7 de diciembre del 2002
Documento de la Comisión Internacional de las FARC-EP para
el XI Encuentro del Foro de Sao Pablo
No hay respuesta del gobierno
a la propuesta de paz de las FARC-EP
Reciban compañeras y compañeros participantes del XI Encuentro
del Foro de Sao Paulo, el fraterno y bolivariano saludo de guerrilleras y guerrilleros
de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo,
FARC-EP, las circunstancias impuestas por la guerra del Estado impide nuestra
asistencia física a este importante evento, los acompañamos de
corazón.
A doce años de creado el Foro de Sao Paulo, llegamos a este XI Encuentro
en la tierra del emblemático Jacobo Arbenz, del inolvidable Miguel Ángel
Asturias manteniendo los principios del antiimperialismo y anti neoliberalismo
desde una concepción ideo-política de izquierda, convencidos cada
día mas de la justeza y vigencia de este escenario de discusión
e intercambio político. Sin embargo, siguen los intentos por hegemonizarlo
y se intenta imponer concepciones erróneas, como la pretensión
de inmiscuirse en los asuntos internos de las Fuerzas Políticas que lo
integran, abrogándose incluso el poder, sacado de cabezas prepotentes,
para proponer sanciones a los integrantes del Foro. Confiamos en las expresiones
revolucionarias y democráticas del FSP, seguros que estas actitudes dañinas
no pasaran ni en esta ni en ninguna plenaria.
En este mundo de la globalización capitalista, unipolar, con un imperio
muy peligroso en su crisis y desespero, adoptando el papel de policía
del mundo y esgrimiendo su maquinaria de guerra como insaciable garrote contra
todos los que se opongan a sus designios, así sea a nivel de estados,
organizaciones o personas es imperiosa la necesidad de avanzar en la organización
de alternativas populares para construir las sociedades que nos merecemos y
por las cuales luchamos. Avanzan los planes imperiales, el sometimiento de las
burguesías nacionales es casi total y la rebatiña por las prebendas
y migajas que puedan desprenderse del ALCA y de sus componentes el Plan Colombia,
la Iniciativa Regional Andina y el Plan Puebla de Panamá, están
al orden del día, la discusión entre ellos, no es, ni mucho menos,
cómo defender los intereses y las riquezas de nuestras naciones para
beneficio de las mayorías, sino cómo aprovechar el saqueo, y explotación
para sus mezquinos intereses.
En desarrollo de la llamada lucha contra el terrorismo, el imperio gringo continúa
su agresión contra los pueblos del mundo, para garantizar un nuevo orden
geoestratégico y militar, en defensa de sus intereses en asuntos de orden
vital como los recursos energéticos, el agua y la biodiversidad. Esta
supuesta lucha contra el terrorismo sirve de manto para la pretensión
de penalizar y combatir las luchas de los pueblos, por su liberación
nacional económica, política y social. Empiezan por quienes obligados
por las circunstancias lo hacemos con las armas en la mano ante el despotismo
de regímenes políticos que ejercen el terrorismo de Estado como
forma de gobierno. Seguirán con quienes se les opongan aún en
el marco de su propia legalidad burguesa. Por eso, la lucha contra la política
antiterrorista impuesta por los gringos se convierte hoy en un objetivo inmediato
de la lucha antiimperialista, la voracidad del capital financiero sigue diezmando
todas las economías, para esto cuentan con la ayuda de los organismos
financieros internacionales siempre al servicio de los intereses imperiales,
la tarea asignada al Fondo Monetario Internacional FMI, al Banco Mundial, a
la Organización Mundial de Comercio OMC, entre otros, es diseñar
la explotación al máximo de todos los pueblos. Además cuentan
con la ONU y la OEA, convertidas en operadores políticos del imperio,
facilitando la intromisión e injerencia en la vida interna de los pueblos.
Las condiciones del mundo, la crisis del sistema capitalista y su modelo Neoliberal
con su estela de miseria y de violencia no solo hace posible, sino que demuestra
la imperiosa necesidad de construir sociedades, pluralistas, democráticas
y socialistas garantía de desarrollo y respeto integral a todos los derechos
de hombres y mujeres.
