23 de diciembre del 2002
Venezuela: ¿una rebelión
de nuevo tipo?
El Lumpen
Va a sonar pretencioso. Pero creo que hemos tenido la tremenda suerte de estar
en el lugar exacto y en el momento exacto. Quienes estamos en Venezuela, este
diciembre de 2002, vivimos unos de los eventos más relevantes de la historia
moderna de América Latina y de la humanidad. Les dije que iba a sonar
pretencioso, virtud mal atribuida a nuestros hermanos argentinos.
Estamos frente a un acto de rebelión muy particular, que va más allá del fenómeno caudillista de Chávez. En Venezuela, además, hay una rebelión única, inédita...es una rebelión contra la enajenación, expresada en una rebelión contra el poder que soportan los llamados medios de comunicación masiva. Una rebelión que desenmascara y desmitifica otros símbolos de poder que ejercían una mediación. En este trabajo veremos como el movimiento contestatario que lidera Chávez trasciende de la tradicional rebelión caudillista y se convierte en escenario de una de las rebeliones de nuevo tipo que se dan en la era de la globalización.
Si de caudillos hablamos...
En realidad el fenómeno caudillista es tan viejo como la historia que ha transcurrido desde tiempos de la colonia. En nuestra historia hay ciertos patrones establecidos por la dinámica de lucha entre los actores sociales del correspondiente momento histórico. Primero, tenemos a Boves...El asturiano José Tomás Boves, si tomamos como referencia la historia novelada de Herrera Luque, fue despreciado por un miembro del ejército patriota cuando aquél intentó incorporase a la lucha contra los colonizadores españoles. Y, ¿Cuál era el ejército de Boves?:
los pardos, los mulatos, los indios, los negros, los llaneros pata en el suelo y lanza en la mano; eran los desplazados por el modelo socio-económico y político desarrollado a partir del momento en que los ilustres representantes de la corona española y de la iglesia católica pusieron un pie y su espada sobre estas tierras. ¿Qué le ofrecía estar en el ejército de Boves? En todo caso les descubrió la posibilidad de disfrutar el poder, de tener la tierra y las posesiones que de otra forma no podían acceder. El ejército de Boves inmediatamente se ganó la fama de sanguinario (promovida por los mismos mantuanos) que aterrorizaba a todas las familias acomodadas de la época; y con toda razón, porque según los medios de comunicación masivos de la época, el asturiano cuando llegaba a la ciudades principales se afanaba contra las familias acomodadas, ganándose el nada envidiable calificativo de sanguinario. El miedo a las hordas de analfabetos, de negros, de indios, de mulatos, de pardos, feos y descalzos por parte de las clases altas y medias no es un miedo reciente. Igual el odio. Estos son miedos y odios añejos por el devenir histórico.
Luego, otro hito histórico vino con la guerra de independencia. Esta vez surgió la figura de José Antonio Páez. El catire Paéz comandó un ejército parecido al de Boves. De hecho, pareciera que heredó el ejército del urogallo, pero esta vez estaba por el lado de los patriotas. Cuando yo era niño, en Venezuela eran comunes unos chistes donde los personajes eran los grandes héroes de nuestra independencia. El roll play se distribuía siempre de la misma forma: Bolívar, Urdaneta u otro General de buena procedencia representaban a los educados y ponderados personajes de nuestra naciente sociedad republicana. Y, ¿quién representaba al ordinario, vulgar, mal hablado e impertinente? Pues era el catire (llanero) Páez. Él era el objeto del chiste, siempre rompía el protocolo civilizatorio con alguna ordinariez, posiblemente relacionada con las impuras necesidades pecaminosas del cuerpo humano. La gracia del chiste es que, Páez lo hacía sin querer, por lo cual se le atribuía cierta ordinariez relacionada con su origen social.
Pues Páez, prometió lo mismo que Bolívar a sus "hordas": tierra y libertad. Bolívar murió...ya saben el cuento.. y Paez, vivió para disfrutar de la riqueza que había alcanzado; para superarse culturalmente (llegó hasta escribir ópera) y, para morir nada más y nada menos que en New York. Morir por accidente sí, pero en NY. El ejército de los descamisados nuevamente se quedó con la promesa.
