12 de noviembre del 2002
Colombia: Habla el Comandante Raúl Reyes de las FARC-EP
"Las FARC no desisten de su lucha por la paz con dignidad"
Hernando López, Voz
VOZ logró hacer llegar al comandante Raúl Reyes, principal vocero de las FARC-EP en los frustrados diálogos del Caguán, un cuestionario sobre algunos temas de actualidad. En qué andan las FARC-EP después de la ruptura de las negociaciones con el gobierno de Andrés Pastrana; qué propuestas hacen para el acuerdo humanitario; su visión sobre el nuevo gobierno de Uribe Vélez; y la intervención del gobierno de los Estados Unidos, son los interrogantes que absuelve el jefe guerrillero. Es la primera entrevista que concede Raúl Reyes, después del 20 de febrero, cuando el presidente Pastrana declaró rotos los diálogos de paz.
Desgraciadamente está hecha a distancia, porque hubiéramos querido una mayor profundidad al abordar temas no menos importantes como el balance del proceso de paz, la situación de las FARC en este momento cuando el Ejército y el gobierno de Uribe Vélez especulan con duros golpes asestados en varios puntos del país y cómo observan las FARC-EP las perspectivas reales de un proceso de paz en el corto tiempo. Desgraciadamente, dificultades de distinta índole nos han relegado para otra oportunidad estos interrogantes.
Después de muchos "ires y venires", de mensajes enviados por un lado y otro, logramos que el comandante Raúl Reyes, principal vocero de las FARC-EP en los diálogos del Caguán, en las nuevas condiciones después de la ruptura del proceso de paz y de la agudización de la confrontación armada, desde cualquier lugar de las montañas de Colombia donde se encuentra, nos respondiera un cuestionario sobre temas de palpitante actualidad.
Se especula mucho sobre qué hacen las FARC ahora, qué planes están fraguando, a qué obedece esa especie de "calma chicha". ¿A qué se dedican las FARC-EP en este momento?
Respecto de esta pregunta debo decir lo mismo que ya hemos dicho cada que existe la oportunidad. Las FARC-EP dedican todos sus esfuerzos, capacidad política, de organización y de prestigio entre las clases baja y media de la población colombiana, a luchar por la defensa de sus principales intereses y necesidades. Las FARC están dispuestas a emplear el tiempo y los recursos que sean necesarios en dar respuesta política armada a las políticas de desempleo, subempleo, bajos salarios, altos impuestos, alzas en la gasolina y en los productos de consumo popular promulgadas por el Estado y su régimen de gobierno. Estas impopulares medidas afectan al 95 por ciento de la población colombiana. Esta lucha continuará hasta que prevalezca la paz con justicia social y desaparezcan la represión, la miseria, el atraso y la entrega de nuestra soberanía patria al imperio gringo y a las multinacionales del gran capital monopolista de Estado.
¿Las FARC-EP mantienen en alto la bandera de la paz?
Las FARC-EP si mantienen invariable y en alto la bandera de la paz con justicia social, por la independencia y la soberanía Patria, dado su carácter de organización política armada del pueblo. Así mismo, afirmo que nada ni nadie conseguirá que las FARC desistan de su lucha por la paz con dignidad, por la construcción de un nuevo Estado y Gobierno garantes de los derechos y las libertades fundamentales de la población excluida y explotada por la actual casta gobernante.
El acuerdo humanitario
Hace pocos días ustedes emitieron un comunicado en que niegan contactos con el Gobierno Nacional sobre el tema del canje o del acuerdo humanitario, ¿cómo es la propuesta de las FARC-EP para un eventual acuerdo humanitario?
Respecto de este interrogante, en primer lugar quiero ratificar el interés de las FARC-EP en contribuir a dar solución satisfactoria a esta justa petición de los familiares de los prisioneros de guerra privados de la libertad en contra de su voluntad por el Gobierno y por las FARC-EP. Las personas privadas de su libertad están viviendo esas condiciones a consecuencia de la confrontación política, social y armada que afecta a Colombia ya por más de 50 años, por causa de las equivocadas políticas represivas del Estado, ejercidas por los sucesivos gobiernos del bipartidismo liberal- conservador. En cuanto respecta a las FARC, se exige al gobierno la liberación de todas las guerrilleras y todos los guerrilleros prisioneros en las cárceles del sistema, para dejar en libertad las personas del Establecimiento retenidas por la organización guerrillera con fines canjeables como la totalidad de diputados del Valle, el Gobernador de Antioquia, los congresistas, los exministros de Estado y la excandidata presidencial Ingrid Betancourt. De otra parte, las FARC exigen al gobierno adelantar en Colombia las eventuales entrevistas conducentes a la búsqueda de acuerdos sobre canje, las que se harán entre colombianos debidamente autorizados por las dos partes: Gobierno y FARC-EP. Sobre este importante tema de interés político nacional ratificamos nuevamente que no existe hasta ahora intercambio entre voceros del gobierno y de las FARC en Colombia, ni en el exterior. Decir lo contrario es una gran mentira y un despropósito para engañar a las familias y amigos de los prisioneros, así como a las personalidades interesadas en la solución pronta y concertada de este tema de tanto interés.
