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Latinoamérica

"No podemos ser tratados como una república bananera"

Luis Inacio Lula da Silva afirma que su gobierno hará valer el peso que tiene la economía brasileña en el contexto internacional, dijo en declaraciones ofrecidas el pasado 5 de octubre, cuando las diferentes encuestas de opinión lo daban como el posible nuevo presidente de Brasil. "Tenemos que ocupar el espacio que nos pertenece y ser respetados", reflexionó entonces . "El comercio debe ser un camino de doble mano, donde todos salgan ganando y no someter a algunos"

POR DEISY FRANCIS MEXIDOR -especial para Granma Internacional-
TRADUCCIÓN: SEBASTIÁN GARRIDO Y WILSON BRAVO

"La principal razón para ser presidente de Brasil es dar un nuevo rumbo a nuestro país", afirma en entrevista exclusiva Luis Inacio Lula da Silva, recién electo mandatario de esa nación sudamericana, después de postularse en tres ocasiones anteriores. Lula, por el Partido de los Trabajadores (PT) en coalición con el conservador Partido Liberal y otras agrupaciones y movimientos de izquierda, se alzó con más del 60% de los sufragios, seguido a distancia por el oficialista José Serra.

Conocedor de la vida de los obreros, de donde emergió en el sector metalúrgico, nació en octubre de 1945 en Valle Grande, actual Caetés, en el seno de una familia campesina. Sobre el dato exacto de su alumbramiento ha explicado en otras oportunidades que es una polémica, porque su padre lo registró un día 6 y su madre asegura que fue el 27, lo que sí no dejó de ser una gran coincidencia es que 57 años después, en iguales fechas se efectuaran la primera y la segunda vuelta electoral en el país.

Atentos a lo que aconteció por esos días, buscamos la manera de establecer contacto con Lula. Conscientes estábamos de lo difícil de la empresa, por la vorágine que ha estado viviendo Brasil, no sólo antes de las elecciones, sino actualmente en que se hace la transición hacia el nuevo gobierno que tomará posesión en enero próximo; además, porque intentar entrevistas a distancia es como tirar una botella al mar: puede o no perderse.

Sin embargo, gracias a la colaboración de Giancarlo Summa y en especial de Rodrigo Savazoni, asesor de prensa de la campaña, logramos nuestro propósito y, vía e-mail, recibimos las respuestas a cada pregunta formulada, en un archivo que venía con el nombre: lulaparacuba.doc.

ALCA: PROPUESTA INACEPTABLE

La interrogante inicial fue sobre el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y las consecuencias que ésta traería, de consumarse, para los pueblos al sur del Río Bravo: "Soy un defensor de la integración latinoamericana, pero no sólo de la integración económica, comercial, sino también política y cultural", confiesa.

"La propuesta del ALCA en el contexto actual es inaceptable. No es un Acuerdo de Libre Comercio con los Estados Unidos, es una propuesta de anexión de la economía de América del Sur y del Caribe a la economía norteamericana. Sin el Brasil, el ALCA no existe, aparte de eso, una verdadera integración incluye a Cuba.

"Un proyecto de integración presupone cierta equidad entre los miembros que participan. Los Estados Unidos mantienen la hegemonía tecnológica, militar, cultural y económica, y no se proponen el ejercer una política compensatoria como la que tiene la Unión Europea para España, Portugal y Grecia, por ejemplo.

"El pueblo brasileño ha pagado una cuota muy alta por la sumisión de Brasil a la globalización neoliberal comandada por los Estados Unidos. Nuestro país se ha rendido a las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial y ha sido tímido frente a la Organización Mundial de Comercio, organismos controlados por los países más ricos. Todo indica que ese precio va a aumentar aún más si Brasil se sometiera a la integración forzada del ALCA.

"Un estudio realizado por la embajada brasileña en Washington constató que las exportaciones brasileñas para los Estados Unidos pagan una tarifa media de 45%, mientras que las americanas para Brasil pagan sólo la media del 15%. En la administración Bush se quiere discutir el ALCA sin colocar en la mesa de negociaciones esas limitaciones impuestas prácticamente a todos los productos en los cuales Brasil es más competitivo.

"¿Qué vamos a discutir entonces? ¿Apenas la reducción de la Tarifa Externa Común del MERCOSUR o la Ley de Informática que acabamos de aprobar? ¿O la simple anexión de Brasil a los Estados Unidos?

"El comercio debe ser un camino de doble mano, donde todos salgan ganando y no someter a algunos. El gobierno de Bush ha tomado medidas proteccionistas que lesionan los intereses de otros países y eso no puede ser consolidado en un acuerdo general de libre comercio.

"En cuanto a los productos americanos, con raras excepciones, entran libremente en Brasil. El 60% de las exportaciones brasileñas que van para los Estados Unidos se enfrentan con algún tipo de obstáculo para entrar en aquel territorio. Con sobretasas como el acero y el zumo de naranja, cuando no las cuotas de importación, como en el caso del azúcar, o acciones antidumping y fitosanitarias, todo eso reduce el potencial exportador brasileño".

"Perdimos terreno en el comercio internacional en la década pasada, justamente por cuenta de acuerdos comerciales desfavorables y el poco empeño del gobierno para aprovechar la espectacular expansión comercial que se verificaba en el mundo. En ese sentido, no es posible entrar otra vez a una nueva aventura comercial donde nada se ofrece y mucho se exige de Brasil", manifestó Luis Inacio.

"Nuestro gobierno no va a ser sumiso y defenderá firmemente los intereses del país, haciendo valer el peso que tiene en el contexto internacional. Nuestra participación hoy es pequeña, pero puede ser aumentada, el Brasil todavía es la décima mayor economía del mundo. No podemos ser tratados como una república bananera. Tenemos que ocupar el espacio que nos pertenece y ser respetados.