Hasta que llegó el general Ezequiel Zamora y la Guerra Federal (1859-1863), que hizo retumbar estas tierras aglutinando un ejército -de nuevo- de descamisados que querían también tierra y libertad. En el ejército zamorano, de acuerdo a los periodistas de la época, existían personajes funestos, como aquél que, cuando atacaba un poblado, su consigna era: "mueran los blancos, los godos y los que saben leer" . Si tal reseña era verdad o era simple manipulación de la prensa de la época para convertir a la gente de Zamora en turbas de demonios, es un juicio muy difícil de realizar. Sin embargo, la reseña permite ver que la rebelión era resultado de la veta clasista e iconoclasta que había despertado y organizado Zamora y su gente. Lo demás ya lo deben suponer, matan a Zamora (lo traicionan, que no es lo mismo) y la promesa queda de nuevo en el aire de la historia. Los olvidados quedan más olvidados. Los invisibles son ignorados por la visibles letras de nuestros ilustres historiadores.
Por motivo de extensión voy a saltarme otros hitos históricos que tienen gran relevancia y que se desarrollan en el pasado siglo. Sólo quiero resaltar el surgimiento de los partidos, vinculados más a los movimientos estudiantiles y a dirigentes políticos que a caudillos. Durante un siglo son los estudiantes, especialmente los de la generación del 28, quienes lideran la vanguardia del movimiento socio-político. Acción Democrática, junto con el Partido Comunista, destacan como los portadores de las esperanzas de los olvidados. AD promete Pan, Tierra y Trabajo.
Mientras que Rafael Caldera se encarga de organizar y representar los intereses de la democracia cristiana, elitesca y con no pocos militantes que se enorgullecían de representar a las chaquetas negras. Recuerdo una historia que contaba mi padre sobre el Dr.
Caldera: dicen que en un mitin se refirió despectivamente a los "alpargatuos" que apoyan a Acción Democrática, para referirse a la composición social de los que estaban apoyando las consignas del principal partido socialdemócrata de la historia política venezolana. Si esta crónica popular es cierta, el actual director del diario El Nacional, Miguel Enrique Otero (demócrata cristiano también) no fue nada original cuando afirmó que los seguidores de Chávez eran unos lumpen embriagados en alcohol.
Luego, en los noventa, llega Chávez y parece que el ciclo caudillista se repite, y que esa corriente histórica de los excluidos por el modelo socio-económico y político predominante, vuelve a movilizar masas populares por una promesa de redención. El hombre logra aglutinar a los sectores más desposeídos; a los que han venido reclamando su exclusión de la repartición de la torta, que piden de nuevo tierra, libertad y trabajo...Ahora, ¿qué pasará en este nuevo ciclo?. Los oligarcas de ahora se ven amenazados por las reformas institucionales que asomó el Gobierno Chavista. Con sus defectos y todo, la Ley de Tierra los hizo temblar; el hecho de que se les quiera quitar el monopolio del disfrute de las riquezas les atemoriza, aún más cuando, en el caso de la propiedad y usufructo de la tierra, ese disfrute nace en la más descarada ilegalidad.
Al mismo tiempo, el temor que le causa perder el feudo que tienen en PDVSA durante muchos años los hace enfrentar una batalla decisiva. Entre los nuevos "amos del valle" cunde el temor que se dé la verdadera nacionalización y que se expulsen a los agentes al servicio de intereses extranjeros enquistados en la industria petrolera. El temor de que se desmonten los privilegios y los mecanismos de apropiación por parte de los grupos que se han instalado con apoyo de las grandes corporaciones y grupos de poder estadounidenses. Por eso hay grandes motivos, de ese lado, para que lleven una estrategia de contención de la rebelión, cuyo triunfo significaría que la promesa de liberación para los olvidados se quede, nuevamente, en el olvido.
