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11 de febrero del 2002
Fragmentos del discurso de Hugo Chávez
"Yo soy zurdo con una espada y con un arado"
(...)
Teolinda. Madre de un compañero de la Academia Militar, Manuel se llamaba,
gran amigo, yo como era veguero, bueno sigo siendo veguero pero era más
veguero, cuando llegue a Caracas tenía 17 años y me daba miedo
salir a la esquina y Manuel caraqueño nos hicimos muy amigos y salíamos
y me prestaba algún jeans, algunas botas de goma y uno comenzó
a salir a un cine con una muchacha, una discoteca en Caracas en el año
71, pero Manuel murió, era uno de los mejores atletas y cadetes de
nuestra Academia y le dio una leucemia repentina y se lo llevó en un
mes. Hoy Teolinda -que desde entonces la quiero como una madre, porque nos
quiso a todos como esa madre-, me hizo llegar esta carta hoy y ella dice así,
entre otras -no la voy a leer todas porque son muy de nosotros dos, muy de
la madre al hijo, al amigo- "No mires hacia atrás, ve hacia delante.
Por favor ya olvídate de los oligarcas, escuálidos, sufridos
o como los quieras llamar, ignóralos y dedícate a lo que tienes
que hacer, no caigas en provocaciones (aplausos)....
Y oigan esta sabiduría "No caigas en provocaciones, el que los está
resucitando eres tú, ellos lo saben y por eso cada día te provocan
más para que le des beligerancia". (Aplausos).
Entonces yo en base a todas estas cosas y que coincidencia la carta de Teolinda
y con lo que he vivido desde ayer, después de lo del 4 de febrero y
todos esos días hermosos también, los buenos consejos de don
Sindoni una determinación, pero yo pido ayuda, porque tampoco depende
de mi nada más, tampoco depende de mí nada más. Pero
prometo como determinación y lo hago en público, que voy a poner
toda la fuerza de voluntad que pueda reunir en mi corazón en mi alma
y en mi mente, y especialmente porque yo estoy ¿sí?, convencido de
que aquí en diciembre, ya venía eso desde hacia varios meses,
pero afloró en noviembre y después en diciembre había
un plan, un plan diseñado por algún grupito de personas con
una meta, sacarme del gobierno. Y luego hablaron de que en enero iban a seguir,
y por supuesto ante tal evidencia nos fuimos a esa batalla. Yo considero que
ese plan que tenía y tiene pero ya debilitados y neutralizados, así
lo creo, contactos fuera del país por gente que quiere como que regresar
aquí a seguir haciendo de las suyas, yo considero que ese plan ha sido
neutralizado y vencido entre los meses de diciembre y en enero con todo lo
que ha ocurrido en el mes de enero.
Entonces mi determinación es la siguiente, porque uno anda, y ustedes
saben que yo soy zurdo con una espada y con un arado.
(...)
Ahora, la Biblia dice y ojalá que algún día eso sea verdad.
Dice la Biblia que algún día el hierro de las espadas se transformará
en hierro de los arados para producir para que no haya más guerras
ni muertes ni sangre entre los hermanos hijos de Dios como somos todos, esa
es la esperanza del futuro.
Entonces recordando esa palabra de Dios. Sí, uno, en este caso este
humilde servidor, anda como que con una espada y un arado dando vueltas. Y
creo que yo he tenido en estos últimos meses la espada en la mano izquierda
-soy zurdo- y el arado en la mano derecha. Hoy cambio la espada a la mano
derecha y cambio el arado a la mano izquierda, hoy lo hago. (Aplausos).
Ahora, yo sueño. Yo soy uno de los soldados que sueña con el
día en que yo agarre la espada y no es que me la cambie de mano, yo
quisiera algún día envainar la espada para siempre.
Envainarla para siempre y guardarla en el baúl de los recuerdos, y
entonces ponerle las dos manos, los dos lóbulos del cerebro, el pecho,
las dos piernas y las mil almas que uno recoge por dentro al arado para construir
sin ninguna perturbación la Venezuela que aquí todos queremos,
la Venezuela que aquí todos soñamos. (Aplausos).
