26 de diciembre del 2002
Esquema de Acción Desarrollado por la CIA en Venezuela
Ángel Cristóbal Colmenares
Rebelión
Operaciones de acción política
… Con vistas a la obtención de información de inteligencia política
y al desarrollo de relaciones con posibles agentes de acción política,
la mayoría de las estaciones tienen establecido un programa constante
de contacto con los políticos locales, tanto de la oposición como
de los partidos gubernamentales. Entablar relaciones de amistad con los exponentes
de la política local no suele resultar difícil, porque los funcionarios
de la CIA, bajo disfraz diplomático en las embajadas, tienen acceso natural
a sus objetivos a través de los cócteles, recepciones, clubs y
otros mecanismos que les permiten reunirse con las personas de mayor interés.
Los funcionarios del servicio diplomático del Departamento de Estado
y los propios embajadores pueden facilitar también la expansión
de los contactos políticos de la estación por medio de la adecuada
presentación de personas. Cuando se establece el interés de un
contacto político local con vistas a los fines de la estación,
se solicita en la central una investigación de antecedentes y una aprobación
operativa y, a continuación, el funcionario de la estación que
haya establecido contacto con el objetivo empieza a facilitar ayuda económica
destinada a la campaña política y a la promoción del grupo
o partido político al que pertenezca el objetivo. Es de esperar --y ello
ocurre casi siempre-- que el objetivo utilice parte del dinero para gastos personales,
de tal forma que acabe dependiendo de la estación en calidad de fuente
de sus ingresos. Si todo marcha bien, es muy posible que el político
local facilite información de su propio partido y de su gobierno caso
de que de ocupe un cargo oficial y que siga, dentro de unos límites razonables,
las directrices de la estación en relación con la cuestión
comunista.
Las operaciones de enlace de una estación con los servicios de seguridad
locales constituyen también un valioso elemento con vistas a la acción
política. Dada la frecuente inestabilidad política que se registra
en los países subdesarrollados, los políticos a cuyo cargo se
encuentran las fuerzas de seguridad civiles y militares suelen ocupar unas posiciones
clave, tanto desde el punto de vista de la acción como desde el de la
información, y a menudo acaban entablando relaciones operativas con la
estación, en los casos en que acceden al cargo por el simple hecho de
permitir que prosigan las operaciones de enlace ya iniciadas. La estación
les somete en tal caso a una constante valoración con vistas a su posible
utilización en la acción política y, en las ocasiones en
que ello se considere necesario, es posible que sean llamados a emprender determinadas
tareas. La ayuda económica se utiliza también para la promoción
de sus carreras políticas y para proseguir las relaciones una vez abandonan
el cargo.
En calidad de árbitros finales de los conflictos políticos de
tantos países, los dirigentes militares constituyen unos importantes
objetivos de reclutamiento. Los funcionarios de la estación establecen
contacto con ellos utilizando una gran variedad de medios y, en ocasiones, a
través de una simple presentación por parte de los agregados militares
de los Estados Unidos o del personal de las Misiones de Ayuda Militar de los
Estados Unidos.
Para alcanzar dichos contactos pueden utilizarse a veces los enlaces que se
hayan establecido entre la Agencia y los servicios de inteligencia locales.
Finalmente, los funcionarios de la CIA pueden también establecer contacto
con aquellos militares de otros países que acuden a los Estados Unidos
para participar en programas de adiestramiento. Tal como ocurre en el caso de
los políticos, la mayoría de estaciones de la Agencia tienen establecido
un programa constante de acercamiento a los dirigentes militares locales, tanto
con vistas a la recogida de información como a su posible utilización
en las operaciones de acción política.
… Sin embargo, no se trata simplemente de financiar y dirigir a los políticos
locales. En situaciones consideradas peligrosas para los Estados Unidos, la
Agencia se encarga de organizar operaciones electorales por medio de todo un
partido político. Y presta su apoyo económico tanto a los candidatos
"conocedores" como a los "desconocedores". Tales operaciones, por valor de millones
de dólares, es posible que se inicien un año o más antes
de las elecciones y en ellas se incluyen las campañas de propaganda masiva
y relaciones públicas, la creación de numerosas organizaciones
de primera línea y de mecanismos de financiación (a menudo, hombres
de negocios norteamericanos residentes en el país), las encuestas de
votantes, la formación de "escuadras de castigo" destinadas a intimidar
a la oposición, la organización de provocaciones y la circulación
de rumores destinados a desacreditar a los candidatos no deseados. Los fondos
se utilizan también para comprar a los votantes y sobornar a los interventores.
Operaciones de medios de comunicación
El papel de la CIA en el programa de propaganda de los Estados Unidos está
determinado por la división oficial de la propaganda en tres categorías
generales: blanca, gris y negra.