Comprendiendo el devenir de la historia política venezolana, como la hilvanación de este hilo histórico que moviliza a los excluidos bajo la conducción de un caudillo y a través de las promesas de redención, podemos explicarnos el significado sociopolítico del proceso político actual y el papel de Chávez y el chavismo. También nos permite comprender algunas manifestaciones de clasismo, racismo y fascismo que han estado explotando los principales actores opositores al gobierno. De paso, para desenmascarar las posiciones de la derecha sobre la pugnacidad social, que para ellos resulta "algo nuevo" porque "los venezolanos somos gente de paz, y no tenemos esas divisiones de clases o de color que es otros países sí se tiene gracias al discurso de Chávez".
Ahora bien, creo que esta batalla, aunque se nutre de las carencias sociales y políticas antes señaladas, se distingue de las anteriores porque agrega un rasgo totalmente diferenciador.
Nuestro privilegio: en el lugar y en el momento adecuado
Espartaco se rebeló contra el régimen esclavista...mucho después los obreros se rebelaron contra las máquinas que los desplazaban (eran llamados luddistas); luego se ha escrito mucho sobre la rebelión de los trabajadores contra el capitalismo; luego se dio el fallido ensayo socialista, que sucumbió bajo una rebelión que derribó algo más que un Muro; como entreacto, se dieron los movimientos de liberación nacional en las diferentes ex-colonias....A finales de los setenta y parte de los ochenta parecía que los Frentes de Liberación Nacional de Centroamérica demostraban que indios, campesinos e intelectuales de izquierda podían conseguir objetivos militares y políticos. Este último episodio, como sabemos, no terminó precisamente en una revolución continental.
Y, de repente luego de estas rebeliones: el fin de la historia. Se decretó el fin de la historia y el fin de las ideologías, la partitura de la economía capitalista de mercado es, de acuerdo a esta visión, la que debemos bailar y cantar sin desviarnos hacia el añejo son montuno.
Pero, ahora resulta que en Venezuela, hay una rebelión particular, inédita...una rebelión contra la enajenación, expresada en una rebelión contra el poder que soportan los llamados medios de comunicación masiva. Una rebelión contra símbolos y mitos de poder como la aristrocracia sindical y el principal empresarial. En el fondo es eso. Y es una rebelión que ni los mismo chavistas se esperaban, porque ellos están enmarcados todavía en las rebeliones de tipo clásica.
Expongo el argumento anterior utilizando los argumentos de la oposición anti-chavista.
¿Cuáles son los símbolos que utilizan los opositores?
Los opositores a los cambios propuestos por Chávez pintan pancartas donde defienden a la policía metropolitana (PM), a PDVSA y a los medios de comunicación. Vamos a ver que significado tiene esto para un ciudadano común antes que ocurriera todo esto; hagamos un ejercicio de imaginación y ubiquémonos hace 5 o 10 años: por ejemplo, ¿qué representaba la PM para los caraqueños pata en el suelo? Bueno, la PM representaba dos cosas:
represión y corrupción. Lo de represivo no se le puede recriminar a la PM porque para eso estaba hecha, para caerle a rolo, a peinillazo, a perdigonazos a todo aquél que osara alterar el orden público o atentar contra la sacrosanta propiedad privada, sin contar a los asistentes de los juegos de béisbol entre Caracas y Magallanes, a quienes les intimidaba la presencia de los cascos blancos de la PM en el Estadio Universitario. Por supuesto, que la gran prensa no reseñaba estas "emboscadas brutales" contra los ciudadanos, por ejemplo cuando efectuaban un desalojo de un barrio pobre, cuando disolvían una manifestación, cuando se cansaron de disparar a muerte contra los revoltosos del Caracazo de 1989. Me costaría defender a los PM que me tocó ver disparar, esas especies de metrallas que siempre cargan para la ocasión, contra personas que huían por la llamada "escalera de la muerte" en Petare y que lo único que llevaban estas personas en las manos eran neumáticos de una cauchera recién saqueada. O aquél PM que levantó por la cabellera a la muchacha que estaba a mi lado en una manifestación pacífica, y le dio con el rolo tantos golpes como los que necesita una piñata para romperla. Esto último fue en una manifestación pacífica que hicimos en 1974 en protesta del asesinato de un estudiante militante de los CLER. Por otro lado a la PM se le conocía en los barrios populares por estar en sociedad con las mafias de distribución de drogas, las bancas ilegales de loterías y los aguantadores. A la PM se le conoce en el área metropolitana como unos de las expresiones más ordinarias de la corrupción (por estar íntimamente vinculada con el crimen organizado). De tal manera que, era común encontrarse en la siguiente disyuntiva en una noche de Caracas: ¿qué era peor, encontrarse con un malandro o con un policía metropolitano?.
