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Latinoamérica

LULA: ¿Una salida para Brasil y latinoamerica o posibilidad de ingreso en una nueva frustración?.


El triunfo del P.T en Brasil ha reanimado la devaluada idea que afirma que los trabajadores pueden llegar a conquistar el poder desde elecciones en el Estado capitalista.
Traspasando otra vez, peligrosamente, la vieja idea en que, durante años los trabajadores comunistas en el mundo se educaron, adormecida pero no derrotada, que rechazaba la creencia en el fetiche de "la voluntad popular" del parlamentarismo burgués o que el Estado es "un poder impuesto desde afuera" y por "encima de las clases sociales", el triunfo del P.T y de Lula en Brasil a reentusiasmado a los electoralistas de la izquierda en el viejo proyecto de la socialdemocracia y el reformismo parlamentario que dice: se puede acceder, tras avances electorales periódicos, a un gobierno popular, como el caso de la alianza PC, PS y el Partido Radical, en Chile en 1971; o el triunfo del peronismo apoyado por todas las organizaciones sindicales en Argentina en 1973.
La cuestión es sumamente importante en Argentina y no solo por lo que pase con la experiencia de los trabajadores y campesinos en Brasil, que constituirá una gran enseñanza para toda la clase trabajadora del continente, en esta época histórica. Además porque alentado por el triunfo de Lula, el dirigente de la CTA Degenaro, en nuestro país, en el medio de la crisis y la parálisis económica Argentina; después de la entrada en luchas de envergadura de importantes sectores de los explotados en las jornadas del 19 y 20 de Diciembre, se propone parodiar al PT de Lula. En una situación que exige molivilización, protagonismo y desición revolucionaria obrera y popular, contra el desvió electoral y contra la represión, que marchan juntas para frenar las movilizaciones y aplastarlas o torcerlas, ese dirigente y esa organización pone en marcha el proyecto del P.T para frenar a los trabajadores que se orientan a romper con los partidos capitalistas. Con el señuelo de Lula y de un P.T, el control político del capital, se transfiere al armado de un nuevo tapón para frenar la búsqueda que se origina en una extensa vanguardia de desocupados y ocupados, orientantada a saltar sobre la conciliación de clases, como método de resolución de las necesidades populares, en que educó el peronismo; con el control de la burocracia sindical, y de la socialdemocracia parlamentarista. El impulso político de un amplio sector de los luchadores, que emerge con la propuesta de una línea independiente, antiimperialista y anticapitalista de derrocamiento del estado que manejan los explotadores del país y de las metrópolis. Es fácil comprender entonces, el propósito de ese dirigente representante del principal aparato de conciliación de clases, la Iglesia Vaticana, luego que se negó durante toda una década a impulsar un Partido de Trabajadores en el país y por el contrario sostuvo alternativas de oposición del capital, "males menores", que en realidad no fueron nada menores, como el Frepaso, la Alianza y en la actualidad el apoyo al jefe de la Comuna porteña, Ibarra. Si una experiencia tienen las organizaciones de desocupados combativas sobre los alcances y el significado de lo que será la propuesta de CTA, es la participación de la organización de desocupados de CTA, junto al gobierno, la Iglesia y los empresarios, en las mesas de gestión para parar las luchas piqueteras tomando una mayor porción por parte de Delia de CTA y de Alderete de la CCC, en el reparto de los planes asistencialistas del gobierno.
