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Latinoamérica

Marcos - Garzón
El debate

Luis Javier Garrido / LA JORNADA

El debate, que acaso nunca se lleve a cabo entre el subcomandante insurgente Marcos del EZLN y el juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional de España en torno a la justicia en el marco del neoliberalismo, a los derechos de los pueblos indios y a la situación prevaleciente en el País Vasco, sería una excelente oportunidad, por la resonancia que podría alcanzar, para plantear cuestiones capitales que no se están discutiendo en la actualidad y sobre las que urge abrir un diálogo a nivel internacional.
1. El intercambio de misivas de los últimos días entre Marcos y Garzón podría llevar no a una descalificación del movimiento zapatista, como muchos pretendieron hacerlo de manera inútil, sino a poner en la mesa de debates algunos de los temas centrales del mundo neoliberalizado, que hasta ahora los intereses dominantes han impedido debatir abiertamente y en un plano de igualdad entre quienes sostienen posiciones encontradas.
2. La carta de Marcos al roquero español Angel Luis Lara El Ruso con motivo de la fundación de un Aguascalientes en España (La Jornada del 25 de noviembre), en la cual emitía opiniones sobre diversos personajes del conservadurismo español, que suscitó gran encono de políticos y académicos de la derecha ansiosos de poder descalificar al zapatismo, y que fuera respondida de manera poco inteligente por el magistrado español en un largo texto plagado de insultos en el cual retaba al Sub a un debate (El Universal del 6 de diciembre), así como las cartas de éste al juez aceptando el reto y proponiendo que dicho encuentro se lleve a cabo en la isla canaria de Lanzarote, y a las fuerzas políticas españolas precisando la iniciativa (La Jornada del 9 de diciembre) han abierto así un posible espacio de discusión de alcances insospechados.
3. El neoliberalismo es ante todo una doctrina de rasgos totalitarios que no admite cuestionamientos, y los políticos e ideólogos que se escudan tras de sus tesis no han tenido ante la inconformidad creciente más argumento que sostener que no hay otra vía posible para organizar a la sociedad que adoptar ese modelo único y, luego del 11 de septiembre, mostrando su incapacidad para debatir, están llegando aun a descalificar a todo crítico e inconforme como "totalitario", "integrista" e incluso "terrorista", de manera que Garzón no ha constituido la excepción, y eso resulta más preocupante.
4. En su carta fallida en la cual los argumentos son sustituidos por los insultos, Garzón se sitúa en la misma línea de George W. Bush y, con una irresponsabilidad que sorprende en quien debería recordar que es miembro de la judicatura, pretende perversamente identificar a los miembros del EZLN como "terroristas" y enemigos de la democracia y asumirse él como un supuesto "demócrata", como si se pudieran desconocer, por un lado, las aportaciones de los zapatistas a la construcción de una nueva democracia sustentada en otra ética política, y por el otro, la trayectoria zigzagueante y tortuosa de Garzón en el PSOE, primero en pos de cargos legislativos y luego de una cartera ministerial que nunca le llegó, y ahora su identificación plena con la derecha de Aznar y con el PP, a los que tan eficazmente está sirviendo en el caso del País Vasco.
5. ¿Quién puede ignorar, entre otras cosas, que Garzón en más de 10 años de buscar a los genocidas de Latinoamérica no ha procesado a uno solo?
6. El incidente es preocupante por el papel que han desempeñado los medios, como acontece en especial en el caso de España, donde a pesar de estar involucrados en la controversia personajes públicos españoles, el asunto no se ha tratado de manera profesional. La primera carta de Marcos al Aguascalientes madrileño sólo mereció una insignificante mención en El País (27 de noviembre), la respuesta de Garzón con su reto fue sintetizada, no muy bien, por el mismo diario (7 de diciembre) y la aceptación de Marcos del reto de Garzón fue condensada de manera deficiente por El País, El Mundo y La Vanguardia de Barcelona (10 de diciembre). Y aunque el hundimiento del Prestige en las costas de Galicia, que se estima como una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia, ha consternado a los españoles, abriendo enorme polémica por la responsabilidad de la derecha gobernante española en lo acontecido, nada justifica la información sesgada.
7. La intolerancia de buen número de periodistas, así como de medios mexicanos y extranjeros, que falseando la realidad aprovecharon el incidente para tratar de deformar la realidad linchando al EZLN con imputaciones calumniosas, y el papel sórdido de algunos académicos y artistas que a fin de presentarse con una supuesta actitud "políticamente correcta" ante los grandes poderes trasnacionales y, aun a sabiendas de que mentían, se sumaron a esa campaña de desprestigio, tienen gran significado en el contexto actual, pues permiten caracterizar mejor a los poderes trasnacionales.
8. José Saramago lo sintetiza correctamente cuando en la entrevista concedida ayer a La Jornada (12 de diciembre), al comentar, entre otros textos, el artículo calumnioso de Carlos Fuentes sobre los zapatistas, afirmó que mucho de lo publicado en torno al posible debate mostraba una política de "manipulación" de parte de los medios y constituía "una vergüenza informativa".
9. La discusión que el mundo requiere conocer es sobre la realidad de las políticas que se están imponiendo en el mundo entero, y que lo mismo afectan a las comunidades indígenas de Chiapas que al pueblo vasco o a los pescadores gallegos, pues se sustentan en la misma premisa: los derechos de las multinacionales están sobre los derechos de los individuos, de las comunidades y de la nación en su conjunto.
10. El mundo neoliberal actual se halla inmerso en la irracionalidad y no hay muchas iniciativas para abrir un debate racional en torno a lo que está aconteciendo, por lo que el encuentro de Lanzarote podría constituir, de haber voluntad política, un precedente significativo para contribuir a la construcción de un mundo diferente.