VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

Por el camino del sectarismo

Revista En Marcha Nº 189 / Patria Libre

Las visiones (miopía) de la izquierda trotskista sobre el proceso abierto en nuestro continente

Nuestra América vive momentos de una gran trascendencia política. La crisis del modelo neoliberal en el continente fruto de su incapacidad para garantizar el bienestar de las mayorías ha llevado a un rechazo creciente de sus recetas político-económicas y de lo que es más importante: su hegemonía ideológica.

Ante este escenario la estrategia del imperialismo norteamericano se caracteriza por el intento de recolonización de América Latina a través de una creciente militarización (Plan Colombia - Iniciativa Andina - Bases y "ejercicios" militares) junto a la imposición de herramientas de subordinación económica como el ALCA.

Pero la creciente resistencia de los pueblos va articulándose en una serie de proyectos alternativos que amenazan la estrategia imperial. La vigencia de Cuba, la revolución bolivariana en Venezuela, la victoria de Lula y el PT en Brasil, la casi segura victoria del coronel Lucio Gutierrez en Ecuador, el gran avance de Evo Morales en Bolivia son junto con las movilizaciones antineoliberales en Perú, Paraguay y nuestro país entre otros, la muestra de la riqueza y la profundidad de un proceso continental.

Lamentablemente para una parte de la izquierda argentina estas experiencias no son más que un trágico malentendido de las masas latinoamericanas.

En ocación del abortado golpe de Estado contra el presidente Chávez esta izquierda se apresuró a dar el acta de defunción a la experiencia del pueblo bolivariano explicándonos (como por ejemplo el Partido Obrero) que "Como otros caudillos nacionalistas, Chávez, a la hora de la verdad, tiró la toalla frente a la asonada dirigida por el imperialismo". Pero aún hoy frente a la testarudez de Chávez, quien con su permanencia en el poder desafía las predicciones de Jorge Altamira, escriben que "Las dificultades de Chávez provienen de las insuperables limitaciones del nacionalismo "bolivariano", incapaz de detener el derrumbe económico de Venezuela, que ha llevado a una situación desesperante de desempleo y miseria a amplias capas de la población". Los logros sociales del gobierno bolivariano, el crecimientode la organización y la conciencia populares en el marco de la agudización de la lucha contra los sectores privilegiados son, en este análisis, simples anécdotas sin mayor trascendencia. Por eso "el PO llama a superar la experiencia de los gobiernos nacionalistas condenados al fracaso" y el PTS nos enseña que "las masas de Venezuela necesitan una dirección obrera independiente del nacionalismo de contenido burgués". Por nuestra parte nos animamos a expresar que una gran parte del pueblo argentino en lucha no vería nada mal transitar un proceso de "fracasos" como el de la revolución Bolivariana.

Frente a la victoria del frente patriótico y popular del coronel Lucio Gutierrez en Ecuador el PO no tiene dudas: "Gutiérrez pertenece a los que se inscribieron en los países andinos en el llamado proyecto chavista, que hoy virtualmente no existe en la medida en que Venezuela se despeña por el derrumbe económico y la transa con el imperialismo yanqui. Es difícil que Gutiérrez gane el segundo turno; de todos modos, no ofrece ninguna perspectiva para los explotados ecuatorianos con su planteo de más de lo mismo".

Pero la miopía política y el sectarismo no terminan allí, la llegada de Lula y el PT al gobierno en Brasil también es objeto del ataque supuestamente "por izquierda"; el PTS luego de comenzar analizando que "Nadie debe subestimar el ascenso de Lula al gobierno de Brasil y sus efectos... porque muestra un viraje político hacia la izquierda que refleja un torrente de millones con legítimas aspiraciones por un cambio social" termina concluyendo que "La política reformista del PT de Brasil y sus aliados en Argentina es socialmente reaccionaria porque sólo sirve para retardar la preparación de los trabajadores y adormecerlos para esos enfrentamientos". El PO va aun más a fondo en un análisis sin desperdicio: "Cuando Lula dice que Brasil no es Argentina... Lula está diciendo que el PT luchará para evitar una rebelión popular en Brasil; el PT se ha convertido en la única carta que tiene hoy el imperialismo en ese país. Es la carta que podría bloquear la extensión de la rebelión popular argentina hacia América Latina y ahogarla en su aislamiento". Sin palabras.

Por su parte el MST miembro de IU, pone a Lula en la tapa de su revista buscando que le traspase rédito electoral para su propia participación en unos comicios que son la antítesis de los ocurridos en Brasil donde existía una alternativa unificadora de las mayorías y estaba en juego toda la representación política (legisladores, intendentes, gobernadores, senadores). Pero una vez dentro de la misma publicación, luego de asegurar que la victoria de Lula es parte del avance de la izquierda en el continente asegura que "el PT es una fuerza de centroizquierda y en ese sentido va a gobernar para la burguesía"...

Esta agresiva desvalorización de los procesos que los pueblos latinoamericanos van construyendo para enfrentar al modelo neoliberal impulsado por EE.UU, el capital transnacional y las clases dominantes locales esconde una visión testimonial de la lucha política y la falta de una real estrategia de poder.

El neoliberalismo capitalista en los paises dependientes agrede a amplias capas de la población que abarcan desde los excluidos, los desocupados, los trabajadores, la clase media, profesionales, comerciantes hasta sectores de pequeños y medianos empresarios con contradicciones insalvables con este modelo de acumulación. Pensar que categorías como el partido de los trabajadores o un gobierno de izquierda son capaces en esta coyuntura histórica de unificar en un mismo proyecto alternativo a tan heterogeneas fuerzas sociales es abandonar la construcción de una salida política popular posible para refugiarse en la comodidad de definiciones ideológicas que no dan cuenta de la situación actual.

Pretendiendo encajar la realidad dentro de su dogmático esquematismo, todo lo que no entra en él es rechazado como parte del campo enemigo. Bajo ese esquema la única organización y la única política válida es únicamente la propia y esta es la puerta de entrada al sectarismo característico de este sector de la izquierda.

Así, livianamente se puede criticar a la Cuba de Fidel por "burocrática", a Chávez y la revolución bolivariana o a la naciente posibilidad de Lucio Gutierrez por sus "insalvabales limitaciones políticas" o al PT y Lula por ser "la mejor carta del imperialismo en Brasil" y todo desde corrientes políticas que en más de 30 años en nuestro país (algunas tienen otros nombres producto de sus divisiones) no sólo han influido infinitamente menos que todos aquellos procesos sino que además en los momentos más álgidos de la lucha de clases no se han caracterizado precisamente por estar a la cabeza de la confrontación.

Desde Patria Libre no compartimos esta práctica de la izquierda trostksta de nuestro país por considerarla una traba en la construcción de la amplia unidad necesaria para enfrentar con exito a nuestros poderosos enemigos internos y externos.Ecuador y los vientos de cambio en América Latina.