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Latinoamérica

25 de noviembre del 2002

Contrabando y fuga de capitales

Ojo critico
Rebelión

En el primer informe del Ojo Critico analicemos la historia de la devaluación del bolívar y la inflación endémica en la economía venezolana y comparemos los resultados alcanzados por la IV República con el desempeño del gobierno bolivariano. A continuación, queremos profundizar estos temas aun más, para que nuestros lectores tengan un mejor entendimiento de las implicaciones políticas y económicas de las practicas consideradas como "normales" durante los 40 anos de la IVta Republica. De esta forma, podemos contextualizar las reformas del proceso bolivariano y contrastarlas con lo que sucedió anteriormente.
La crisis petrolera de los 1970 y el flujo masivo de petrodólares en la economía local ofreció a Venezuela la oportunidad industrializarse rápidamente y convertirse en aproximadamente 20 años en un país manufacturero. Lamentablemente, los petrodólares fueron aprovechados por la oligarquía y los políticos corruptos para enriquecerse ilícitamente y al mismo tiempo implantar una cultura de corrupción generalizada en el país. Entre el 1973 y 1998, la población creció de 17,5 millones de personas a 24 millones, lo que trajo consigo la necesidad de mas alimentos, y bajo condiciones normales, también habría significado una creciente actividad agrícola para poder satisfacer las necesidades básicas de la población. En vista del estado poco desarrollado del sector agrícola, la reforma agraria fracasada del Punto fijismo y la incapacidad para producir suficientes alimentos básicos, debido al gran numero de latifundios, era necesario importar cada vez mas alimentos. Actualmente, Venezuela importa entre un 65% y un 70% de los alimentos que consume.
La apertura del mercado interno a las importaciones en el 1989 significó el comienzo de la desindustrialización de la economía venezolana, ya que no estaba en condiciones para fabricar y competir con los productos importados que la clase media siempre había considerado "superiores", y muchos industriales decidieron dedicarse a importar, lo que era una actividad más rentable y más fácil a manejar que gerenciar una fabrica, por ejemplo. Esta actividad se puso aun más rentable al no pagar los aranceles correspondientes para nacionalizar la mercancía y luego no pagar el IVA al fisco. Por lo tanto, era mas fácil vender porque sin pagar los aranceles, se puede vender más barato, y así enriquecerse rápidamente. El ultimo paso de estas actividades ilícitas era siempre lo mismo - comprar dólares, ya que el sistema de las bandas de devaluación controlada garantizaba aun más beneficiosos por la vía cambiaria. Esto es la famosa "fuga de capitales".
Obviamente, las importaciones masivas de alimentos eran necesarias, como las de los bienes de consumo que no se fabrican en el país, pero el contrabando incluyendo la subfacturacion técnica (es decir, declarar la mercancía a un valor menor del costo de fabricación, o sencillamente declararla como un producto de calidad inferior, y así pagar menos aranceles) habían perjudicado a la patria. Resumimos los daños ocasionados por estas actividades ilícitas:

No pagar aranceles al nacionalizar la mercancía
No pagar el IVA al importar
No pagar el IVA al vender al publico
Cambiar las utilidades, que incluyen los tres elementos arriba señalados, en dólares porque el sistema de bandas garantizaba más beneficiosos
No invertir en el país, sino sacar hasta el ultimo centavo
Resultados - un desempleo creciente y por lo tanto menos productividad
Mayor dependencia en la renta petrolera