Apoyamos y defendemos las luchas de los pueblos del mundo por su definitiva
independencia. En el plano latinoamericano y caribeño continuamos la
obra del libertador Simón Bolívar en la formación de la
patria grande y como Martí decimos" porque lo que él no dejo hecho,
sin hacer está hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América
todavía". Al tiempo que alertamos al imperio y sus agentes que la obra
del libertador camina construyendo justicia por nuestra América. Manifestamos
nuestra irrestricta solidaridad con Cuba socialista, con Venezuela bolivariana,
con Brasil y Ecuador donde en muestra de rebeldía los pueblos eligieron
a Luis Ignacio Lula y Lucio Gutiérrez como sus nuevos presidentes, con
el pueblo argentino en su ya larga crisis y por la recuperación de su
soberanía sobre las Islas Malvinas. Acompañamos todas las expresiones
de repudio y rechazo al modelo neoliberal y por la defensa de los derechos fundamentales
de los pueblos, cercenados unos y negados otros por regímenes del sistema
capitalista. No podemos dejar de mencionar nuestro respaldo al pueblo palestino
en la lucha por su nación y en general a todos quienes luchan por la
liberación nacional.
En lo particular, seguimos en nuestra brega por construir la nueva Colombia,
como oposición política en armas porque no dejaron otra opción,
trabajando hombro a hombro con millones de colombianos, combinando todas las
formas de lucha, desde lo legal a lo insurgente, en ejercicio de nuestros derechos
de defensa, rebelión y autodeterminación como pueblo.
Hoy Colombia se debate ante la agudización de las contradicciones con
mayor fuerza al llegar Álvaro Uribe Vélez a la presidencia, después
de una larga carrera de paramilitarismo y narcotráfico llevada a cabo
en el departamento de Antioquia. Producto de un antidemocrático e ilegitimo
proceso electoral que, sin embargo dejo algo positivo, la presencia del Frente
Social y Político envuelto en el Polo Democrático como oposición
legal al sistema. Las medidas encaminadas hacia una dictadura, no se hicieron
esperar, se declaro la Conmoción Interior, dándole continuidad
al anterior Estado de Sitio, para imponer la oligarquía normas que le
garanticen todo tipo de recursos para la guerra total, como el impuesto al patrimonio
para pagarle al millón de sapos, los semi-soldados campesinos, las Brigadas
profesionales; todo al lado de mas impuestos a la población a través
del IVA a todos los productos, incluidos los básicos de la alimentación.
Crece, sin pudor, el arrodillamiento y la entrega total de nuestra soberanía
a los gringos mientras abren espacios para su intervención militar directa.
El colonialismo es tal que la extradición esta a la orden del día
como forma de aplicar la justicia estadounidense a los nacionales colombianos.
Aumenta la miseria, el hambre, la desocupación y la inseguridad general,
también el desplazamiento violento del campesinado para expropiarlo de
sus tierras. Pero al frente tienen un pueblo dispuesto a la lucha, que sabe
que es mejor morir peleando por sus derechos que arrodillado a los intereses
de los poderosos, por eso en corto tiempo se realizaron dos grandes jornadas
de protesta nacional contra las políticas Neoliberales del Gobierno de
Uribe.
Como FARC- Ejército del Pueblo, mantenemos nuestras armas, banderas y
propuestas políticas plasmadas en la Plataforma de los 10 puntos en alto,
seguros que la nueva Colombia, en paz, con justicia social, dignidad, soberanía
e independencia, solo será posible solucionando las causas económicas,
sociales, políticas y culturales que nos tienen en guerra. Al reiterar
nuestra indeclinable voluntad de paz, hemos propuesto al Gobierno colombiano
reiniciar la búsqueda de salidas diferentes a la guerra para el conflicto
desatado por el imperio, la clase dominante y sus diferentes gobiernos del bipartidismo
liberal-conservador. Nuestra propuesta es concreta: retomar la agenda firmada
en los diálogos con el Gobierno de Andrés Pastrana y desarrollarla
de cara al país y con la participación la activa de las organizaciones
sociales y populares. Para lo cual es necesario que existan las garantías
precisas como: el despeje de los departamentos del Putumayo y Caquetá.
