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Latinoamérica

5 de noviembre del 2002

La ideología de los uruguayos
Derechas genuinas, izquierdas aggiornadas

Nicolás Scarón
Ladran Sancho - CX40

Según un informe de la empresa Factum para el diario de ultra derecha El Observador "los uruguayos son por definición de centro y eso no cambia con el tiempo". El informe también dice que la izquierda gana terreno sobre todo en la franja de hombres jóvenes de nivel terciario, mientras que, en los estratos bajos y femeninos la ideología cambia hacia la derecha. Así mismo se asegura que cuanto más profundo es el nivel de religiosidad mayor es la predilección por las ideas conservadoras de derecha. En lo medular del trabajo de Factum se señala que difícilmente algún partido o sector se indique como de derecha ya que el término "está mal visto por la comunidad". Punto. Hasta ahí el informe. De porqué está mal visto ni restos de ningún análisis, sin embargo no es el motivo de él nuestro analizar las carencias de estas empresas de politólogos a la medida del cliente.
La sociedad uruguaya para nosotros es terriblemente conservadora y eso va mucho más allá de que el partido que va primero en las encuestas se defina como de izquierda.
Sin lugar a dudas una sociedad que acompañó la Ley de Caducidad amparando en la impunidad a ladrones y asesinos, que puso en el gobierno a figuras como Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle, que se siente herida por el reclamo de los trabajadores municipales que luchan simplemente por no perder el sueldo, que acompaña los actos masivos del PIT–CNT con hombres de la más baja calaña como Manini Ríos de la JUP o el latifundista Gagero, que se enreja, que vive con miedo de sus propios vecinos, que se queja "porque si le pegás un tiro a un menor que te roba todavía vas preso", que fomenta el crecimiento de sectas y religiones desbordando sus espacios, que consume basura en la televisión, que consume basura, que consume, que acompaña y avala a los grandes medios de comunicación, todos ellos de derecha, que ante la pero crisis que vive el país pretende buscar salidas pacíficas y dialogadas con los violentos que roban y matan… Seguramente una sociedad así por nombrar sólo los síntomas más evidentes no se puede adjetivizar de otra manera que no sea con el rótulo de derechista; más allá de las banderas, los partidos e inclusive de algunos discursos marketineros con un leve tinte revolucionario buscando ampliar el espectro electoral.
Hoy en día en Uruguay ser de izquierda es defender el Estado y ser de derecha es ser neoliberal. La oferta y los polos indudablemente mutaron. ¿Qué es el Estado? Una buena pregunta para esto días, ¿no?
Ser de izquierda en el Uruguay de hoy es ser "maduro, moderado y con una marcada vocación por gobernar" estructuras que le pertenecen a la derecha y eso no es una opinión, es así.
La discusión es interna, perteneciente al macabro mundo del fascismo, o sea, capitalismo más o menos salvaje, represión directa o solapada, explotación sangrienta o moderada, matarnos de hambre o matarnos de viejos.
Ser de derecha hoy en Uruguay es decir lo mismo que siempre dijo la derecha. Ser de izquierda hoy en Uruguay es cambiar todo el discurso, "aggiornarse, renovarse, acompañar los tiempo, actuar con inteligencia". Los de derecha señalan que esta nueva cara de la izquierda es un engaño del marxismo–leninismo, éstos dicen que todo el revisionismo que plantean es cierto (!). Y es así que el discurso revolucionario cobra voz en el discurso de los enfermos mentales que pregonan la denuncia de la amenaza "comunista" y promulgan un fascismo de cuarta y chambón.
Incluso las estructuras más "revolucionarias" de la sociedad como lo son sin dudas las organizaciones de derechos humanos, algunos sindicatos, y organizaciones políticas que promulgan el anarquismo, y el marxismo, las cuales quebraron hace tiempo con el Frente Amplio, carecen prácticamente de herramientas genuinas de construcción de alternativas y hacen la diferencia en los mecanismos de resistencia de los embates de la derecha y obviamente en el discurso, el cual suele estar cargado de mayor sentido común que el del resto de las organizaciones subordinadas a la lógica del modelo socioeconómico dominante.
Estas organizaciones llamadas por la derecha "radicales" actúan en el plano de lo teórico buscando otra forma de supervivencia que bien podríamos asegurar que entablan mayor dignidad que los manotones de ahogado del resto.
El debe es la construcción, está faltando vivir como se dice, que no es poca cosa. Tal vez ahí, recién ahí nuestra sociedad tan ignorante y conservadora, viendo, aprenda.
Bien nos vendría aprehender un poco de cada uno, a ver si así, entre todos formamos un hombre nuevo que sepa vivir.