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Latinoamérica

El misterio del científico que desapareció en Colonia Dignidad

Maura Brescia (Chile)

Hay un secreto impenetrable en torno a Colonia Dignidad y que supera las mejores novelas de espionaje. Se trata del suceso verídico de un caso sin solución: la desaparición en Chile de un genio de las matemáticas, nacido en Moscú en 1941, nacionalizado norteamericano, de origen judío, llamado Boris Weisfeiler Bernstein. Sus rastros se perdieron, en 1985, cerca de la Colonia Dignidad y desde entonces nada se sabe de su paradero. Weisfeiler es, hasta hoy, el único estadounidense que aún permanece desaparecido en Chile.

El periodista Carlos Basso investigó este caso durante años, hasta traducirlo en la obra "El último secreto de Colonia Dignidad" que presentará en la Feria del Libro. Por sus páginas desfilan los estériles esfuerzos de los diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en Chile por ubicarlo, un misterioso informante, dos muertes anexas jamás aclaradas, la DINA, la CNI, la operación Cóndor, la CIA, el FBI, la KGB, el Mossad, cientos de documentos desclasificados y una serie de intrigas que implican a la Odessa y a las redes neonazis en América Latina y el mundo, el tráfico de armas y drogas y al infausto "Angel de la Muerte", Josef Mengele. La realidad siempre supera a la ficción y este insoluble caso es una fiel prueba de ello.

Desde hace medio siglo, el enclave germano Colonia Dignidad, hoy Villa Baviera, ubicado en la Séptima Región de nuestro país, ha sido un enigma para la gran mayoría de los chilenos. Convertido en un virtual "país extranjero" de 14 mil hectáreas dentro del territorio nacional, ha logrado sobrevivir misteriosamente a la voluntad de las más altas autoridades, a las publicitadas fugas de algunos jóvenes colonos, los sucesivos allanamientos y operativos policiales, las acusaciones de organismos de derechos humanos y a las denuncias de los propios colonos.

En la década del 60, un artículo de la periodista Frida Modak publicado en la Revista "Vea" develó a los chilenos la existencia de este peculiar "Estado dentro de otro Estado", a consecuencia de lo cual la reportera se vio obligada a abandonar Chile y refugiarse en Israel.

Uno de los primeros jerarcas de la colonia, Heinz Kuhn Fester, huyó de ésta en 1980. Se radicó en la ciudad de Los Angeles, y hasta hoy es uno de los principales perseguidores de Schäfer y sus huestes. Igualmente reveladores fueron los testimonios de otro de los fundadores de la colonia, Hugo Baar y del matrimonio de Georg y Lotti Packmor, quienes declararon en Alemania en 1985.

Luego de un período de beneplácito que la colonia gozó bajo el régimen militar, las duras acusaciones que hicieron algunos colonos, junto con el retorno de la democracia, impulsó en 1991 al mandatario Patricio Aylwin a quitar la personalidad jurídica del reducto alemán. Pese a los esfuerzos presidenciales, la colonia logró sobrevivir con apenas un cambio de denominación.

Tampoco le fue mejor al ex intendente de Linares, Hernán Taricco, quien fue destituido luego de una serie de escaramuzas. Las imputaciones que en el período militar fue un centro de detención y tortura, tampoco hicieron mella en la fortaleza del emplazamiento germano. Ni siquiera las últimas incriminaciones que señalan a su líder Paul Schäfer de prácticas de pedofilia, consiguieron perjudicar su protegida existencia. Como tampoco el giro político-diplomático de la embajada de Alemania en Chile, que fue variando desde el apoyo de los primeros tiempos, a la neutralidad del período militar, hasta el rechazo de la última década. Ni los informes desplegados por la Oficina Federal de Inteligencia de Alemania.

