Latinoamérica

JPM

Ayer domingo al mediodía pasé frente a la embajada venezolana en la calle Bustos (Providencia/Plaza P. de Valdivia) y me encontré con una minúscula y agresiva manifestación de venezolanos residentes en Santiago contrarios al gobierno del Presidente Chávez.
A la vista de varios carteles muy groseros contra el Presidente de Venezuela no pude dejar de conversar (y luego discutir) con algunos de ellos (casi todos de clase media alta y bastante incultos y desinformados). A los pocos minutos me di cuenta que estaba que sólo "trasmitían en FM" todas los mitos y las consignas mediáticas más disparatadas que trasmite la gran prensa opositora a Chávez y las cadenas televisivas golpistas.
El tono y las consignas eran absolutamente "barrio alto chileno 1972-73" y mientras yo conversaba en la verda opuesta con un funcionario de la embajada venezolana pasó un lujoso auto plateado con lo que parecía ser un matrimonio de mediana edad. El hombre conducía con una mano y sacaba por la ventanilla una bandera venezolana mientras hacía el saludo nazi con ruidosos gritos de "Sieg Heil". Pararon frente a nosotros y la rubia enjoyada y cuarentona comenzó a insultar a Chávez -con acento venezolano- mientras pedía a gritos "un Pinochet para Venezuela". Los "demócratas" de la vereda opuesta los aplaudieron a rabiar. Me recordó como una gota de agua a otra una escena que vi durante el "paro de octubre" de 1972 en el frontis de la golpista radio Minería.
La decena de protestantes ni se acordaban ya ni reconocían vinculación alguna del intento desestabilizador actual con el golpe militar fallido del 11-13 abril de este año y con el breve intento de dictadura fascista de don Pedro "El Breve" Carmona, el fallido golpista y ex Presidente de la patronal Fedecámaras (la CPC venezolana) que hoy reside entre Bogotá y Miami. El actual Presidente de Fedecámaras -de apellido Fernández- que colidera el nuevo intento golpista contra Chávez se autodefine como "un demócrata" pero tiene el típico discurso paranoide y extremo de "guerra fría" que bien conocimos en Chile a partir de 1970 y que sirvió para sentar las bases de la doctrina de la "larga dictadura necesaria". El sr. Fernández repite cada tres frases anti-Chávez eso de "el régimen castro-comunista del sr. Chávez" o lo de "la vocación totalitaria del regimen chavista". Pero ya los venezolanos "de a pie" comprobaron entre el 11 y el 13 de abril de este año quien tenía la "vocación totalitaria", ya que de entrada don Pedro "El Breve" Carmona disolvió el Parlamento y puso fuera de la ley a los partidos políticos gubernamentales (de nuevo "la receta chilena", pero el Plan Z venezolano de los "francotiradores asesinos chavistas" fue algo torpe y no tuvo tiempo de "cuajar") y también la decisión criminal de concretarla (en sólo día y medio los fallidos golpistas asesinaron, desaparecieron y torturaron a más de 100 venezolanos y asaltaron decenas de residencias de funcionarios y partidarios del gobierno bolivariano).
En cuanto a los métodos el analista Bossi -de "Correos de la Emancipación" - hace un excelente análisis pero le falta el conocimiento de primera mano que tuvimos los chilenos que vivimos la gestación 1970-73 del golpe fascista. Hoy en la página internacional de "El Mercurio" los complotadores venezolanos reconocen que están siguiendo el "libreto chileno" para hacer ingobernable Venezuela y destruir así el proyecto democrático, humanista y progresista de la República Bolivariana.Yo añadiría que además de la "receta chilena" (con los consabidos cubanos a los que ahora dse les agrega "terroristas islámicos" de la OPEP) están utilizando el "método Oswald", o sea basados en el montaje que hicieron en 1963 las agencias de inteligencia - con grupos mafiosos- que planificaron y realizaron el asesinato del presidente norteamericano John Kennedy en Dallas en noviembre de 1963.
