Brasil:
Humores del mercado
(Frei Betto*) .
23.octubre/2002 - - Brasil - Más que Fernando Enrique Cardoso (el presidente de Brasil) el Mercado pesa mucho en la elección presidencial. Hay quien imagina que es un ente virtual. O sólo el resultado de una economía centrada en el lucro y no sobre el bienestar de la mayoría. Y no falta quien afirma que es una categoría económica que define el área donde se dan las relaciones de compra y venta..
Ahora bien, el Marcado existe pero, como pasa con los grandes criminales, no le gusta mostrarse. Su principal característica es el cambio frecuente de humor: se irrita con facilidad, se vuelve inestable, nervioso; y al poco rato aparece calmado, tranquilo, sonriente..
Cuando no le gusta lo que está sucediendo o, como dicen los comentaristas económicos, cuando ‘reacciona mal’, el dólar sube, el peligro del Brasil aumenta, la Bolsa de Valores cae en picada. Pero si siente su ego adulado, entonces sucede todo lo contrario..
Todos sabemos que el Mercado existe, pero nadie sabe dónde vive ni topamos con él en ninguna esquina. Sólo los comentaristas económicos y los ministros Malan y Fraga tienen contacto con él. O mejor, el Mercado conoce el número de los celulares de esa gente y cada mañana, después de leer los periódicos y oír en la radio las últimas entrevistas de Serra y de Lula, llama a sus portavoces y muestra su estado de humor..
Si Lula declara que va a gobernar para terminar con el hambre en Brasil, el Mercado ridiculiza, insulta, grita al teléfono y toma una caja de Lexotan. Si Serra promete no reducir la ganancia de los bancos ni decepcionar a los inversionistas extranjeros, el Mercado se calma, sonríe y pide a sus portavoces que anuncien que hoy está de buen humor..
El Mercado no tiene la menor sensibilidad social. Poco se preocupa de si hay niños muriendo de hambre en el Valle do Jequitinhonha o de si aumentó el número de desempleados en São Paulo. Lo que le interesa es defender con uñas y dientes a los pocos que ganan mucho. Sobre todo a los inversores extranjeros, pues al Mercado no le gusta el Brasil ni los brasileños. Además, él sólo habla inglés y, preferiblemente, ese extraño dialecto llamado ‘economés’..
Al Mercado lo que le gusta es ver a un país pobre que paga sus deudas, aunque mueran millones de indigencia. Sí, no se espante. La lógica de él es otra. No tiene religión, ni ética, ni corazón. Sólo intereses. Y no le gusta ser provocado. Pero, por suerte, cuando se altera, sus portavoces aparecen en los medios de comunicación para informarnos de su estado de ánimo. De ese modo cada vez que se encuentra nervioso yo me escondo debajo de la cama. Y sé que en el hemisferio Norte los inversores sacan al Brasil del mapa de la especulación financiera. Por lo mismo, cuando el Mercado se calma salgo aliviado de mi escondite y acompaño a la caída del dólar y al alza de la Bolsa..
No olvide que el Mercado adora balancearse en columpio. Lo que no le gusta es que le empujen. Y tenga cuidado, pues él no vota pero puede que no le guste su voto del día 27 de octubre. Aunque acabará tomando lo que le guste al pueblo brasileño..
Autor de "O Vencedor", entre outros livros. .
Traducción: Frailes Dominicos..