En 1996 un joven, Wolfgang Müller escapó del enclave, denunciando los vejámenes a que eran sometidos los colonos. En 1997 se conoció el dramático caso del joven Salo Luna, quien protagonizó una fuga de película desde el enclave germano junto a Tobías Müller. Luna no ha temido denunciar las aberraciones de que fue víctima por parte del líder germano. Debió soportar ataques sexuales, violaciones y cotidianas humillaciones, dramática realidad que lo empujó a huir, perseguido por una jauría. Tras el escape de ambos jóvenes, que viajaron a Alemania, se registró una serie de fugas en cadena. La osadía la repitió Hinz Jun y luego el matrimonio formado por Erwin Fege y Brigitte Malessa.

En la actualidad el tema de Colonia Dignidad está centrado en la Corte Suprema, a solicitud de la justicia alemana que pretende obtener antecedentes acerca de las pesquisas en Chile para dar con el paradero del ex jerarca del enclave germano, quien permanece prófugo desde hace cuatro años. Schäfer se encuentra acusado de sustracción, privación de libertad, violaciones sodomíticas y abusos deshonestos contra, por lo menos, 27 menores de edad, que afectaron tanto a niños chilenos, como a alemanes.

Un misterio insoluble

Durante 17 años la misteriosa desaparición de Boris Weisfeiler ha sido rastreada en informes dirigidos por la Embajada de Estados Unidos al Departamento de Estado, como asimismo en contactos diplomáticos y consulares con altas autoridades del Ejército y de Carabineros. La Vicaría de Concepción recopiló una serie de antecedentes y trató de efectuar gestiones a nivel gubernamental. Posteriormente, en 1998, incluyó el caso de Weisfeiler en un informe semestral.

Hasta hoy han sido estériles los esfuerzos de su hermana Olga, de sus amigos, de los colegas de la Universidad Estatal de Pennsylvania, de los profesores de la Universidad de Harvard, de los académicos del Instituto de Tecnología de Massachussetts, de los miembros del Instituto de Matemáticas de Estados Unidos por encontrarlo.

Hijo de un matrimono judío, Weisfeiler -quien no era religioso practicante- fue un perseguido durante toda su vida. Su padre fue hostigado por los nazis, que lo acusaron de ser un espía de los rusos, y posteriormente éstos últimos emprendieron su propia persecución contra los judíos. Huyendo de todo eso, Weisfeiler logró emigrar en 1975 a Estados Unidos, donde continuó una solitaria existencia, dedicando su tiempo libre a la pasión de su vida, el excursionismo por zonas desoladas.

Weisfeiler nunca se casó, ni tuvo hijos. Es recordado como un hombre simple, de gustos sencillos y extremadamente generoso. Debido a su vida en la ex URSS, un Estado completamente policial, aborrecía cualquier tipo de uniforme. Pese a que nunca hablaba de política, se lo podía catalogar de "derechista", pues votaba por el partido republicano.

Su única pasión era viajar, que derivaba de su interés por conocer distintas culturas. En diciembre de 1984 habló por última vez con su hermana Olga: le dijo que planeaba ir en sus vacaciones a hacer hiking a un país del sur del mundo llamado Chile. Pero el Chile de 1984 era un país en Estado de Sitio, en el cual estaba restringida la libertad de desplazamiento.

Boris llegó en un avión Lan Chile a Santiago el 25 de diciembre de 1984. Tomó un bus y partió a la ciudad de Los Angeles en la noche del mismo día. Allí habría alojado en el hotel Mariscal Alcázar, donde estuvo hasta el 26 en la mañana; luego tomó un bus hacia la zona de El Abanico, cerca del volcán Antuco. Tras ello partió a la Laguna del Laja, una zona privilegiada para el excursionismo. Más tarde, bordeando la cordillera de Los Andes continuó caminando al norte, llegando a la comuna de San Fabián de Alico, en el límite entre la Octava y la Séptima Regiones.

