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Latinoamérica

23 de noviembre del 2002

Por violaciones a los derechos humanos la Justicia de EE.UU acogió demanda del Partido Comunista de Chile contra Kissinger


Rubén Ascencio - Red Eco Alternativo

La justicia de Estados Unidos acogió una demanda presentada por el Partido Comunista (PC) de Chile en contra del ex secretario de Estado de ese país Henry Kissinger por los daños sufridos como consecuencia del golpe militar de 1973.
Kissinger es demandado por su desempeño como Asesor de Seguridad Nacional, hasta el 22 de septiembre de 1973, y como Secretario de Estado hasta el 20 de enero de 1977. Cargos que utilizó para influir sobre la política chilena, manejando los hilos conductores que provocaron el sangriento golpe de estado que derrocó en 1973 al Presidente Salvador Allende, elegido democráticamente en 1970.
El ex funcionario norteamericano es acusado por 11 delitos, que van desde la desaparición forzada hasta torturas, tratos crueles, daños sicológicos y violencia contra las mujeres.
El recurso, que fue presentado el 12 de noviembre en un juzgado del distrito de Columbia, se basa en los antecedentes oficiales revelados en la desclasificación de documentos que hizo la CIA y que demuestran la intervención de Norteamérica en la política chilena desde los años 60.
La presidenta del PC Chileno, Gladys Marín, en conferencia de prensa el día 13 de este mes, explicó que: "la demanda que se está imponiendo tiene gran importancia, considerando que es la primera acción judicial de esta naturaleza que se acoge en ese país".
La querella ratifica que: "el golpe en Chile sólo fue posible por la intervención de Estados Unidos, porque ni los empresarios ni la derecha opositora habrían podido derribar al gobierno de Salvador Allende", dijo Marín.
En la demanda se pide una indemnización de 11 millones de dólares por familia. Inicialmente se trata de unas cuatro mil personas, pero podrían llegar a 80 mil, si se suman a todos aquellos que pasaron por los campos de concentración que mantuvo la dictadura.
Asimismo, Jorge Insunza, miembro de la Comisión Política del PC chileno, precisó que la demanda es por 11 delitos, que van desde la desaparición forzada hasta torturas, tratos crueles, daños sicológicos, violencia contra las mujeres, como antes se señalara. El dirigente del PC elogió al abogado estadounidense patrocinante Michael Tigar, quien derrotó a las tabacaleras en la demanda de víctimas del consumo de cigarrillos, y que cuenta con un equipo de 15 profesionales jóvenes concentrados en la demanda, cuatro de los cuales viajaron a Chile para realizar una presentación sustancialmente fundada. En la misma --señala Insunza-- queda claro que el golpe del 11 de septiembre de 1973 fue decidido el 8 de septiembre de 1970, cuatro días después de que Allende ganara las elecciones democráticas.
Dentro de las acciones de Estados Unidos para impedir que el Presidente asumiera el 4 de noviembre de ese año figura el rapto -y muerte- de que fue objeto el 16 de octubre de 1970 el Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider, militar declaradamente constitucionalista, quien se manifestó abiertamente por el respeto que debían tener los militares por la soberana decisión del pueblo en las urnas.
Cuando Schneider estaba secuestrado, hay un mensaje de Kissinger a los complotadores, que figura dentro de los documentos desclasificados y que dice:
"Manténgase, estamos agregando amigos".
En la demanda se acredita, además, la intervención de Kissinger en la Operación Cóndor. El ex funcionario aparece como uno de los factores determinantes en la coordinación de los organismos represivos del Cono Sur, en los años 70.
Asimismo, en el documento figuran los pagos que hizo la CIA desde 1975 al entonces coronel Manuel Contreras, jefe de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía política que formara Pinochet.
El equipo de la oficina del abogado Michael Tigar con gran paciencia, seriedad y mucha prudencia recorrió el camino necesario para recopilar la información y presentarla con todos los requisitos legales correspondientes.
Hoy ya es un hecho público tanto en EE.UU. como en Chile (aunque los medios de información chilenos casi no lo mencionan).
Habrá que seguir atentamente la evolución del proceso judicial. Será largo, y lleno de emoción porque entre los demandantes se encuentran muchos hijos de las víctimas de la represión que podrán continuar esta pelea. De todas maneras, las esperanzas en la Justicia norteamericana son escuetas.
Fuente: Comisión de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Chile