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Latinoamérica

Congreso Nacional Paz y País en Bogotá el 10 y 11 de mayo:

COLOMBIA CLAMA
POR LA PAZ NEGOCIADA

ALTERCOM
Bogotá.- Mil ochocientos delegados copan las instalaciones del Hotel Tequendama en la ciudad de Bogotá. Presurosamente recorren las instalaciones de este importante centro hotelero de la capital colombiana, colgados al cuello sus identificaciones de diferentes colores. Unas 150 personas, las portan con el cordoncito blanco, lo que significa que son delegados de distintos países del mundo. España, Francia, Estados Unidos, Venezuela, Ecuador, Perú y más, están presentes en este esfuerzo de los colombianos para reunirse en el Congreso Nacional PAZ Y PAIS entre el 9 y 11 de mayo.

Con un lleno completo de las instalaciones del auditorio central de COLFERIAS, el lugar más grande de reuniones de Bogotá, se instala el Congreso. Más de una decena de niños llenan el escenario con su alegría y espontaneidad, mientras las notas musicales les inspiran para que dibujen sus sueños de país.

Jorge Rojas, Coordinador Nacional del Congreso en representación de aproximadamente 90 organizaciones de toda Colombia, (REDEPAZ, INDEPAZ, MINGA, CUT, PLANETA PAZ, ASAMBLEA PERMANENTE POR LA PAZ, PAZ COLOMBIA, MOVIMIENTO POPULAR DE MUJERES, COLECTIVO DE ABOGADOS JOSE ALVEAR, entre muchas otras) toma la palabra.

Los niños y su futuro, la responsabilidad de esta generación frente a la construcción de una Colombia posible para la vida hacen parte de una buena parte de su discurso. "El colapso de los procesos de paz como consecuencia de la aplicación del Plan Colombia", y un impresionante deterioro de la crisis humanitaria, mientras las "agendas acordadas para transformar el país pasaron a segundo plano ante el cierre de los espacios de participación autónoma de la sociedad" siguen argumentando su propuesta final, enmarcada en la posibilidad y exigencia de los más amplios sectores de la sociedad colombiana, muchos de ellos presentes, para volver a una mesa de diálogo y negociación.

El respeto al Derecho Internacional Humanitario por parte del gobierno y la insurgencia; la decisión inmediata del gobierno y el ELN para materializar la propuesta de tregua bilateral; la recuperación de la agenda acordada entre el gobierno y las FARC y definición de un nuevo cronograma sobre la base de un compromiso de las partes de no levantarse de la mesa hasta la firma de un acuerdo final de paz; la habilitación de un tercer país para promover un nuevo acercamiento entre el gobierno y las FARC; la habilitación de espacios de diálogo e interlocución entre las Mesas de Negociación y diversas expresiones de la sociedad civil; y la discusión de un modelo de tregua o cese de hostilidades como preámbulo para el proceso son las temáticas centrales planteadas por el Congreso Nacional País y Paz, en voz de su coordinador.

En clara alocución a la propuesta de Álvaro Uribe Velez, candidato presidencial más opcionado para las próximas elecciones, Rojas declaró "Duplicar el pie de fuerza e incrementar el armamentismo sólo asegura la prolongación del conflicto armado. Un soldado profesional le cuesta a la nación 16 millones de pesos al año y se están proponiendo 150.000 soldados profesionales para enfrentar a la guerrilla. Esto implica más aviones, más helicópteros, más inteligencia y más capacidad operativa. El gobierno tendría que destinar por lo menos 10 puntos el producto interno bruto para semejante aventura bélica, en un momento en que el endeudamiento externo afecta gravemente la economía y la inversión social".

"El gobierno de Estados Unidos no va a financiar esta guerra y se va a limitar a incrementarla peligrosamente con algunos recursos (más o menos millones de dólares diarios) y sin ningún condicionamiento en el tema de derechos humanos es la fórmula que nos quieren imponer".

Terminó su alocución demandando el respaldo de la comunidad internacional a la solución política con justicia social y la superación de la impunidad; la responsabilidad de los candidatos presidenciales de pensar la paz como un problema nacional, más allá de sus intereses electorales; la decisión de la insurgencia de priorizar la política a las armas y el compromiso de las partes enfrentadas en la guerra de respetar los derechos humanos como base para una nueva negociación.

Mientras cerraba su discurso estaban todavía presentes las imágenes de alegría y empuje que momentos antes habían inundado la sala a través del video "El orgullo de ser colombiano"

La cooperación internacional en voz del representante de la Oficina de la Cooperación Internacional de España también estuvo presente; seguido por el impresionante y valiente discurso de Miguel Antonio Caro, presidente de Central Unitaria de los Trabajadores CUT.

Llamó la atención la presencia del Ministro del Interior de Fernando Estrada Villa, quien remarcó la voluntad de paz del gobierno colombiano, propuesta que fue abucheada por los presentes en el acto.

Continuó Danielle Miterrand, presidenta de la Fundación Miterrand y viuda del presidente francés, que resaltó su voluntad de apoyar en el proceso de paz negociada al pueblo colombiano.

La voz del Congreso Nacional del Ecuador estuvo presente a través de su Vicepresidente Antonio Posso, quien manifestó el rechazo ecuatoriano a la implementación del Plan Colombia, a las consecuencias nacionales e internacionales en la degradación de la calidad de la vida que el mismo ha causado. La delegación ecuatoriana está integrada por 21 delegados entre los cuales se encuentran el ex Jefe del Ejército René Vargas, el presidente de la CONAIE Leonidas Iza, la concejala metropolitana de Quito Ma. Eugenia Lima, los defensores de los DDHH Pablo de la Vega y Alexis Ponce, Lucía Gallardo de Acción Ecológica, el jesuita Luis Túpac Yupanqui, César Cárdenas que preside el Congreso de la Niñez, Julio Gonzáez de la ASCIS, así como profesores universitarios y representantes de varias organizaciones sociales.

La delegacíon ecuatoriana, la más numerosa de las internacionales, se ha pronunciado contra el Plan Colombia, por la salida de la base estadounidense en Manta y por la neutralidad de su país en el conflicto interno colombiano, en el marco del respeto al derecho inalienable de autodeterminación y soberanía de los pueblos.

Así terminó la instalación de este Congreso, un esfuerzo de los colombianos y colombianas por buscar los caminos de una paz negociada, tal vez en el último esfuerzo antes de la ganancia de una tendencia externa y extraña que pretende desatar una guerra total como alternativa de futuro.

(Altercom. BOGOTÁ)