FUENTE:ADITAL

- Quito, Ecuador, por Marcelo Larrea, Exclusivo para ADITAL - Una cadena de marchas en las que participaron más de 16.000 personas para demandar la suspensión de las negociaciones y la convocatoria a un plebiscito latinoamericano sobre el ALCA, convulsionaron Quito el 31 de octubre.

Los manifestantes se dirigieron al hotel Marriot, sede del encuentro de los Ministros del continente convocado para ratificar el "Programa de Cooperación Hemisférica", instrumento clave en las negociaciones del proyecto de apertura comercial. Allí denunciaron al ALCA como una estrategia anexionista de EEUU.

La concentración y despliegue de miles de policías y soldados armados y equipados, la instalación de vallas policiales, trucutus y tanquetas del ejército desplazándose por las zonas en riesgo y, helicópteros sobrevolando, mostraron a Quito en un estado de guerra e intimidación, repitiendo las escenas de los montajes policíacos, que caracterizaron a las reuniones de Seattle y Génova, en contra de los opositores del llamado libre comercio de la OMC y la globalización.

El propósito del mega operativo represivo era impedir el acceso del pueblo al centro de deliberaciones, en el cual precisamente tenían lugar las negociaciones sobre su futuro.
La caminata de los pueblos contra el ALCA encabezada por la CONAIE, que fue la columna vertebral de las manifestaciones, llegó a Quito luego de una semana en la que recorrió el país desde su extremo sur, Zamora, obteniendo a cada paso un creciente apoyo popular. La marcha atravesó cientos de kilómetros desarrollando una intensa campaña de información, reflexión y protesta sobre el ALCA, que incluyó una masiva movilización popular en Cuenca, la tercera ciudad de Ecuador y manifestaciones significativas en Riobamba, Ambato y Latacunga.

A ella se integraron las delegaciones de Bolivia encabezada por el ex candidato presidencial Evo Morales y dirigentes del Movimiento Indígena Pachakutik, de los Sin Tierra de Brasil, de la Confederación de Trabajadores de Argentina CTA, del Movimiento V República de Venezuela, de los trabajadores de las maquilas de Guatemala, de las mujeres campesinas de Nicaragua, entre otras representaciones presentes de distintos países del continente y el mundo. Y, además, la caminata procedente de la frontera norte que integró a indígenas, trabajadores y jóvenes de Colombia.

La multitudinaria marcha encabezada por Leonidas Iza y Salvador Quishpe de la CONAIE, el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y el líder indígena cocalero boliviano, Evo Morales, fue reprimida violentamente. Al llegar a la intersección de las avenidas Amazonas y Colón, a 400 metros del Marriot, la policía, asustada y atemorizada porque su cordón pudiera ser vencido por la presión popular, disparó contra la gente, ocasionando la asfixia de dos niños de meses de edad y 3 graves heridas al Presidente de la Federación de Trabajadores Judiciales, Luis Muñoz, producidas por el impacto de las bombas lacrimógenas.

Bajo intensos gritos de protesta contra la represión, se escucharon diversas consignas contra el ALCA: "Viva el choclo y el maíz fuera el ALCA del país". "No queremos, no nos da la gana de ser una colonia norteamericana"; "ALCA es hambre, colonialismo y opresión"; "Marx Che mos contra el ALCA". Y también gritos y banderas en contra de la guerra promovida por el Presidente Bush contra Irak.

Los distintos pueblos indígenas de Ecuador, Shuaras, Cañaris, Saraguros, Cayambis, Salasacas, se mezclaron con los Aymarás Bolivianos, los trabajadores Argentinos, Brasileños, Colombianos, Venezolanos, Ecuatorianos, Peruanos, Mexicanos, en una primera acción internacional contra el ALCA. El suceso inicia un nuevo período histórico en la unidad internacional de los pueblos de Abya Yala contra las formas actuales del colonialismo y despierta una resistencia que el líder de la CONAIE, Leonidas Iza, califica como "una demostración de la decisión y capacidad de nuestros pueblos de no permitir el paso del ALCA".

Marcelo Larrea, de El Sucre.