Esta actitud nefasta se demostró en las palabras inmortales del Luschinchi cuando aseveró: "Solamente los gafos pagan impuestos." Para llevar a cabo tales actividades era necesario sobornar tanto a los funcionarios de la aduana como a la Guardia Nacional, pero en las condiciones éticas de la IVta Republica, se consideraba todo aquello "normal". No obstante, el daño al país era enorme y tales actividades aportaban a la pobreza y la miseria de los excluidos, puesto que se aprovechaba de la renta petrolera y casi nadie pagaba ni impuestos ni aranceles.
Un buen ejemplo es que solamente un 17% de los contenedores que entraron en el país en el 1997, pagaron un 100% de los aranceles, según un estudio realizado por el CADEX. Los gobiernos anteriores no se habían preocupados del desarrollo industrial del país y por lo tanto con una población creciente no había empleo, y el gran negocio era recibir prebendas oficiales, no pagar impuestos, comprar dólares y vivir prácticamente en "un club privado" donde funcionaba todo, y no se permitía la entrada de los excluidos, ya que en esta realidad no existían.
La respuesta del gobierno bolivariano
Para alcanzar las metas de justicia social e igualdad señaladas en la Carta Magna era necesario abordar el problema del contrabando, la evasión de impuestos e impulsar la productividad de los sectores agrícolas e industriales. Aumentar la productividad agrícola es la única forma de combatir las importaciones de alimentos y así asegurar la seguridad alimenticia del país. La Ley de Tierras y Reforma Agraria es clave en la lucha, no solamente contra las importaciones y el contrabando, sino también en términos de generar puestos de trabajo en el campo y para atacar directamente a los grandes latifundios – productos y símbolos de siglos de injusticia, y en los últimos 40 años la manifestación más evidente del individualismo y egoísmo propiciado por las actitudes inherentes en el Punto fijismo de la IVta República.
El gobierno bolivariano ha introducido varias medidas para combatir los ilícitos aduaneros y así proteger a la industria nacional. Entre ellas:

Automatizar las aduanas reduciendo el número de pasos para nacionalizar la mercancía de 37 a 7. La implantación de este proyecto está siendo supervisada por el PNUD
Instalación de máquinas de rayos X para los contenedores
Introducir un sistema de etiquetado en español
Obligar a los importadores a registrarse
Certificados de fabricación para toda la mercancía, con nombre y país del fabricante.
Certificados de origen de la mercancía
Multas y/o cárcel – en vez de un sistema de multas para los contrabandistas
Atención especial para contenedores provenientes de China y Panamá

Muchos afiliados de entes empresariales tales como Conindustria y Consecomercio no estaban de acuerdo con la limitación de importaciones en el sector textil y del calzado, ya que – en la opinión de Ojo Critico – son ellos que son en realidad los contrabandistas, o "empresarios de maletín". Hoy en día es mucho más difícil contrabandear y el efecto psicológico ha sido determinante al incautar varios contenedores con papeles falsos.. Después de pocas operativas del Seniat y la Guardia Nacional, los contrabandistas están pensando dos veces antes de actuar ilegalmente.
El gobierno está tocando unos intereses muy poderosos con estas medidas contra los ilícitos aduaneros pero el mandato democrático obliga al gobierno a actuar y parar estas actividades de enriquecimiento fácil por el bien de la gran mayoría de los venezolanos.
Vale la pena señalar que las importaciones legales no son el problema, ya que el Seniat recibe los aranceles e impuestos correspondientes y de esta forma proteger la competitividad de productos locales. A mediano y largo plazo, estas medidas van a impulsar el crecimiento de la industria nacional y también del sector agrícola a través de la Ley de Tierras.
Mientras que el nivel de importaciones (incluyendo el contrabando) se reduce, implicará un crecimiento lento pero seguro de inversiones en la economía nacional, para poder satisfacer la demanda interna y al mismo tiempo crear más puestos de trabajo. El gobierno ha firmado acuerdos con el sector textil, la industria porcina y el sector automotriz entre otros, con el propósito de impulsar la producción local y garantizar a estas empresas acceso al mercado gubernamental. Estas inversiones frenarán la fuga masiva de capitales, ya que los industriales se verán obligados invertir para mejorar la competitividad de sus productos, destinados no solamente al mercado nacional, sino también al exterior – a Brasil por ejemplo, en ferrocarril por el segundo puente sobre el Orinoco.
Sin duda alguna, los industriales van a seguir cambiando sus beneficios en dólares, pero el país va a beneficiar también a través la recaudación de impuestos de todo tipo, más puestos de trabajo, más flujo de dinero en la calle y el mejoramiento de la calidad de vida.
Capitalismo con rostro humano, en vez de una ola de corrupción desfrenada para el beneficio de los pocos ricos del país como era normal durante los 40 años de la falsa democracia de los adecos y copeyanos.



Nota: Nadie, mucho menos Ojo Critico, tiene el monopolio de la verdad. Son opiniones y comentarios respaldados por hechos y estadísticas. Cualquier comentario, escriben a ojo_critico@hotmail.com