(A. Aharonian*)
FUENTE: ADITAL
Venezuela - El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que tiene conciencia de que gobernará un tiempo largo en medio de un ineludible conflicto de baja intensidad y dijo que su gobierno estudia un posible perdón al grupo de oficiales golpistas si demuestran su voluntad de rectificación. Al analizar la situación de los oficiales insubordinados concentrados en una plaza de la burguesa urbanización caraqueña de Altamira, y durante la conferencia de prensa ofrecida a los corresponsales extranjeros acreditados en Venezuela, el presidente dijo que "no queremos que ellos se hundan en la cárcel, pero tienen que hacer el compromiso de acogerse a la Constitución y a las leyes, y cooperar al regreso de la calma y la tranquilidad".

Chávez, quien reafirmó ese movimiento golpista no tiene posibilidades de convertirse en peligro para el gobierno, explicó que está dispuesto a ordenar a la Procuradora General y a asesores judiciales a buscar la fórmula para esa decisión.

Aclaró que ello podría pasar por la Asamblea Nacional (Parlamento) después de su discusión en la mesa de diálogo a instalarse con participación de la oposición, "siempre que todas las partes muestren esa voluntad de rectificación". Aseguró que los oficiales desobedientes se engañaron y, a la vez, engañaron a los dirigentes de la oposición pues, en realidad, no tienen ascendencia alguna en el seno de las fuerzas armadas.
Asimismo, Chávez rechazó las declaraciones del general Enrique Medina, jefe de ese grupo, quien habló de arrasar el país si Chávez no renuncia, "pues eso es fascismo puro".

"Sabemos lo que está detrás de esos oficiales, pues los conozco a todos desde hace 30 años, las fuerzas armadas los conocen y ellos tienen un alto grado de desesperación, afirmó. Recordó que los cabecillas de esa acción son los mismos del golpe de Estado de abril pasado, fueron absueltos por el Tribunal Supremo quien dijo no hubo asonada, y ahora están nuevamente como golpistas.

"Ese grupo no representa los códigos éticos de la institución armada, nosotros estamos monitoreando lo que pasa en esa plaza y de ellos depende la evolución de la situación", expresó Chávez, quien recordó la respuesta dada a esa situación por las guarniciones militares de todo el país y de los que realmente comandan tropas, quienes ratificaron el apoyo a la Constitución y a su Comandante en Jefe.

"Soy optimista, no me quita el sueño lo que ocurre en la plaza Francia, ni va a ocurrir allí cualquier evento que altere el curso de la vida en Venezuela", dijo

Conflicto de baja intensidad

Chávez afirmó que tiene conciencia de que gobernará un tiempo largo en medio de un ineludible conflicto de baja intensidad, y explicó que esto último es parte de una situación mundial, en la cual una pretendida globalización insiste en imponer un pensamiento único al mundo.
"Quieren imponer una forma de hacer política, el modelo democrático formal, y el salvajismo neoliberal, algo imposible en este planeta donde deben respetarse las diferencias", añadió.

Aseguró que Venezuela es parte de la vanguardia en la lucha contra esa realidad, reflejada también en Brasil, Ecuador, Bolivia y otras partes del mundo donde se defiende un sano nacionalismo. Para él, los episodios políticos en su país, como es el caso de la insubordinación de un grupo de militares golpistas concentrados hace ocho días en la plaza Francia, son sólo expresiones de las cosas que seguirán sucediendo en el campo político.

Consideró que ellas contribuirán al fortalecimiento del espíritu de lucha del pueblo, como lo demuestran la respuesta favorable de las guarniciones militares y el rechazo de muchos líderes sindicales a las amenazas de paro nacional.
Al hablar sobre la demanda opositora de un referendo nacional "para salir de Chávez", señaló que la Constitución prohíbe el uso de esas consultas para revocar o recortar mandatos. "Todo lo que se acuerde en el diálogo entre gobierno y oposición tiene que estar enmarcado en la Constitución, conversaremos sobre cualquier tema, pero siempre en ese marco", recalcó.
De esta forma, sólo un referendo revocatorio, en los lapsos establecidos por la Carta Magna, a partir de agosto del 2003 podría arrojar decisiones en el sentido del mandato presidencial. "Yo no tengo miedo de ir a elecciones, para los fascistas es que el pueblo no existe, y se equivocan si piensan Chávez se dejará chantajear y renunciaría", añadió.

Agregó que quienes así razonan se olvidan de la reacción del pueblo, de militares y civiles, "por eso yo cada día me siento más firme, sólido, con la conciencia tranquila", planteó. Finalmente, sugirió a sus adversarios que pongan todas las cartas sobre la mesa, sin dejar escondida la del golpe de Estado o la del magnicidio, para poder llegar a soluciones definitivas.

* Presidente de APEX – Associación de Prensa Estranjera en Venezuela.