9 de diciembre del 2002
Un paro político que juega al golpe militar y al debilitamiento de la petrolera
Otra vez Pdvsa
Ignacio Ortega
Semanario "VERAZ"
Las mismas caras. El mismo guión. La misma intención golpista.
Esta vez, disminuidos en fuerza interna y mermados en prestigio frente a la
masa laboral de Pdvsa. Pero, con tal engreimiento y suficiencia que cualquier
analista desprevenido pensaría que este grupo conspirador tiene en sus
manos la gobernabilidad y el destino de la primera industria nacional. Horacio
Medina, Carmen Elisa Hernandez, Gonzalo Feijoo, Carmen Delgado, Beatriz García,
Juan Conde, Luis Ramírez, Mary Mogollón, Gualberto Bello, Carlos
Morrel, Armando Acosta, Néstor Rangel, Raúl Amor, Marcos Dietrich,
René Lucena, Danny Romero, son los peones que mueven la conspiración
petrolera en tercera línea. Mas atrás quienes ejecutan los planes
conspiradores: Raúl Alemán, Juan Fernández, Luis Aray,
Andrés Riera, Rogelio Lozada, Gabriel García, Eduardo Asenjo,
Edgar Rasquin, Luis Matheus, Daniel García, Iván Crespo, Luis
Pacheco, Ricardo Piña, Alfredo Martínez, Esqueda, Mary Lizardo,
Cantafio, Asapche, Armando Izquierdo, Amaya. Encargados de las paralizaciones
y saboteos a las instalaciones desde los centros de control y a través
de instrucciones gerenciales. Asimismo, cerrando servicios esenciales para el
personal como los comedores, transporte, clínicas industriales etc. Manejando
sesgadamente las informaciones y saboteando el flujo de instrucciones automáticas
de funcionamiento. En la cúpula directiva de este siniestro plan antinacional:
Edgar Paredes, Luis A. Rojas, Vincenzo Paglione, Karl Mazeika, y Eduardo Praselj.
Como asesores y futuros brockers de la venta de Pdvsa aparecen los ya conocidos:
Luis Giusti, Sosa Pietri, Calderón Berti, Quirós Corradi. Quienes
se han peleado entre sí porque representan diversos intereses transnacionales
muchos de ellos encontrados.
Sobre la cúspide de la pirámide golpista están los financistas
del "putch" y la representación de los hipotéticos compradores
de Pdvsa dirigidos por el voraz Gustavo Cisneros quien aspira adueñarse
de Citgo.
Las relaciones con la coordinadora golpista las efectúan Juan Fernández
y Luis Andrés Rojas. A algunas reuniones asiste Horacio Medina - quien
no es muy confiable según Fernández-. Sin embargo, los verdaderos
dirigentes de la conspiración petrolera son Edgar Paredes, Raúl
Alemán, Luis Andrés Rojas, Luis Pacheco y Eduardo Praselj. Apoyados
desde afuera por los medios de comunicación nacionales y por las acciones
de la derecha cubana desde Miami, coordinadas en Venezuela por José Toro
Hardy y Rafael Poleo.
Deslindes de algunos ejecutivos
El fracaso del golpe de abril llenó de escepticismo a muchos de quienes
apoyaron, con engaños, a Lameda, Praselj y Paredes. La lucha por los
méritos que derivó en una pugna política para derribar
al gobierno no era el sentimiento mayoritario de quienes participaron en el
paro de marzo-abril. Como consecuencia, en las circunstancias actuales, ha habido
importantes deslindes y se han suavizado posiciones. Inteligentemente, han advertido
de la aventura y del sacrificio al cual se está llevando a mucha gente
honesta de Pdvsa. No obstante todas las advertencias y buenos consejos se ha
impuesto, compulsivamente, la tesis radical impulsada por el protagonismo y
la ideología de algunos lideres petroleros, respaldados recalcitrantemente
por los medios de comunicación social, golpistas: (Cisneros, Camero-Ibáñez,
RCN-Granier, Otero, Mata).
¿Qué sectores apoyan en Venezuela la acción de los conspiradores
de Pdvsa?
Por supuesto, las fuerzas de pensamiento social más atrasado del país,
principalmente representadas en la cúpula de Fedecámaras, en la
dirigencia sindical corrupta de la CTV y en los grupos políticos de la
derecha. De igual modo aupan, entusiastamente, a estos meritocráticos,
organizaciones racistas como Tradición Familia y Propiedad, en la cual
milita Juan Fernández. El Opus Dei, quien, respaldado por el Embajador
de España (Viturro) y los capitales financieros españoles (Santander
y BVA), procura, igualmente, una tajada petrolera para las empresas que ellos
manejan internacionalmente.
Una segunda nacionalización es necesaria
Porque Pdvsa está penetrada en sus estructuras de dirección por
intereses contrapuestos a los de la Nación venezolana. Porque la Constitución
de la República expresamente así lo manda. Y porque los cuadros
gerenciales de la estatal petrolera están sobresaturados de gente. De
acuerdo a prestigiosos sectores que trabajan arduamente por el progreso de Pdvsa
el 50% de los empleados de las nóminas ejecutiva y mayor de Caracas,
sobran. Así de sencillo. Esa mitad que sí trabaja paga los abultados
salarios de la otra mitad que se dedica a hacer política. Entonces, el
país debe exigirle a la directiva de Pdvsa comenzar a corregir estos
entuertos.