"Vamos a combatir el proteccionismo, tratar de abrir los mercados para los productos brasileños y sobre todo defender nuestra soberanía".

En otro instante de su reflexión y refiriéndose al MERCOSUR, apuntó que "para Brasil es más interesante en este momento defenderlo, porque pasa por una crisis, pero que fue muy importante para la dinamización del comercio entre sus miembros. Reforzarlo significa atraer a los países andinos para dentro del acuerdo, estrechar los lazos con la Unión Europea y ampliar el comercio con China, India, con Asia de modo general, con África del Sur, y con todas las naciones donde haya espacio para crecer".

DEUDA QUE PRECISA SER PAGADA

Cuando en enero de 2003 Lula acceda a su cargo como presidente, tendrá ante sí un enorme reto con los millones y millones de hombres y mujeres que confiaron en él como una alternativa de transformaciones y así lo afirma: "Brasil tiene una deuda social con nuestro pueblo que en algún momento precisa ser pagada. La prensa ha hablado de la deuda externa, la deuda interna, pero habla poco de la deuda social, que es muy grande.

"Nuestro país está endeudado con indios, negros, mujeres, niños, portadores de deficiencias físicas, desamparados. Necesitamos pagar esa deuda.

"El Partido de los Trabajadores (PT) se ha destacado por el desarrollo de políticas públicas que permitan la reducción de la desigualdad social brasileña. Programas como la Bolsa-escuela, Renta mínima, Comenzar de nuevo, Primero empleo, entre otros, han generado resultados positivos. Eso, unido a las reformas que estamos proponiendo -tributaria, agraria, política, laboral, judicial...-, va a dar fuerza a los cambios que queremos para mejorar la vida de los brasileños.

"He dicho siempre que voy a batallar para que cada persona de Brasil reciba, por lo menos, tres comidas al día. El proyecto Hambre cero, que hicimos en el Instituto de Ciudadanía y fue incorporado a nuestro programa de gobierno, muestra cómo acabar con el hambre de cerca de 50 000 000 de brasileños en cuatro años. Nosotros tenemos un compromiso histórico con la justicia social y con la decencia y vamos a cumplirlo".

ESTRATEGIA Y NUEVO RUMBO

En cuanto a la crisis e inestabilidad que vive la nación sudamericana, que no ha podido resolverse a través del modelo neoliberal, Luis Inacio Lula da Silva expresó que "Brasil necesita de un presidente de la república que tenga liderazgo político y capacidad de negociación para realizar un nuevo contrato social".

"Todo el mundo sabe que comencé a formar mis convicciones políticas y a desarrollar mis capacidades de negociación defendiendo la democracia en las duras condiciones del régimen militar. Mi mayor sueño es contribuir con mi vida y experiencia política para mejorar la situación del pueblo brasileño.

"Eso significa combatir la miseria y acabar con el hambre que aún castiga casi a 50 millones de personas en el territorio nacional. Significa posibilitar que la gran mayoría del pueblo brasileño obtenga ciudadanía, que los jóvenes no tengan que enfrentar las increíbles dificultades que yo y tantas personas pasamos en la vida.

"Mejorar a Brasil significa dar a nuestro país el valor que merece, transformándolo en la gran nación soñada por generaciones. Significa cambiar el rumbo, apartándonos de la situación de vulnerabilidad a que fue llevado por la actual política económica. Significa retomar el desarrollo con distribución de la renta y justicia social.

"Pero no es fácil. Mas es preciso, ante todo, un presidente comprometido en cuerpo y alma con esos objetivos. Y yo me preparé para eso y tengo ese compromiso.

"Dejé claro en una Carta al Pueblo brasileño, entregada a la nación recientemente, que será necesaria una lúcida y cuidadosa transición entre lo que tenemos hoy y aquello que la sociedad reivindica. Lo que se dejó de hacer en ocho años, no será compensado en ocho días. El nuevo modelo no podrá ser producto de decisiones unilaterales de gobierno, tal como ocurre hoy, ni será implantado por decreto, de modo voluntarista.

"Será fruto de una amplia negociación nacional, que debe conducir a una auténtica alianza por el país, capaz de garantizar el crecimiento con estabilidad. Para eso, vamos a bajar los impuestos, incrementar las exportaciones e incentivar de modo planificado la sustitución de importaciones, resolviendo la cuestión de la extrema vulnerabilidad externa de la economía brasileña.

"Es en ese contexto es que crearemos mejores condiciones para el cumplimiento de los contratos firmados por el actual gobierno, sin comprometer las metas sociales del nuestro".

Sobre el tema de las coaliciones en su actual campaña como componente de la victoria alcanzada, Luis Inacio Lula da Silva fue categórico: "La creciente adhesión a nuestra candidatura asumió cada vez más el carácter de un movimiento en defensa de Brasil, de nuestros derechos y ansias fundamentales en cuanto a nación independiente.

"Líderes populares, intelectuales, artistas y religiosos de los más variados matices ideológicos declararon espontáneamente su apoyo a un proyecto de cambio en Brasil. Perfectos y parlamentarios de partidos que no están en coalición con el PT anunciaron su apoyo. Partes significativas del empresariado se sumaron a nuestro proyecto. Se trata de una vasta coalición, en muchos aspectos suprapartidaria, que busca abrir nuevos horizontes para nuestro país".

Lo cierto es que la suerte está echada. Luis Inacio Lula da Silva coronó sus aspiraciones de llegar a la presidencia de su país. La misión es difícil para el primer mandatario en la historia de Brasil que fue creciendo desde las entrañas del pueblo.
http://www.granma.cu/espanol/noviembre02/jue28/48lula.html