Excluir del lenguaje de los funcionarios oficiales los calificativos de "terroristas
y narcoterrorista", para referirse a nuestra organización de oposición
política-militar al Estado. Una política clara del Gobierno ante
el pueblo para erradicar el paramilitarismo como política oficial del
Estado, financiado fundamentalmente con dineros del tráfico y comercialización
de drogas, la CIA y algunos industriales, como lo ha reconocido su mismo jefe;
con castigo y destitución para los militares, policías y demás
funcionarios gubernamentales implicados en esta actividad criminal; castigar
igualmente a los promotores, instigadores y financiadores.
Hasta hoy, no tenemos ninguna respuesta, ninguna mención, todo lo que
ha dicho este Gobierno en torno a tan importante problema del pueblo colombiano
es que la ONU será mediadora, sin siquiera consultar con las FARC-EP.
El comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, se ha limitado a engañar
a los colombianos en contubernio con los funcionarios de la ONU. Si esa es su
política en el tema central, imagínense cómo será
en otros temas, importantes como el canje de prisioneros, igual se pretende
engañar a la opinión pública nacional e internacional en
foros, conferencias y entrevistas confiado en ganar en los medio de comunicación
lo que no logran obtener en la confrontación. En Colombia se agudizan
las contradicciones con mayor fuerza al decretar el nuevo gobierno el estado
de Conmoción Interior con lo que ha impuesto contribuciones elevadas
para escalar la guerra contra el pueblo en campos y ciudades; se ha inclinado
reverentemente ante la intromisión militar norteamericana, ofrece y garantiza
la extradición de nacionales a Estados Unidos, mientras aumenta la miseria
el hambre, la desocupación y el desplazamiento violento del campesinado
pobre. Siempre hemos estado abiertos a la participación de la Comunidad
Internacional en la búsqueda de soluciones políticas, también
hemos dejado claro que esta participación debe ser sin injerencias en
los asuntos internos, desafortunadamente ante las presiones del Gobierno de
Pastrana y del Gobierno Bush, varios países y la Unión Europea
cedieron y se autodescalificaron al tomar parte a favor del Estado colombiano
al incluirnos en sus listados de organizaciones terroristas. Este es el calificativo
de moda, años antes era el de comunistas enemigos de la humanidad y la
democracia y luego el de narcotraficantes en estas calumniosas campañas
de desprestigio juega un importante papel los grandes medios de desinformación,
de manera lógica, pues ellos defienden los intereses de sus dueños
y de la clase a la que pertenecen. En Colombia, compañeros y compañeras,
hay una guerra por la liberación Nacional, cada día se agudiza
más la confrontación, es la expresión de la lucha de clases,
que continúa siendo el motor de la historia para dolor de muchos y muchas.
De un lado están los y las que todo lo tienen y llevan siglos apropiándose
de las riquezas del país para su exclusivo beneficio, representados en
el imperio estadounidense y el establecimiento, o clase dominante siempre arrodillada
a los intereses imperiales y sin ninguna dignidad de patria, con sus organizaciones
encargadas de la represión en todas las formas de lo jurídico,
al asesinato, pasando por la tortura, la desaparición, el desplazamiento
forzado, el exilio y el destierro.
De otro lado esta el pueblo y sus organizaciones en lucha por sus derechos fundamentales,
ahí encontramos a quienes consideran que hay alguna posibilidad legal
en el marco de ese sistema antidemocrático, represivo y corrupto y quienes
consideramos que la única forma de viabilizar el país es bajo
un Gobierno de Reconstrucción y Reconciliación Nacional como paso
inicial a la transformación revolucionaria de la sociedad. A pesar de
la disparidad de criterios, unidos en la lucha contra el régimen opresor.
Por tal razón concitamos la solidaridad de los pueblos del mundo, de
sus organizaciones, de las personalidades, porque no es posible hacerle el juego
al imperio y a la clase dominante colombiana colocándose de su lado al
aceptar las calumnias y epítetos denigrantes contra quienes luchamos
por los intereses de las mayorías.
A los compañeros y compañeras que por una u otra razón
fallecieron en este periodo les rendimos sentido homenaje, seguros que su lucha
no fue en vano, porque sus pueblos la continuaran.
Contra el Imperialismo por la Patria contra la Oligarquía. Por el Pueblo
hasta la victoria final somos FARC- Ejército del Pueblo.
Desde la clandestinidad:
Comisión Internacional
Raúl Reyes
Integrante del Secretariado del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo, FARC-EP
Diciembre de 2002