El Gobierno vuelve a postergar su cita con Evo Morales
El quinto encuentro, considerado decisivo, debía realizarse el 5 de noviembre. El Ejecutivo lo pospuso para el 29 y ayer dijo que será el 2 de diciembre. Los cocaleros están molestos, pero asistirán a la reunión.
El Gobierno postergó, por segunda vez, la reunión que debían sostener el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y el dirigente cocalero Evo Morales este viernes. La cita será el 2 de diciembre en la ciudad de Cochabamba.
La fecha que tanto Sánchez de Lozada como Morales habían fijado para su quinto encuentro era el 5 de noviembre, la que coincidía con los primeros 90 días que el Gobierno había pedido a la población para arrancar con su plan anticrisis.
En esa ocasión, el Ejecutivo pidió la postergación del encuentro para el 29 porque el Presidente debía cumplir una visita oficial a Estados Unidos en la que, según Evo Morales, consultaría sobre la posibilidad de decretar una pausa en la erradicación de cocales.
La nueva postergación fue confirmada ayer por el vocero presidencial, Mauricio Antezana, y la atribuyó a "problemas de agenda del Jefe de Estado".
Después, el Gobierno explicó que una de las razones para postergar la reunión es porque el Presidente está ocupado en la elaboración de los reglamentos de la Ley del Bonosol y también porque el líder de los cocaleros, Evo Morales, se encuentra en Cuba, donde asiste a un seminario.
En Cochabamba, los cocaleros dijeron sentirse molestos e indignados, pero que aceptarán el nuevo cuarto intermedio propuesto por el Gobierno hasta el 2 de diciembre, porque no quieren que se rompa el diálogo.
El dirigente y diputado suplente Luis Cutipa afirmó que el Gobierno se está haciendo la burla de los campesinos cocaleros con tantos cuartos intermedios, porque no tiene ninguna intención de declarar una pausa en la erradicación de cocales.
El Gobierno y los cocaleros están embarcados en un proceso de diálogo desde el 13 de septiembre de este año con el objetivo de detener la violencia en el Chapare, donde se presentaron los más sangrientos conflictos en los gobiernos de Hugo Banzer y Jorge Quiroga. La agenda incluye la pausa en la erradicación, la desmilitarización del trópico, el desarrollo alternativo y los mercados legales para la coca.
Desde Villa Tunari, el dirigente Delfín Olivera dijo que hay indignación en las bases cocaleras, porque el Gobierno no tiene la intención de resolver sus demandas. "El Gobierno quiere que rompamos el diálogo, pero no le vamos a dar gusto, vamos a asistir a la reunión con el Presidente, pero no vamos a aceptar otro cuarto intermedio después del 2 de diciembre", dijo.
Sostuvo que los cocaleros de base consideran que el Gobierno es soberbio y por eso las centrales de Chimoré, Carrasco, Ivirgarzama, entre otras, quieren asumir medidas de presión