11 de diciembre del 2002
Alianza y lucha
Wladimir Pomar
Correio da Cidadania
Traducido para Rebelión por Hugo Scotte
El inesperado ataque del gobernador Itamar Franco al PT, en virtud de
la falta de devolución de los gastos del gobierno provincial del estado
de Minas Gerais para la manutención de las carreteras federales, puede
ser visto por lo menos de dos formas.
O como las acostumbradas bravatas sin sentido, propias del gobernador, como
una buena parte de la prensa quiere hacer creer. O como una señal del
comportamiento que adoptarán los sectores burgueses que él representa
ante el gobierno de Lula.
El buen sentido aconseja que las fuerzas populares consideren el segundo aspecto
como el realmente válido. No podemos olvidar que fue una de esas bravatas,
junto a la "Moratoria del Estado de Minas Gerais", que dió más
consistencia al proceso de alejamiento de los sectores burgueses y nacionalistas
en relación al gobierno de Fernando Henrique Cardoso y las políticas
neoliberales y que acabó por llevar a esos sectores a desaguar en la
alianza con las fuerzas populares para la elección de Lula.
Si esto es así, independientemente de que consideremos el papel del gobierno
de Fernando Henrique Cardoso en la trama de este pequeño incidente, podemos
vislumbrar que la alianza con esos sectores burgueses puede llegar a desarrollarse
en por lo menos tres direcciones. Primera: a cada medida del gobierno Lula que
desagrade a los intereses específicos o exclusivos de estos sectores,
ellos armarán un escándalo, atacarán al PT y amenazarán
con romper la alianza. Segunda: para mantener la alianza, el gobierno de Lula,
capitulará y hará concesiones a esos sectores, aunque eso perjudique
los intereses populares y nacionales. Tercera: el gobierno Lula tomará
como base los intereses nacionales y populares, responderá con seriedad
y firmeza al escándalo, desenmascarando la naturaleza exclusivista del
mismo y desarrollará esfuerzos para resolver las pendencias y mantener
la alianza.
En otras palabras, la alianza es importante para contraponernos a los grandes
intereses corporativos neoliberales y debemos mantenerla. Pero es necesario
considerar que toda alianza siempre contempla una diversidad de intereses, algunos
comunes, varios contradictorios y otros antagónicos. Por lo tanto, toda
alianza contempla algún tipo de lucha, que puede resultar en la capitulación
de uno de los lados, en la manutención equilibrada de la misma o en su
ruptura. En tales condiciones, el método para tratar la lucha dentro
de la alianza no es una cuestión secundaria. Y la acción del gobernador
Itamar Franco tiene el mérito de alertarnos sobre lo que vendrá.
Es necesario, entonces, tener claro que la capitulación del gobierno
de Lula ante las exigencias exclusivistas puede ser tan perjudicial como la
ruptura de la alianza con esos sectores. Porque puede representar la ruptura
de su alianza con las fuerzas populares y nacionales. Su gobierno no comenzó
aún y las lecciones ya están golpeando la puerta. Nada como la
burguesía para avisarnos que no todos tienen los mismos intereses.
*Wladimir Pomar es escritor y analista político.