3 de diciembre del 2002
Costa Rica: Amenazas de muerte contra personal de Casa Alianza
Tertulia
San José, 22 de noviembre del 2002 (Casa Alianza/Tertulia). Con el inicio de un histórico juicio contra cinco miembros de la primera red de pederastas en Internet desarticulada en Costa Rica, una funcionaria clave del personal de Casa Alianza, quien trabajó para desarticular dicha red, ha recibido amenazas de muerte durante esta semana.
"Si usted declara el jueves vamos a volarle la cabeza", gritó un hombre no identificado quien llamó a la casa de Rocío Rodríguez, directora de la investigación realizada por Internet en la Oficina Regional de Casa Alianza para América Latina, con sede en la capital, San José. "Muerte, muerte, muerte", fue todo lo que dijo una voz masculina a una voluntaria norteamericana quien contestó la llamada mientras trabajaba en la oficina de Casa Alianza.
En julio del 2001, después de nueve meses de investigación, la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y la Unidad contra la Explotación Sexual del Ministerio Publico actuaron con base en la evidencia recolectada por Casa Alianza y arrestaron a cinco hombres, profesionales costarricenses. Éstos habían dado drogas a cuatro niños y los habían abusado sexualmente cuando la policía intervino. Otros dos hombres, miembros de la Asociación Costarricense de Pedófilos, no llegaron a la "fiesta" y todavía no han sido capturados.
Uno de los acusados, Cristian Araya Monge, 32, trabajaba en la estatal Universidad de Costa Rica y pudo haber llevado a los niños al Departamento de Audiovisuales y abusar sexualmente de ellos frente a las cámaras. La pornografía infantil producida era distribuida a todo el mundo vía Internet.
El fin de semana pasado, un vehículo Hyundai color café se detuvo en la calle donde vive Bruce Harris, director regional de Casa Alianza para América Latina. Dos hombres y una mujer le preguntaron al guardia dónde vivían Harris y su familia. Tenían un mapa de la casa de Harris. El mismo vehículo estuvo estacionado fuera de la oficina de Casa Alianza el martes de la misma semana.
También, cuando Rodríguez salió de su casa esta mañana, acompañada por dos guardias de seguridad privada, un pick-up sin placa y con los vidrios polarizados estaba estacionado frente a su casa. Después de que Rodríguez llegó a la oficina de Casa Alianza, recibió una llamada anónima diciendo: "Qué bonita blusa verde tiene puesta hoy", dejándole saber que quienes la están llamando saben dónde vive y que la han seguido. Rodríguez, quien es testiga clave en la acusación, debe declarar ante el tribunal esta tarde. La Corte negó la solicitud presentada para que el juicio sea en privado con el fin de proteger la identidad de la funcionaria de Casa Alianza que estará declarando contra los cinco abusadores de niños.
El personal de Casa Alianza ha recibido amenazas de muerte por medio de llamadas telefónicas en el pasado, y pese a haber presentado denuncias formales ante las autoridades, las amenazas nunca han sido investigadas y los casos han sido cerrados, dejando al personal de esta organización no gubernamental en una posición muy vulnerable.