16 de diciembre del 2002
Violencia y terrorismo de estado, sociedad y cultura
Nelly Marzouka
La violencia de cualquier origen es un problema psicosocial, que se manifiesta
a nivel de la sociedad bajo dos formas: Violencia institucionalizada o Terrorismo
de Estado presente en las colonizaciones y en los sistemas políticos,
económicos y sociales pertenecientes a regímenes autoritarios,
dictatoriales que conforman una ocupación por parte del que tiene el
poder y por lo tanto restringen libertades básicas. Por otra parte, en
el contexto de condicionantes biopsicológicos, socioeconómicos
y socioculturales, la violencia se manifiesta entre particulares, en fenómenos
tales como la delincuencia, violencia sexual e intrafamiliar. En todos estos
casos, se ven violados los Derechos Humanos fundamentales.
ELEMENTOS PARA CONCEPTUALIZAR LA VIOLENCIA Y EL TERRORISMO DE ESTADO:
- Carácter Humano: La violencia como realidad y actividad humana, contiene
elaboración, direccionalidad, presupone un sistema de símbolos,
representaciones, valores y legalidades comunes o enfrentadas; a diferencia
de la impulsividad o agresividad en los animales. Se da en un determinado ordenamiento
económico y social, en una estructura de poder.
- Proceso: Implica un conjunto de estrategias, decisiones, hechos, efectos.
No es pensar en una serie de hechos sangrientos, inconexos y aislados. Es considerar
la totalidad del proceso violento, es establecer los hilos conductores, la lógica.
- Generadora de reacción social: La violencia y Terrorismo de estado,
genera una necesaria, capacidad de respuesta corporal a la acción nociva
de agentes y procesos en deterioro. Si en buena medida es un problema de relación
de poder, es lógico que en ocasiones se ejerza para confrontar al poder
o responder a sus abusos. Las históricas resistencias a las invasiones
colonialistas, el caso argelino frente a la ocupación francesa, así
como el caso palestino frente a la ocupación sionista-israelí,
constituyen ejemplos de ésta reacción.
- Intencionalidad: Posee una dirección y un objetivo claro, consistente
en el sometimiento del mas débil.
- Productora de malestar: Si la salud es forma y condición concreta de
realización de la vida individual y colectiva, subjetivamente traducida
en una sensación de bienestar, su correlato negativo lo constituyen todas
las condiciones que impiden el desarrollo de la vida, percibidas como malestar
individual o colectivo. Concretizando, la utilización del cuerpo, de
medios bioquímicos, o el exceso de fuerzas (generalmente mediado por
armas e instrumentos), mutila, desequilibra los componentes y el funcionamiento
orgánico, hiere y produce dolor. Acompañando y agravando estas
concretizaciones de la violencia, se presentan las alteraciones psicoemocionales,
las consiguientes secuelas en sus entornos familiares, escolares y sociales.
Es también, el clima malsano generado por las amenazas, la difamación,
el terrorismo de Estado y las diferentes formas represivas, en donde la vida
no solo se altera con su liquidación, sino con las diferentes formas
de entorpecerla, entristecerla, hacerla menos placentera y productiva. Posiblemente,
por éste reduccionismo social, se tienen mínimos registros de
las violencias que no matan pero perjudican la vida cotidiana y salud mental.
- Violencia y muerte: Es diferente morir y ser asesinado, ya que implica que
no es la muerte como fenómeno inevitable, sino como imposición
por la fuerza, es una lección de poder. No se asesina a alguien o se
extermina a un grupo porque sí, sino porque son proyectos en construcción
o en descomposición, ya que ¿Cuáles son los mensajes contenidos
en las masacres?
TAREAS SOCIOCULTURALES FRENTE AL FENÓMENO DE LA VIOLENCIA Y EL TERRORISMO
DE ESTADO:
- Construcción de una sana conciencia social frente a la violencia, implica
liberar de percepciones, preconceptos y actitudes acerca de la violencia de
muchos contaminantes que impiden o dificultan entenderla y enfrentarla adecuadamente,
tales como: Fatalismo, o sea una especie de imperativo contra la humanidad sin
posibilidad de intervención en su curso, a esto habría que demostrar
con hechos sociales que en tiempos históricos, el problema puede modificarse
y reducirse. La otra actitud es la vanalización, o sea la aceptación
pasiva, vulgarización, cotidianización de la violencia, el establecimiento
de un pacto de convivencia. Vivir como si ella no existiera, sin reconocerla,
ni reaccionar o reconociéndola sólo como hechos aislados, sin
historia ni contexto. La antivanalización no es el pánico permanente,
ni la obsesión monotemática, es la comprensión de la magnitud
real del problema, la ponderación de sus implicancias y la capacidad
de reacción individual, colectiva y sistemática.
- Contribución a la construcción de un conocimiento científico
y un enfrentamiento sistemático del problema. Se trata de participar
con los elementos teóricos y metodológicos de las diferentes disciplinas
al esclarecimiento de la naturaleza, la diversidad en su génesis, la
lógica y dinámica cambiante, y los efectos variables de los diferentes
tipos de violencia. Hipótesis, sentido común, historia, ciencias
jurídicas, economía, política, antropologia, sociología
epidemiología. Pasar del hecho a los procesos, de la emoción al
pensamiento reflexivo y del pensamiento a la acción.
- Movilización social en defensa de la vida, implica reducir los niveles
de violencia como para ambientar formas de relación social más
democráticas y justas, más ciudadanas e igualitarias ,es decir,
no es sólo reducir tasas de mortalidad , es también la defensa
de las condiciones que hacen que la vida sea mas tranquila, creativa y feliz,
o sea, cambios valorativos encaminados a la urgente sustitución de la
competencia por la solidaridad, del individualismo por la colaboración,
del consumismo y déficit de valores y conducción moral (Ej.The
american way of life) versus, la forma de vida e integridad resguardadas en
las tradiciones y culturas orientales, como por ejemplo, en las sociedades árabes
e islámicas.
* Psicóloga Clínica, Universidad de Chile