Al sur de la Séptima Región se encuentra la comuna de Parral, dentro de cuya jurisdicción se ubica el predio principal de Colonia Dignidad. El 4 de enero de 1985, tras pasar el control de Carabineros de El Roble, Weisfeiler llegó hasta la confluencia de los ríos Ñuble y Los Sauces, siendo visto por última vez por el campesino Luis Alberto López Benavides

De acuerdo a los reportes de Carabineros y la justicia, el turista probablemente se ahogó mientras trataba de cruzar a pie los ríos -pese a que existe un andarivel en esa misma zona- y el caso fue prontamente cerrado, a pesar de los esfuerzos del consulado de EEUU en Chile por investigarlo. Algunos meses más tarde, el último hombre que lo vio con vida, Luis López Benavides, apareció muerto colgando desde el andarivel. El dictamen de la justicia indicó que fue un suicidio, pero ese antecedente es imposible de indagar hoy en día, pues la causa desapareció del Primer Juzgado de Letras de San Carlos.

Un misterioso informante
Dos años más tarde, un misterioso informante apareció en el consulado de Estados Unidos en Santiago. Bautizado con el nombre clave de "Daniel" contó una increíble historia. Dijo que él formó parte de una patrulla militar que se encontraba en el sector donde desapareció Weisfeiler custodiando el perímetro de la colonia, pues allí esperaban el arribo desde Paraguay de un tal "doctor Smith", que según "Daniel" no era nadie más que el buscadísimo "Angel de la Muerte", el ex criminal nazi Josef Mengele, que se suponía muerto en 1979.

De acuerdo a la historia de "Daniel", el teniente a cargo del grupo confundió a Weisfeiler con un espía del Mossad y luego de la CIA, por sus papeles, por lo que lo entregaron a Paul Schäfer.

En sus relatos, que continuaron hasta 1997 y fueron matizados por varios informes que envió a las autoridades americanas, "Daniel" aseguró además que en 1987 otro miembro de la patrulla había visto a Weisfeiler vivo al interior de la colonia, haciendo adobes, y entregó pormenores de otros casos, como la muerte del general Bonilla.

¿Será todo esto realidad? ¿Qué hay de cierto en las acusaciones de que Weisfeiler era un espía? ¿Podría Josef Mengele estar vivo a esas alturas? ¿Qué tienen que ver la red Odessa y otros criminales nazis en este intrincado caso?

Esas y muchas otras son algunas de las interrogantes que intenta responder el periodista Carlos Basso, editor del diario "Crónica" de Concepción, en el libro "El Ultimo Secreto de Colonia Dignidad", que será presentado en la Feria del Libro de Santiago por el Obispo de Linares, Carlos Camus, y el abogado Hernán Fernández, quien logró que la justicia no sobreseyera el caso Weisfeiler.

La investigación de Basso tiene el estilo de una apasionante novela, pero que fue realizada sobre la base de una serie de entrevistas a amigos y familiares de Weisfeiler, así como a ex agentes policiales, y gracias al material desclasificado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, más documentación del FBI, la CIA, la KGB y la OSI (Office of Special Investigations) del Departamento de Justicia. Además, la embajada de Santiago expuso en varias oportunidades su preocupación por el hecho a las autoridades de Carabineros, incluyendo al general Stange.

Igualmente se analizaron archivos judiciales chilenos e informes de la Dirección de Orden y Seguridad y del OS-7.

Los representantes norteamericanos más involucrados en el asunto han sido los senadores Edward Kennedy, Arlen Specter, Thomas Patri, William Clinger, Barney Frank, y John Heinz.

Además han intervenido organismos, como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Cuerpos de Contrinteligencia del Ejército de Estados Unidos (CIC), la Agencia Antidrogas (DEA), Amnistía Internacional (AI), y la Liga Judia Antidifamacion (ADL). El embajador William Brownsfield ha efectuado una serie de gestiones al respecto. Lo mismo el gobierno alemán, que si bien fue muy pro-colonia en los años del embajador Erich Stratling, progresivamente ha ido ayudando en el caso.