Ya está claro en Venezuela -para el que lo quiera ver y para los que están informados- que en el 11 de abril misteriosos francotiradores (que arribaron de Miami) fueron apostados en algunos edificios cercanos al Palacio de Miraflores y a la trayectoria de la marcha opositora de ese día y que desde ahí balearon tanto a la multitud partidaria del Presidente Chávez como a los mismos opositores provocando más de 15 muertos y centenares de heridos. A las pocas horas de ese baleo las cadenas de la TV comprometidas en el golpe militar pasaron un video -grabado el día anterior- en el cual una veintena de altos oficiales justificaba el derrocamiento del Presidente Chávez por los "asesinatos que el gobierno había cometido ese día". Burdo pero muy eficiente cuando se controla en 80 o 90% de los medios escritos, de Internet y de televisión. Los responsables de esa conspiración que recuerda un asesinato de ultraderecha -cargado por un par de oficiales conspiradores y muchos periodistas y políticos golpistas a un militante UP- del edecán naval Araya del Presidente Allende en julio de 1973 tampoco han podido ser procesados judicialmente, ya que contaron con la "vista gorda" de una estrecha mayoría de la Corte Suprema venezolana.
Hace pocos día hubo un extraño baleo en la ya famosa Plaza Altamira del barrio este (el barrio acomodado de Caracas) de Caracas donde libremente desde octubre se juntaban los altos oficiales (sin tropas) alzados contra el gobierno constitucional de Venezuela con sus partidarios civiles. En ese baleo hubo varios heridos y tres o cuatro y todo esto en una plaza custodiada tanto por militares antichavistas armados como por la policía municipal de una Alcaldía que está en manos del partido "Primero Justicia" (la UDI venezolana). A los pocos minutos del baleo fue detenido -con un arma- un ciudadano venezolano de origen portugués. Esa misma noche las cadenas televisivas golpistas encabezadas por Globovisión pasaron un video donde el presunto pistolero aparecía en una manifestación bolivariana del día anterior y al lado del conocido alcalde chavista de una zona popular de de Caracas (Freddy Bernal). El gobierno -a través de la Policía de inmigración- descubrió que el "oportuno" pistolero portugués había entrado a Venezuela -por avión y proveniente de Lisboa en un vuelo de la TAP portuguesa- medio día antes del baleo de la Plaza Altamira y medio día después de su aparición en el video trucado de Globovisión. A la hora de la manifestación chavista el extraño venezolano-portugués estaba abordando el avión a miles de kilómetros de Caracas. De nuevo el "método Oswald" de Dallas- 1963 en pleno uso en Caracas. Nada nuevo bajo el sol.
El planificadamente productivo tema "baleo chavista en Altamira" se ha frustrado para los conspiradores y promete una investigación larga y compleja, que naturalmente será distorsionada, ocultada y bloqueda por los dominantes medios golpistas y quizás "archivada" por algún magistrado comprometido con la conspiración (de nuevo el conocido "libreto chileno 1972-73".
Con el descubrimiento del vuelo TAP y del video trucado el tema -que ese día provocaba ataques de histeria opositora en Altamira y llamados abiertos al asesinato del Presidente venezolano y su vicepresidente Rangel, como lo mostró en el cable el canal Antena 3 de España- está ya casi olvidado por los medios comprometidos en la escalada contra el gobierno del Presidente Chávez.
Desde Washington el despistado vocero del sr. Bush -un peladito de anteojos que responde al nombre de Ari Fleisher- hizo su aporte a la conspiración: llamó al gobierno venezolano a celebrar elecciones generales "a las apuradas" y en una fecha y con una modalidad que viola totalmente las bases de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en un referendum (con registros electorales y plenas garantías democráticas) hace sólo tres años por más del 70% del electorado de Venezuela.
PS: Pero el "libreto chileno" -reciclado en Caracas, Bogotá y Miami- le está está fallando a los conspiradores tanto por el reconocido y reciente prontuario político-económico (todos los banqueros que saqueron hace pocos años la banca venezolana -y que ahora disfrutan mayoritariamente los "riales mal habidos" en Miami están comprometidos en la conspiración) que poseen como por el mayoritario apoyo que el gobierno legal de Venezuela tiene en la población y en las patrióticas y decentes FFAA venezolanas.