He hecho un conjunto de reflexiones y he sacado una conclusión y en
tercer lugar he tomado una determinación. Pero en cuarto lugar, hermanos
quiero hacer una solicitud, no sólo a quienes han venido a engalanar
en este Teatro hermoso de la Opera en Maracay, este acto de juramentación
de Adina nuestra nueva Ministra de Producción y Comercio, sino a todos
los venezolanos sin excepción de ningún tipo, a todos los que
se sienten venezolanos y los que son venezolanos y los que viven en este país
nuestro país una solicitud. Yo pido ayuda para lograr envainar esa
espada. Ayúdenme a envainarla pues. (Aplausos).
Ayúdenme a envainarla y yo seré feliz el día que la envaine
para siempre, el día que la guarde para siempre Y vamos todos juntos
a poner todo nuestro ser en el arado, en la construcción de un país
que está llamado, que está señalado, todo lo indica,
nuestra historia lo indica es un país de grandezas, no es un país
de pequeñeces este nuestro país. Es un país que nació
con la grandeza. Todo lo indica, no sólo nuestra historia, lo indica
nuestra geografía, lo indica nuestro territorio, lo indica la tierra
firme venezolana, lo indica el subsuelo venezolano, lo indican las aguas venezolanas,
lo indican las montañas hermosas, lo dice el Salto Angel, lo dice el
Orinoco, lo dicen los valles de Aragua; lo dicen los lagos de Maracaibo y
de Valencia, lo dice el Caribe, lo dice el Arauca, lo dice el Capanaparo,
lo dice el Meta, lo dicen las grandes sabanas. Este es un país inmenso
hermanos, este es un país infinito sin límites para ser grandes,
para ser un gran país, un verdadero país en donde vivamos todos
dignamente en paz como hermanos, todo lo indica y nos vamos por ese país.
Yo más allá de las circunstancias que me han rodeado tengo ese
sueño, ese sueño de tener la Venezuela que la inmensa mayoría
de nosotros soñamos, y yo tengo la certeza de que lo vamos a lograr.
(...)
Ahora ¿cuál es la situación nuestra?, ya lo han señalado
y ustedes la conocen. Solo brevemente.
En el 2001 nosotros hemos obtenido resultados positivos, también negativos.
En lo económico allí hay una economía que yo pudiera
decir que salió de terapia intensiva donde la conseguimos, y que ha
dado signos de vida, estaba allí largo a largo casi en todos los sectores,
ahora la economía venezolana en el 2001, quién puede negarlo,
ha dado signos de vida, y más que de vida en algunos sectores de vigor,
más que el signo de vida. Y a pesar de que tuvimos la caída
petrolera del 2001 en el precio y en el recorte de producción, en la
economía el resultado fue positivo, y ha sido uno de los crecimientos
más altos de todo el continente americano, casi 3 puntos del producto
interno bruto. Aunque las cifras aún no son definitivas hasta que el
Banco Central de Venezuela no termine de hacer toda su rigurosa evaluación
para no equivocarnos, pero todo indica que el crecimiento del 2001 está
entre 2,5 y 3 puntos del PIB, por ahí anda y hay sectores que crecieron
vigorosamente como la industria de la construcción que estaba como
muerta, totalmente muerta hace dos años en Venezuela, o la minería,
las telecomunicaciones, la energía. Me explicaba hoy el presidente
de PDVSA cómo se incrementó en el 2001, cifras que yo no tuve
a la mano cuando di mi discurso del 15 de enero. El crecimiento en el consumo
energético se incrementó y en la producción en casi un
8% y en el consumo de combustible. El crecimiento del sector automotriz ha
sido fenomenal el año 2001. El crecimiento del consumo de alimentos
en un 10%, cifras de los sectores respectivos, no son cifras del gobierno,
cifras que hemos recogido de las cámaras respectivas, hay otros sectores
que no hemos podido aún reactivar como quisiéramos y uno de
ellos es la Pequeña y la Mediana Industria, pero decía Pérez
Abad que este es el año de la reactivación de la Pequeña
y la Mediana Industria o la Pequeña y Mediana empresa y tiene que ser
este el año. (Aplausos).
(...)
Palabras del ciudadano presidente de la República Bolivariana de
Venezuela Hugo Chávez Frías con motivo de la juramentación
de la ciudadana Adina Bastidas como Ministra de Producción y Comercio
(6/2/02).