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16 de febrero del 2002
Ecuador: Gobierno niega tráfico de misiles a las
FARC
Kintto Lucas
IPS
El gobierno de Ecuador negó que las fuerzas armadas hayan vendido
misiles rusos CL-28 a las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) que habrían sido utilizados en ataques, como sugirió
el miércoles el diario estadounidense El Nuevo Herald.
El Ministerio de Defensa ecuatoriano aseguró en un comunicado que "se
puede afirmar categóricamente que las Fuerzas armadas ecuatorianas
no poseen misiles de tipo CL-28".
Según El Nuevo Herald, un jefe militar colombiano que solicitó
reserva de su identidad informó que los misiles fueron adquiridos por
Ecuador a un costo de cinco millones de dólares en el mercado negro
de Nicaragua durante la guerra que mantuvo con Perú en 1995.
El militar respaldó sus afirmaciones en supuestas "informaciones de
organismos de seguridad de Estados Unidos".
La fuente militar colombiana informó, según El Nuevo Herald,
que "las FARC tienen por lo menos 16 misiles", no utilizados en la guerra
de Ecuador contra Perú, que "aparentemente, fueron comprados de contrabando
a militares" ecuatorianos.
La información sobre la venta de los misiles surgió dos días
después de que los rebeldes atacaran un batallón militar del
central departamento colombiano de Huila, donde murieron al menos 10 militares
y otros 40 resultaron heridos.
Si bien en principio circuló la versión de que el ataque había
sido realizado con una bomba fabricada con cilindros de gas, arma muy empleada
por guerrilleros colombianos, investigaciones posteriores apuntan a que puede
tratarse de un misil tierra- tierra, debido a la alta precisión.
En la información brindada a la prensa por portavoces de las fuerzas
armadas colombianas se afirmó que en el ataque al batallón se
utilizaron dos misiles tierra-tierra RPG-7 de fabricación rusa, pero
no se mencionó la utilización de misiles CL-28.
El Ministerio de Defensa ecuatoriano afirmó que utilizaría "canales
oficiales" para pedir al gobierno de Colombia una aclaración acerca
de la información atribuida por el diario estadounidense a un alto
oficial del ejército de ese país.
El Nuevo Herald también aseguró que, según su informante,
los lanzamisiles habrían sido trasladados desde Ecuador el 27 de junio
de 1999.
El diario no explicó la forma en que los misiles habrían llegado
a manos de la FARC, pero indicó que la compra se habría realizado
por intermedio de tres miembros del insurgente Ejército Republicano
Irlandés (IRA), hoy detenidos en Colombia por su supuesta participación
en el entrenamiento a guerrilleros en el empleo de explosivos.
Hasta el momento no han sido presentadas pruebas que respalden esas acusaciones.
Los irlandeses presos se declararon inocentes de los cargos afirmando que
no tienen ninguna vinculación con el IRA.
Mencionando una fuente del ejército ecuatoriano, el diario El Comercio
de Quito confirmó que entre 1993 y 1994 las fuerzas armadas ecuatorianas
adquirieron armamento ruso en Nicaragua.
Según esa fuente, Ecuador recibió misiles tierra-aire, con 3.000
metros de alcance, y tierra-tierra RPG-7.
"Los RPG-7 son fáciles de transportar. Se disparan desde los fusiles.
Para lanzarlos se coloca un cartucho de impulsión y tienen un alcance
de 200 a 300 metros", indicó la fuente, quien precisó que esas
armas se guardan en las unidades de artillería antiaérea del
ejército.
En su comunicado, el Ministerio de Defensa descartó que armas de las
fuerzas armadas ecuatoriana pudiesen haberse vendido a rebeldes colombianos.
"Las armas y más equipo bélico que utilizan los repartos militares
se encuentran en los arsenales bajo estrictas medidas de seguridad, sujetos
a inspección física periódica de sus comandantes de unidad",
aseguró el Ministerio.
Por otra parte, un oficial de inteligencia colombiano consultado por El Nuevo
Herald dijo que las FARC guardan su arsenal antiaéreo para una etapa
de la guerra civil aún no iniciada.
La revista colombiana Cambio informó meses atrás que satélites
de Estados Unidos habían detectado misiles de fabricación soviética
en la zona desmilitarizada donde se desarrolla el diálogo entre el
gobierno y las FARC, controlada por la organización guerrillera.
"Estados Unidos posee datos incontrovertibles que confirman que las FARC tienen
almacenados en la zona del despeje por lo menos cuatro misiles tierra-aire
Sam-16, un arma desarrollada por la Unión Soviética en 1988
con alcance de 12 kilómetros y capacidad de rastrear el blanco por
la huella del calor", afirmó Cambio.
Esta no es la primera vez que se involucra a Ecuador en tráfico de
armas hacia la guerrilla colombiana.
El 22 de marzo de 2001, en Guayaquil se hallaron 220.000 municiones de fabricación
rusa de camino a la ciudad colombiana de Cali que tenían como supuesto
destinatario las FARC.
El cargamento podría haber abastecido a una columna de 1.000 hombres
y durante ocho días de combate, según el mayor Hugo Carrillo,
segundo comandante del Grupo de Inteligencia del ejército ecuatoriano
en Guayaquil.
"Este es un negocio muy lucrativo. Una pistola Beretta en origen cuesta 400
dólares y en destino el valor se quintuplica", aseguró Carrillo.
Ya en octubre de 1996 se detectó que las FARC utilizaban armas procedentes
de las fuerzas armadas de Ecuador, según el Departamento Administrativo
de Seguridad de Colombia (DAS).
En esa ocasión la policía colombiana requisó 18 cohetes
M72-A2, de 66 milímetros, de fabricación estadounidense.
Según informes de la Policía Judicial de Colombia, los cohetes
descubiertos en locales clandestinos de las FARC son parte de un lote de 7.013
unidades que Ecuador adquirió en 1977.
Según el mismo informe, se calcula que entre 1994 y 1996 los traficantes
de armas introdujeron en Colombia entre 12 y 15 toneladas de dinamita por
año.
El DAS afirmó que el 27 de mayo de 2000 se confiscaron 50.000 armas,
entre fusiles AKM, R 15 y Galil, ametralladoras M60 y cohetes, que pasaron
por Ecuador antes de su ingreso en Colombia.
Según El Nuevo Herald, la adquisición de misiles por parte de
las FARC también fue mencionada por un militar ecuatoriano no identificado,
a quien las autoridades colombianas capturaron hace pocas semanas luego de
haber permanecido en la zona desmilitarizada del sur de Colombia.
El militar ecuatoriano habría asegurado que la guerrilla lo detuvo
al enterarse que había sido experto en misiles en la guerra entre su
país y Perú, y lo utilizaron para que explicara el manejo del
armamento.