Ahora resulta que me encuentro en estas mismas calles una pancarta elaborada por las Mujeres por la Democracia que dice "La PM es del Pueblo".
El otro icono que levanta la clase media es PDVSA. La industria petrolera y la gerencia que la ha colonizado, es un tema tan oscuro precisamente porque este segmento de la sociedad y de la economía venezolana es (era?) una caja negra. Ha sido mucho el río el que ha sonado en este caso. Lo que si se puede distinguir dentro de esta corporación es un fenómeno casi esquizofrénico: por un lado, hasta no hace mucho los dandys petroleros manifestaban (hasta con orgullo) su desprendimiento -casi metafísico- con la realidad nacional (se consideraban que no estaban contagiados con el virus de la ineficiencia y la politización del resto de la sociedad), diferenciándose con la trama de relaciones sociales que se establecían desde las posiciones de poder que posibilitada la corporación. Pero simultáneamente, se consolidaron grupos de interés que establecieron una estrategia para infiltrar al aparato gerencial del Estado Terrateniente. Es por eso que, PDVSA participaba directa e indirectamente en los procesos de reestructuración de los Ministerios claves de la economía, especialmente el Ministerio de Energía y Minas. Es por eso que, colocan piezas en lugares claves dónde se toman las decisiones de política macroeconómica (en el gobierno de Caldera) y las decisiones financieras (en el Gobierno de Chávez).
El tercer bastión de la defensa de la oposición: los medios de comunicación privados. Los canales de televisión y los principales periódicos se han convertido en órganos de propaganda política. Los canales de TV y los periódicos se han convertidos en partidos políticos y sus periodistas y reporteros en militantes fundamentalistas. De tal manera que la artillería pesada y las armas estratégicas no se encuentran ahora en los lugares donde tradicionalmente se encontraban, ahora se encuentran en toda la maquinaria de guerra mediática y psicológica que disponen las corporaciones que tienen el poder económico suficiente para monopolizar "la verdad". Es por eso, que esta lucha política se libra en uno de los escenarios más inéditos. Pero lo bueno, es que con esto los medios se han quitado la máscara, ya que formaban parte de los grupos de poder que imponían sus intereses a través de los dirigentes políticos que gobernaban o tenían cargos públicos. Ahora, ante la pérdida de credibilidad y efectividad de esos mediadores, los medios de comunicación y sus mejores ideólogos asumen el control directamente de la militancia política, sin dejar de utilizar a sus "empleados" políticos en el parlamento y en otras instancias del poder público. Es por eso que Marcel Granier asume el liderazgo. Granier no trae nada nuevo entre manos, ya en los inicios de los 90, a través de los miembros del grupo Roraima, venían madurando su proyecto de poder político. El análisis del papel de los medios en este proceso político se los dejo a los especialistas del tema. George Orwel escribió 1984, para critivcar el poder totalitario de los comunistas, pero lo menos que se imagino era que se convertiría en una especie de Nostradamus que describe, con mucha antelación ,el sistema de enajenación totalitario construido por los medios de "comunicación" de nuestros sistemas capitalistas. El gran hermano se instaló en nuestras casas desde hace tiempo queriendo secuestrar nuestros sueños.
A estos tres íconos se agregan actores sociopolíticos tradicionales. Los empresarios agrupados en FEDECAMARAS hacen explícito el activismo político, aún más ponen a disposición "presidentes" como Carmona y como Carlos Fernández. Mientras que la aristocracia sindical se une a los intereses empresariales. Pues bien, ahora resulta que los sindicalistas corruptos se han erigidos en líderes y héroes de una clase media que los detestaba, como detestaba a cualquier organización sindical, y que siempre celebraba la actitud de Pinochet frente a los sindicatos.
