras esperaban, mientras no se erguían, sus tristezas no hallaban favor".

Tras el triunfo de la Revolución, los obreros en el poder vigorizaron las celebraciones por el Día Internacional de los Trabajadores, defendiendo ya las conquistas de la Patria.
En el siglo XIX, la gran lucha del proletariado fue la conquista de la jornada de 8 horas. Al alzar esa demanda, comentaría entonces el Apóstol, evidenció "mayor unidad que en las contiendas anteriores. No han esperado tanto para levantarse. Piden sin arrogancia, pero con más energía; y en cuanto piden, en el Este como en el Oeste, se nota el mismo tino de resolución y batalla".
En medio de esta lucha, los trabajadores norteamericanos decidieron efectuar un movimiento de huelga general el primero de mayo de 1886, si en esa fecha no se le daba satisfacción a su demanda. En muchos estados del país norteño, la respuesta fue el despido de obreros y la represión policiaca. Y el día fijado, comenzó en Chicago la huelga general.
LOS MÁRTIRES DE CHICAGO
La salvaje represión de la policía de la ciudad a una manifestación pacífica provocó ese mismo día la muerte a 8 hijos del pueblo. Los proletarios se lanzaron a la calle en protesta y en la Plaza Haymarket, un masivo mitín condenó el crimen. Terroristas a sueldo de la patronal hicieron estallar una bomba entre los policías que custodiaban los alrededores. Varios agentes murieron.
La justicia burguesa encausó, bajo el cargo de asesinato, a ocho líderes obreros: August Spies, Albert Parsons, Adolph Fischer, George Engels, Luis Lingg, Samuel Fieldens, Michael Schwab y Oscar Neebe. La gran prensa distorsionó los hechos, el ministerio fiscal acusó prácticamente sin pruebas, al jurado lo sometieron a presiones que lindaban con la amenaza y el chantaje.
A Spies, Parsons, Fischer, Engels y Lingg los sancionaron a la horca. Schwab y Fieldens recibieron cadena perpetua; Neebe, 15 años. Un lustro más tarde, al abrirse una nueva investigación por la presión popular, se comprobó que los 8 líderes obreros eran inocentes.
DÍA DE LOS TRABAJADORES
A partir de ese año, el Primero de Mayo se identificó con las luchas por las demandas de la clase obrera. En 1889, la II Internacional Socialista acordó que en ese día, los trabajadores del mundo, en todas las ciudades y pueblos a la vez, emplazaran a los poderes públicos ante la obligación de darle al proletariado mejores condiciones de vida y de trabajo.
A la vez, planteaba la II Internacional, la efeméride debía servir "como manifestación de la resuelta voluntad de la clase obrera de destruir las diferencias de clases a través de un cambio social y entrar de ese modo en el único camino que conduce a la paz entre los pueblos, a la paz internacionalista".
Cuba y Argentina fueron los únicos países de nuestra América que celebraron el Primero de Mayo en 1890. Según la prensa de la época, en La Habana, más de 5 000 trabajadores partieron de la hoy Plaza de la Fraternidad y recorrieron las calles Monte, Águila, Reina, Galiano, San Rafael y Consulado hasta Virtudes. Allí se celebró un acto en el que intervinieron cerca de 15 oradores.
A pesar de las difíciles condiciones que suponía la condición de colonia española, los trabajadores cubanos conmemoraron el Día Internacional de los Trabajadores de 1891 a 1894. Solo con el estallido de la gesta independentista se interrumpieron las celebraciones.
EN LA REPUBLICA NEOCOLONIAL
Aunque en las primeras décadas del siglo XX se efectuaron varios actos por esta efeméride en distintos años, no recuperaron su vigor hasta después del triunfo de la Revolución Rusa de 1917 y, sobre todo, del Congreso Obrero de 1920, en el que Alfredo López y otros dirigentes imprimieron al evento, y a todo el proletariado cubano, un espíritu combativo y de unidad clasista.
Cinco años después, en las vísperas de la constitución de la CNOC (Confederación Nacional Obrera de Cuba), primera central sindical única nacional, la fecha sirvió para alertar a los obreros del servilismo de Machado al imperialismo yanki y a la oligarquía cubana. Julio Antonio Mella resultó uno de los más impactantes oradores de ese día.
Otro Primero de Mayo memorable fue el de 1938, pues de él salió el impulso para la creación, el 28 de enero siguiente, de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), bajo la dirección de Lázaro Peña.
Tras la división del movimiento obrero, en 1947, los actos por la efeméride devinieron jornadas de lucha revolucionaria por la unidad clasista y contra la sumisión de los "sindicaleros" vendidos a la patronal. Obviamente, el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 implicó una interrupción de esos combativos actos, que solo podían realizarse en la clandestinidad.
LOS OBREROS AL PODER
Con el triunfo de la Revolución se restablecieron las libertades democráticas en Cuba, y con ellas, los derechos sindicales de la clase obrera. El Día de los Trabajadores tuvo un nuevo sentido, acorde con el Estado revolucionario en el que los obreros, junto con los campesinos, intelectuales y otras clases populares, son los rectores de su propio destino.
Este año, más de 6 millones reeditarán aquellas jornadas que Martí calificó "de resolución y batalla" en las plazas de todas nuestras ciudades. Se denunciará la injusta y bochornosa condena a nuestro país en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, la actitud servil de numerosos gobiernos latinoamericanos que han traicionado el legado de San Martín, O'Higgins, Artigas, el Padre Hidalgo, Juárez.
Se rendirá homenaje a la juventud cubana, su protagónico papel en esta Batalla de Ideas en la que estamos enfrascados, y a los Cinco Héroes Prisioneros del Imperio, inocentes como aquellos 8 líderes obreros condenados injustamente en Chicago, por lo que exigimos la inmediata liberación de nuestros compatriotas.
Como en el Congreso Obrero de 1892, cuando los obreros cubanos apoyaron incondicionalmente la independencia, como los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso, alma y principal base social del Partido Revolucionario de José Martí que organizó la guerra necesaria, los trabajadores cubanos dirán hoy en este día nuestro: Primero con la Patria.