Con la experiencia de los últimos meses en la actitud de distintos sectores de las direcciones sindicales y políticas, comienza a observar un sector de la vanguardia de trabajadores , que no hay forma de luchar si no es con una perspectiva que plantee la lucha consecuente por el derrocamiento de los capitalistas y que este es el sentir popular cuando se dice "que se vayan todos" como objetivo actual y no de etapas remotas a las cuales llegaríamos en dilatados tiempos. En el caso argentino, el proyecto de P.T de Degenaro, Maffey, Yaski, Delía y algunos izquierdistas a la violeta es, en primer lugar, un intento de frenar el desarrollo de la conciencia y la perspectiva de organización revolucionaria de un sector de la vanguardia de los trabajadores y el pueblo y de impedir o trabar la construcción de un partido revolucionario de combate. Adicionalmente, usar el PT Argentino, al igual que el brasilero, en el tejido de las alianzas internacionales que en Sudamérica empuja el imperialismo Europeo y francés, por el sostenimiento del Mercosur, negociando limitadamente con el proyecto yanqui del ALCA.
¿Por qué entonces habría que apoyar a Lula y saludar entusiasmados su triunfo? Además, ¿porque no alertar sobre el proyecto conciliador y reformista del P.T de Degenaro?. No hay motivo valedero alguno.. Al contrario, hay que colocarse no desde el triunfalismo y el movimientismo que siempre ve avances en las luchas y evitar la absurda idea que el triunfo de Lula, es un "progreso político" para los trabajadores, porque harán de cualquier forma una nueva experiencia política. Sin analizar seriamente, por las experiencias pasadas. como puede terminar esta, si los trabajadores no van a fondo en su lucha y se colocan detrás de una dirección que se pasó años buscando alianzas electorales con partidos del capital brasilero para desinflar el P,T, tal cual fue en los comienzos socialistas de lucha obrera en Brasil. Para el análisis es necesariocolocarse desde el punto de vista de la revolución, porque es el único punto de vista que deja enseñanzas valederas. Lo demás es pan para hoy y hambre para mañana.
No se puede pensar que es un triunfo "político de los trabajadores", cuando está latente el retroceso programatico del último períodos electoral del PT en Brasil.
Lula no se propone expropiar, no se propone la reforma agraria radical, no se propone armar a los trabajadores y a los campesinos para defender sus derechos; mucho menos disolver el ejército o la policía. De esta forma se abrirá el camino a una derrota, cuando la rección yanqui y oligarquica, apoyados en el desencanto de sectores de la población y en el fracaso peroducto del marasmo de la economía, avancen como en Chile de Allende o Argentina de 1976, hacia el golpe o la reacción antiobrera.
"Presionar para que cumpla", es una línea de apoyo y de ambiguedad.. Esa idea obsesionó a la izquierda peronista en el 70 y terminamos en lo que terminamos: 30.000 desaparecidos, uno de los golpes más sangrientos de Latinoamérica.
Una ilusión en el gobierno de Lula y en cualquier gobierno que quiera utilizar las palancas del Estado burgués para los fines de los explotados, puede ser mortal. Por lo tanto impulsemos la línea de ninguna ilusión, nada de expectativa. Desconfianza y organización del poder obrero y popular desde abajo, de las organizaciones de autodefensa obreras y campesina y de organizaciones milicianas armadas.
Si los explotados se colocan en la desconfianza y rechazamos convertirnos en consejeros de izquierda de gobiernos de la burocracia sindical socialdemócrata, aliada con sectores de la burguesía brasilera, con mucho más razón nos oponemos al P,T. trucho de Degenaro, Mafey,Yaski y la embanderada mediática Alicia Castro.
La continuidad del proceso abierto el 19 y 20 de diciembre y un ascenso movilizador político y organizativo, solo puede sostenerse con objetivos estratégicos propios de los explotados, orientados hacia su propio poder. Para ese propósito, se necesita de la mayor desconfianza en el parlamentarismo, en la democracia burguesa y en el sufragio universal. Basados en la experiencia de 20 años, el pueblo explotado comienza a entender que no hay salida sin luchar, con propuestas de democratizar el régimen con una Asamblea Constituyente o con reformas a la convocatoria electoral. Menos aún especulando con la aparición de militares patriotas, o con quienes ansían un frente con inexistentes "burgueses progresistas".
Osvaldo González.