Ahora Carlos Ortega, representante por excelencia de esos sindicalistas es "el salvador de la patria". Ahora, los grandes empresarios -cómplices activos de la corrupción predominante en el sector publico, protegidos en cuna de oro y con tetero de petróleo por el papá Estado- son los salvadores de la patria. Interesante proceso político el venezolano donde una "sociedad civil" busca representantes tan representativos de la descomposición de la sociedad civil venezolana.
Un último elemento condimenta este festín. La intervención directa de centros de poder extranjeros que vienen inyectándole gran cantidad de dólares a los organizadores de la conspiración. No sólo hay intervención directa en recursos tecnológicos sino en la provisión de recursos terroristas ya aplicados en otros lugares y en otras situaciones. Bin Laden, Saddan Husseim, y Manuel Antonio Noriega eran colaboradores criados, alimentados y apoyados por la CIA para lograr objetivos políticos y militares; posteriormente estos cuervos les quisieron sacar los ojos a los norteamericanos, con las consecuencias ya conocidas. Lo que quiero decir es que la agenCIA no tiene escrúpulos a la hora de apoyar a sus perros mercaderes. Bien sea financiando a los guerrilleros afganos a través de la siembra de amapolas (heroína); bien sea asesinando a Orlando Letelier en pleno Washington; bien sea encubriendo a terroristas cubanos que explotan aviones con deportistas; bien sea participando en la planificación de desaparición y muerte miles de personas por las dictaduras sureñas; de bien sea financiando escuadrones de la muerte que matan indios en Ecuador, en Brasil o en Centroamérica; bien sea enviando misioneros religiosos como segundos colonizadores; bien sea provocando atentados que generen caos o saboteo económico; bien sea financiando ONG´s que mediatizan la organización popular. Los aliados externos de los conspiradores son muy poderosos y no tienen escrúpulos, nunca les ha interesado la vida humana. Los aliados internos de estos intereses extranjeros han demostrado que no tienen vergüenza; su rastracuerismo y su antinacionalismo ha llegado a pedir a gritos una intervención de tropas extranjeras en nuestro país para "salvarnos de Chávez" mientras, desde la plaza Altamira, le dicen cobardes a nuestra Fuerza Armada Nacional.
Pues las personas que salieron a las calles contra el fascismo el 13 de Abril, los que ahora cacerolean en los barrios pobres a favor del gobierno, están identificando y desmitificando a la maquinaria enajenante que les había vendido una mercancía muy cara: la democracia representativa. Ahora es posible encontrarse con personas que han alcanzado un alto grado de conciencia política, que pueden identificar la manipulación y la complicidad de los medios de comunicación privados con los principales factores del poder económico y político; que identifican a la aristocracia sindical y su complicidad con los sectores empresariales y fascistas; que identifican el rol pecaminoso de la oligarquía eclesiástica. Ya no son borregos que, detrás de un televisor consumen su cerebro en las telenovelas; que se dejan manipular por esos medios que se cansan de decirles negros, marginales, incultos y buenos para-nada. Vieron que un señor que está en Miraflores dice cosas que nadie se atrevía a decir, que se mete con la mafia que todos temían, que cuestiona la complicidad de poderes que eran intocables como la Santa Iglesia Católica. Ven a un Chávez y se identifican con él. Nunca había visto tal grado de conciencia política en estos sectores de la población.
La rebelión se resiste al poder represivo y corrupto (representado por la PM); descubre el poder económico y político de PDVSA, pone en el tapete lo indiscutible: el manejo financiero de PDVSA y el poder paralelo que se enquistó en la corporación; la rebelión se resiste al poder del "Gran Hermano" que representan las corporaciones de medios de comunicación; la rebelión asume una posición nacionalista cuando sabe que se está enfrentando las fuerzas del mal del imperio del mal; la rebelión resiste cuando identifica al poder sindical corrupto; la rebelión se resiste cuando identifica a los mercadores del templo y a los sacerdotes que le permiten que le bendicen sus herejías.
Este proceso va más allá de estas circunstancias. Va más allá de la tremenda personalidad de Hugo Chávez. El comandante se encontró una lámpara y liberó un genio, un genio que descubrió que podía asumir el poder, no sólo el poder de Miraflores sino el poder de la calle, el poder de la palabra, el poder de influir sobre el futuro. Ahora será difícil meter al Genio en la lámpara.