La propaganda blanca es aquella en la que se reconoce abiertamente una procedencia
del gobierno de los Estados Unidos, por ejemplo, de la Agencia de Información
de los Estados Unidos (USIA); la propaganda gris es aquella que se atribuye
a personas u organizaciones que no reconocen al gobierno de los Estados Unidos
como fuente de su material y que suministran dicho material como propio; la
propaganda negra es el material que se atribuye a una fuente inexistente, o
bien el material falso que se atribuye a fuentes reales. La CIA es el único
organismo del gobierno de los Estados Unidos con autorización para organizar
operaciones de propaganda negra… Es posible que los canales de la propaganda
gris o negra no estén al corriente del origen norteamericano de la misma.
Ello se debe en parte al hecho de resultar de este modo más efectiva,
y en parte a la necesidad de limitar el número de personas al corriente
de la situación, reduciéndose de esta forma el peligro de que
se descubra la verdadera fuente.
Así, por ejemplo, los periodistas, políticos, hombres de negocios
y otras personas pueden hacer propaganda a cambio incluso de dinero, sin saber
necesariamente quiénes son sus amos. Es evidente que algunos de ellos
lo saben y en la terminología de la agencia se establece una distinción
entre agentes "conocedores" y "desconocedores".
Operaciones paramilitares
En algunas ocasiones la situación política de un determinado país
no puede recuperarse con la rapidez y la eficacia que sería de desear
a través de operaciones PP (Psicológicas y Paramilitares), tales
como la acción política. En tales casos, la Agencia organiza operaciones
a un más alto nivel de conflicto, en las que pueden incluirse acciones
militares cuyo origen norteamericano no debe, sin embargo, descubrirse jamás.
Estas operaciones bélicas no convencionales se denominan operaciones
paramilitares. La Agencia se rige según la carta constitucional del Consejo
Nacional de Seguridad, relativo a la intervención militar no convencional
del gobierno de los Estados Unidos, si bien cabe señalar que, en caso
de guerra generalizada, los servicios militares también pueden desarrollar
acciones de tipo paramilitar… … La Sección de Guerra Económica
del equipo de PP es una subsección de las Operaciones Paramilitares,
porque entre sus misiones se incluye el sabotaje de ciertas actividades económicas
clave en determinado país-objetivo y la denegación de importaciones
esenciales, como, por ejemplo, petróleo. En caso de que falles otros
esfuerzos para impedir que se lleve a cabo un comercio no deseado, se puede
contaminar un producto agrícola destinado a la exportación o estropear
algún material asociado (como, por ejemplo, los sacos destinados a la
exportación de azúcar cubano) o bien producir deterioros en alguna
partida de tractores, autobuses o camiones destinados al país- objetivo.
Dado que la "guerra económica" se emprende con el fin de agravar las
condiciones económicas de un determinado país, dichas operaciones
incluyen, además del sabotaje, la utilización de propaganda de
organizaciones sindicales, juveniles, estudiantiles y de otro tipo que se encuentren
bajo control de la CIA, con el fin de restringir el comercio, por parte de un
país amigo, de aquellos productos de que precisa el país- objetivo.
También puede solicitarse de las empresas norteamericanas que reduzcan
voluntariamente el suministro de los productos en cuestión. Sin embargo,
a este respecto suelen resultar mucho más eficaces las operaciones de
acción política de las estaciones.
El material que leyeron previamente forma parte de los Manuales de Operaciones que la CIA utiliza para el entrenamiento de sus agentes. Lo hemos tomado del libro "LA 'COMPAÑÍA' POR DENTRO: DIARIO DE LA CIA", escrito por el ex funcionario de esa Agencia, Philip Agee.
Los procedimientos posiblemente hayan cambiado, de acuerdo al desarrollo histórico y social (ese libro fue escrito en las postrimerías de los años setenta); por ejemplo, Operaciones Psicológicas y Paramilitares se denominan ahora CA (Cover Action o Acción Encubierta) pero tanto las funciones como los objetivos de la agencia terrorista gubernamental estadounidense siguen invariables. Y tal es, en términos generales, el plan que actualmente aplican contra nuestro país.
Fijémonos cómo funcionarios gubernamentales sabotean la marcha de las instituciones, como los gobernadores, alcaldes, fiscales del Ministerio Público, diputados, policías y militares alineados con la conspiración.
Verifiquemos cómo las "escuadras de castigo" de los conspiradores agreden a comerciantes que se niegan a cerrar sus negocios, y de qué manera los medios de difusión masiva esparcen propaganda negra cada minuto del día, mientras elementos de las nóminas ejecutivas de nuestra (ahora parece que sí) empresa energética sabotean las operaciones de producción, carga, distribución y venta, causando daños a valiosos equipos e instalaciones.
Paralelamente, la Operación de Acción Política se desarrolla con la evidente participación de funcionarios del gobierno estadounidense, quienes directamente o mediante artículos de prensa "dan la línea" de elecciones adelantadas, referenda revocatorios disfrazados de consultivos y cualesquiera otros recursos que les permitan "calentar" el ambiente para buscar la salida que verdaderamente buscan: el derrocamiento violento del gobierno y la liquidación de la Constitución. Para ellos no hay navidad, paz ni abrazos que valgan. Su norte es el dólar y su método para convencer es la violencia.