5 de diciembre del 2002
Lucio
Ignacio Ramonet
otra Realidd
Para alegría de muchos y consternación de algunos, el perímetro
de la izquierda se sigue extendiendo en América latina. Después
del triunfo de Lula en Brasil el pasado 27 de octubre, otro "candidato de los
pobres", coronel Lucio Gutiérrez, ha ganado el 24 del mes en curso en
Ecuador. Estos nuevos presidentes se añaden a otros líderes progresistas:
Hugo Chávez en Venezuela y claro está, Fidel Castro en Cuba. Si
añadimos el social-demócrata Ricardo Lagos de Chile, sumamos que
en enero de 2003, y salvo pronunciamientos siempre posibles, estos cinco mandatarios
de izquierda regirán los destinos de nada menos que la mitad de los habitantes
de Latinoamérica, unos 235 millones de personas en un total de 500 millones.
Es un cambio enorme con respecto a la situación que prevalecía
hace unos años, cuando con excepción de Cuba, el conjunto de los
países comprendidos entre Río Grande hasta Tierra de Fuego aplicaban
políticas neoliberales, liquidando y privatizando a mansalva los conatos
de estados de bienestar. En todas esas partes las políticas han agravado
las desigualdades, arruinando a las clases medias y provocando un fenomenal
descontento que ahora se traduce en las urnas con la elección de líderes
comprometidos en sacar a sus países del atolladero neoliberal.
Ecuador es el más pequeño de los estados andinos, ocuparía
la mitad de España, y lo pueblan doce millones de personas. Primer productor
mundial de plátanos e importante proveedor de café, algodón
y pesca, posee grandes riquezas, abundantes yacimientos de petróleo y
gas, sin embargo, el 80% por ciento de sus habitantes viven en la pobreza y
Transparency International lo clasifica en segundo lugar de la corrupción
americana.
También se caracteriza Ecuador por tener una población india en
su mayoría, que en el contexto del gran despertar indígena anunciado
por el subcomandante Marcos, se ha convertido en protagonista principal de la
vida política. Doce naciones indias lo componen, de las cuales la quechua
es la más numerosa. Organizadas en el seno de la Confederación
de Nacionalidades Indígenas (CONAI), su brazo político es el movimiento
Pachacutik-Nuestra tierra que dirigen Nina Pacari, doctora en derecho, y Auke
Tituaña, catedrático de economía formado en la Universidad
de La Habana.
Los últimos presidentes ecuatorianos, Abdalá Bucaran y Jamil Mahuad
(ambos, curiosamente, de origen árabe), fueron derrocados por insurrecciones
populares en las que la CONAI y los indígenas tuvieron el papel central.
En la última, de enero de 2OOO, un grupo de jóvenes oficiales
se negó a masacrar a los indios, sumándose a la rebelión
que derrocó a Mahuad. Quien más se distinguió allí
fue el coronel Lucio Gutiérrez, condenado luego a seis meses de cárcel,
por lo cual mereció la comparación con el comandante venezolano
Hugo Chávez.
Como el, Lucio es un personaje fuera de serie. Es también mestizo y de
pobre familia, habiendo elegido el ejército para obtener el título
de ingeniero y hacer carrera. Tras los estudios, se inscribióen el International
Defense College de Washington para aprender relaciones internacionales y en
el Fu Hsing Kand de Taiwan para comprender los problemas del desarrollo económico.
Su esposa Ximena, a la que llaman "La coronela", es médico en un dispensario
de pobres y pasionaria de las cuestiones sociales.
Integro y serio, Lucio fundó su propio partido Sociedad Patriótica
el 21 de enero. En el se reúnen antiguos militares y diversas fuerzas
sociales. Su campaña se centra en la corrupción y la antiglobalización.
Lo apoyaron los indígenas de Pachakutic y el Movimiento Popular Democrático,
que reúne a los sectores de izquierda más radicales.
Como para Lula en Brasil, lo más difícil para Lucio empieza ahora,cuando
hay que introducir cambios sustanciales, sin disponer de la mayoría en
un Congreso dominado por los partidos oligárquicos tradicionales. Pero
lo seguro es que el viejo modo de hacer política a base de discriminación
racial, social y cultural se terminó en Ecuador.