Especializado en técnica de la investigación y periodismo policial, Carlos Basso ha sido premiado por Carabineros e Investigaciones, por su trabajo en el área policial. En 1998 recibió el premio "Generación Joven", otorgado por el Consejo Regional del Colegio de Periodistas.

¿Por qué investigó la ignorada desaparición de Weisfeiler en Chile?
Tomé la decisión de escribir el libro, después de leer los archivos desclasificados por Estados Unidos. Me llamó la atención que, mientras el caso de Charles Horman recibió una gran atención, este había pasado casi inadvertido. A diferencia del caso Horman, la familia de Weisfeiler, es decir, su hermana Olga vivió hasta 1988 en Rusia y por tanto, no había familiares presionando a la prensa. Por otro lado, cuando sucedió, la única prensa que se encargó de investigar fue la de oposición al gobierno militar y, por tanto, no tuvo tanto eco. Cuando indagué sobre la vida de Weisfeiler, me impresionó todo lo que había sufrido y la forma en que desapareció a kilómetros del límite de Colonia Dignidad.

¿Cuales han sido las instancias judiciales?
El proceso, como se relata en el libro, estaba a tres días de ser sobreseído hace dos años (ya habían pasado casi 15 años) cuando el abogado Hernán Fernández logró que el juez Angel Coria, de San Carlos, aceptara tramitar una querella. Tras la desclasificación de documentos efectuada por el presidente Clinton, por los antecedentes que figuran allí y que involucran al Ejército y a Colonia Dignidad, Fernández presentó una querella contra Paul Schäfer y Augusto Pinochet, la número 171 en contra del ex comandante en jefe. Ello significó que el caso pasara al juez Juan Guzmán y fuera entregado a un comisario del Departamento Quinto que está dedicado totalmente dedicado a investigar a Colonia Dignidad. Todavía no hay resultados concluyentes y creo que, por la cantidad de tiempo transcurrido y el misterioso "suicidio" del principal testigo, será muy difícil que algún día se sepa.

¿Por qué asoció el caso Weisfeiler con la Colonia Dignidad?
La primera asociación frontal del caso con la colonia la hizo Edwin Harrington, en la revista Análisis, en febrero de 1986, pues la cercanía del enclave con el sitio donde ocurrió el hecho es bastante, al punto que la confluencia de los ríos Los Sauces y Ñuble queda a los pies del monte Maravilla, donde, según informaciones de organismos de Derechos Humanos, siempre se ha sospechado que existía un cementerio clandestino.

Posteriormente, la asociación con Dignidad la hizo "Daniel", el informante que llega al consulado de EEUU. Pero aquí hay un hecho curioso: los documentos desclasificados contienen la investigación efectuada en el lugar por un ex detective contratado para ese efecto por la Sociedad Matemática de Estados Unidos. Ese agente tiene necesariamente que haber escuchado, ya en 1985, sobre algún vínculo entre los germanos y el caso, pues en su informe descarta de plano la posibilidad de que la colonia esté involucrada.

¿Dónde recogió las informaciones acerca de la ODESSA y las redes nazis en Sudamérica?
A través de bibliografía especializada y de los documentos emitidos por Estados Unidos y organismos como la CEANA, Comisión para el Esclarecimiento de Actividades Nazis en Argentina. También me fueron de utilidad los documentos desclasificados por el FBI sobre Klaus Barbie, y los de la CIA. Los textos más esclarecedores, no obstante, fueron los del grupo interagencias formado en Estados Unidos para indagar los vínculos de ese país con nazis y de la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI) del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre Klaus Barbie y Joseph Mengele.