¿Qué opinión tienen del gobierno de Álvaro Uribe Vélez?
El gobierno de Uribe representa los intereses más retardatarios de la oligarquía liberal-conservadora de Colombia. En este gobierno confluyen los sectores responsables de la explotación, la pobreza, el atraso y el terrorismo de Estado contra la población civil desarmada. Cada una de las medidas que pretende imponer este gobierno por medio de la fuerza expresa su carácter impositivo, abiertamente dictatorial y al servicio de las políticas del FMI y los grupos financieros nacionales y extranjeros.
El llamado referendo, la reforma tributaria y la flexibilización laboral son más que una cortina de humo para limpiar la mala imagen de una parte considerable de los desprestigiados y eternos congresistas al servicio de la politiquería de la vieja maquinaria política liberal-conservadora y para distraer la atención de amplios sectores sociales y de masas populares mientras su gobierno prepara mejores condiciones para una confrontación de mayores proporciones. Del otro lado el señor Uribe con sus medidas golpea cada vez más a la población pobre con más impuestos, mientras por el otro lado atraca a los trabajadores al robarles beneficios que ya tenían gracias a los resultados de las centenarias luchas del pueblo colombiano y sus organizaciones revolucionarias. Esta es la guerra total sin diálogo del Estado y su Gobierno contra la inerme población desposeída en el propósito de recortar más sus libertades y sus derechos afectados por la política neoliberal estatal al servicio de las multinacionales y la oligarquía colombiana.
La intervención yanqui
¿Creen las FARC que los Estados Unidos intervendrán militarmente en el caso de considerar fracasada la capacidad militar de las Fuerzas Militares colombianas?
Hay que informar al pueblo colombiano que el gobierno de los Estados Unidos interviene descaradamente en el conflicto interno colombiano hace más de 38 años, lo hace de distintas formas. Desde 1964 cuando surgieron las FARC como organización política armada contra el Estado colombiano y su régimen gobernante, el gobierno de los Estados Unidos aporta millonarias cifras en dólares, en aviones y en helicópteros para la guerra dotados estos de sofisticados sistemas técnicos y con expertos asesores militares en inteligencia y en monstruosos montajes para intimidar, calumniar y asesinar a las organizaciones de izquierda y a sus principales líderes, como lo registra el reciente genocidio sufrido por la Unión Patriótica, los asesinatos de destacados líderes del Partido Comunista, del movimiento sindical y popular colombiano. Además de toda esta grotesca intervención gringa, los militares colombianos son formados en la teoría y en la práctica de la Escuela de las Américas, para combatir lo que ellos definen como su enemigo interno. De los asesores gringos reciben, los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia en el curso de los últimos años los catálogos conocidos como los documentos Santa Fe uno, dos, tres y cuatro con las instrucciones y órdenes que están obligados a cumplir irrestrictamente en cada una de sus consideraciones geopolíticas para beneficio de los intereses de la política de seguridad del imperio.
De otra parte, los embajadores de Estados Unidos en Colombia gozan de privilegios otorgados por la clase gobernante colombiana como permitirles participar de la controversia política sobre todos los temas de la política nacional y exterior. Mientras que los demás embajadores de los otros países están excluidos de este particular privilegio y si alguien intenta hacer algo parecido a lo que si practican los gringos son amonestados por el gobierno y los medios de comunicación arman desproporcionado escándalo que bien puede poner en aprietos hasta las relaciones de su gobierno con el de Colombia. Es la mejor expresión del servilismo, de ausencia de dignidad y la entrega incondicional de nuestra soberanía.
Las FARC-EP, ya han señalado por distintos medios que no son enemigas del pueblo de los Estados Unidos por el contrario lo admiran y respetan, pero sin renunciar jamás a la obligación y al derecho de denunciar y de defender a nuestra Patria de la grosera intromisión del Estado y del Gobierno de los Estados Unidos en el conflicto interno de los colombianos. Igualmente saben las FARC que los gobernantes gringos no tienen amigos sino intereses. A ellos sólo interesan las inmensas riquezas de nuestro país, particularmente las energéticas, como el petróleo y sus derivados.