Millones de trabajadores y sus familias, reciben el amparo de un sistema completo y abarcador

Por CARIDAD LAFITA NAVARRO
Trabajadores digital, Cuba

Desde antes de nacer y hasta después de morir, la seguridad social cubana protege a sus ciudadanos.
La vigente Ley No. 24 de seguridad social instituye un sistema integrado por dos regímenes, el de seguridad y el asistencia social, y constituye un todo armónico para garantizar, como refrenda nuestra Constitución de la República "que no haya persona incapacitada para el trabajo que no tenga medios decorosos de subsistencia".
En legislaciones complementarias se dispusieron otros regímenes de seguridad social, como el de los militares y el de los miembros de cooperativas de producción agropecuaria, que completa el ciclo de protección para la población rural cubana. También la Ley No. 1263 de la maternidad de la trabajadora y sus disposiciones anexas, forman parte de este sistema.
La Ley No. 24, contiene algunos preceptos de suma importancia para los momentos en que fue dictada, en los principios de 1980 y que mantienen su vigencia: -Estimula la permanencia laboral de aquellos trabajadores con requisitos para su jubilación ordinaria por edad y se les concede un incremento mayor por los años que trabajen por encima de lo previsto.
-Incrementa la cuantía de la jubilación para trabajadores con méritos excepcionales en su vida laboral.
-Dispone pensión extraordinaria para quienes alcanzan una edad avanzada con poco tiempo de servicios.
-Diferencia la cuantía de los subsidios por enfermedad y accidentes comunes de los generados por enfermedades profesionales y accidentes del trabajo.
-Establece tiempo mínimo de servicios para acreditar derecho a la pensión por invalidez total, exceptuando los afectados por accidentes del trabajo o enfermedad profesional.
-Abona un porcentaje de la diferencia entre el salario antiguo y el actual a quienes presentan invalidez parcial y deben ser reubicados en otro puesto con disminución salarial.
-Aplica medidas para mejorar la asistencia social y la atención a las personas discapacitadas.

PERSPECTIVAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

El fundamento económico de la seguridad social cubana, excepto en casos muy marcados, hasta estos momentos no se rige por las clásicas contribuciones trabajador-patrón-Estado, sino que en todos estos años ha sido asumido por el Presupuesto Central.
Nuestro sistema no funciona con un fondo especial o institución determinada, sino que los ingresos por las contribuciones de los empleadores pasan a formar parte de los ingresos generales del Presupuesto y, por tanto, sus gastos son asumidos por este, lo que implica que la ecuación de equilibrio está a nivel de la economía nacional, ya que el Presupuesto determina la cuantía de cada uno de sus indicadores.
Lo anterior implica que la vigencia y fortaleza de nuestro sistema de seguridad social esté condicionado por la productividad social, ya que esta genera el mayor volumen de ingresos al Presupuesto.
En la actualidad, los empleadores contribuyen con el 12 por ciento del importe de los salarios para la seguridad social a largo plazo, y un 2 por ciento que retienen para subsidios, es decir, un total del 14 por ciento.
Podemos exhibir ante el mundo que pese a la agudización del bloqueo impuesto por los Estados Unidos y a las situaciones casi extremas que afrontamos en los primeros años de la década del '90 en nuestra economía, ningún trabajador cubano ha quedado sin subsidio; y ningún pensionado o jubilado ha dejado de recibir su pensión; ninguna viuda, huérfano o discapacitado ha quedado sin amparo.
No ha habido en estos años en nuestro país recortes ni exenciones en la seguridad social, aunque tengamos déficit presupuestario como en 1993 que llegó a más de 500 millones de pesos.
Para el presente año el Estado destinó mil 693,2 millones de pesos para la seguridad social, cifra que en estos momentos está al 54,6 por ciento de ejecución.
Otro factor entra en juego: Cuba tiene una baja tasa de fecundidad y mortalidad, que determinan un crecimiento poblacional bajo y el proceso de envejecimiento de la población es reciente, pero rápido y nos coloca por encima de la media de América Latina. Con los años, aumentarán los beneficiarios de la seguridad social y disminuirán paulatinamente los dedicados activamente a la economía. En la actualidad, el 14,3 por ciento de la población total, supera los 60 años y entre ella, 400 mil personas tienen más de 80 años.
Estos son elementos que los trabajadores cubanos consultaron entre sí, en tradicional parlamento obrero, y determinaron lo necesario de aportar una contribución a la seguridad social que alivie a disminuir el déficit presupuestario que persiste. Esta medida económica de contribuir a nuestro presupuesto, se hará efectiva a partir de la implantación del Sistema de Perfeccionamiento Empresarial en las entidades, proceso que se realiza de forma selectiva y paulatina.
Preservar el sistema de seguridad social, una conquista de la Revolución, es un derecho humano y constitucional que requiere de ayuda para su sostenimiento. Este es un privilegio para los trabajadores cubanos, que no tienen, como los de otras regiones del mundo, traumáticos recortes en prestaciones y servicios y discriminación a su acceso.