¿El "Angel de la Muerte" Josef Mengele estuvo en Chile? ¿Tuvo Mengele contacto con Walther Rauff?
Oficialmente, nadie podría decir que Mengele estuvo en Chile. Pero yo sospecho que sí pasó por acá, probablemente hacia los años 60, cuando estaba en permanente tránsito entre Brasil, Argentina y Paraguay, y sobre todo después de la captura de Eichmann en Buenos Aires. Tampoco se puede establecer oficialmente un vínculo entre él y Rauff, pero es cosa de aguzar un poco los sentidos y empezar a hacer relaciones: Friedich Schwend, el nazi que alojó en su casa de Lima a Klaus Barbie, fue visto en 1962 en Paraguay junto a Mengele. Esto lo dice Richard Breitman, el presidente del grupo interagencias norteamericano. Ahora, tras la muerte de Schwend se encontró en su agenda el teléfono y casilla de Walther Rauff en Punta Arenas. Si Schwend tenía contacto con Rauff y era amigo de Mengele, ¿Por qué Rauff no iba a tener contacto con Mengele?

Todos ellos, más otros criminales nazis, en mayor o menor medida, estuvieron vinculados a Gerhard Mertins, un traficante de armas y ex mayor de las SS que, entre otros negocios, fue quien proveyó a Carabineros de los helicópteros Bolkow que tenía. Lo más impresionante de todo es que, por ejemplo, el diario Clarín de Buenos Aires dijo en 1977 que Rauff era asesor de la DINA, basado en testimonios de detenidos en isla Dawson. Barbie era, y esto no es especulación, asesor de inteligencia del gobierno boliviano.

Stéfano Delle Chiaie, el fascista italiano implicado en el atentado contra Bernardo Leighton en Italia y a quien Michael Townley alojó en su casa de Lo Curro junto a su socio Pier Luigi Concutelli, pasó, luego de haber estado al servicio de la DINA, a manos de Barbie, quien formó con ellos el grupo paramilitar "Los novios de la muerte", que actuó en el golpe de los coca-dólares, financiado por los carteles de cocaína de Bolivia.

Hay, amén de ello, otros lazos que son sumamente interesantes. Uno de ellos, por ejemplo, es que el guatón Romo, cuando fue detenido en Brasil en 1992 por Luis Henríquez, el detective que posteriormente quedó a cargo de los procesos contra Colonia Dignidad, tuvo por abogado a Flavio Augusto Marx, de quien el mismo Romo dijo a la policía que no sabía cómo había aparecido. Marx fue el abogado, entre otros nazis, de Franz Stangl, y de los Bossert, quienes escondieron el supuesto cadáver de Mengele. En una entrevista, Marx aseguraba que sus honorarios se los iba a pagar con la biografía de Romo, a quien se iba a llevar a escribir a su finca de Embu cuando quedara libre. Pues bien, Embu es la playa brasileña donde supuestamente se ahogó Mengele.

¿Tuvo Paul Schäfer participación en este caso?
No podría afirmar taxativamente que la versión de "Daniel" sea cierta, pues, como lo digo en el libro, incurre en muchos lugares comunes, equivocaciones y falsedades. Pero al mismo tiempo dice verdades que era imposible que conociera de otro modo que no hubiera sido presenciando los hechos, como el detalle del visor infrarrojo que portaba Weisfeiler.

Ahora sí, me llama poderosamente la atención el hecho de que la colonia mantuviera un archivo sobre el caso y que, ya en 1985, un abogado vinculado a la colonia pidiera una copia del expediente. Además, la colonia mantiene un control territorial que va más allá de los límites físicos de ésta y hacia los años 80, cuando eran todavía un puntal del gobierno militar, mantenían estrechas relaciones con el Ejército, Carabineros, la CNI y los campesinos de San Fabián, muchos de los cuales les informaban todo lo que sucedía. Creo que Paul Schäfer al menos supo lo que sucedió. No hay que olvidar que Manuel Contreras Valdebenito dijo en 1997 que en materias de inteligencia, los alemanes "daban cátedra" a su padre. Si ello es cierto, y no me cabe duda de que era así, es imposible que no supieran lo que pasaba al lado de afuera de su predio.

¿Quién era el misterioso "Sr. Schmidt" que esperaban en Colonia Dignidad?
Si es que Schmidt existió, no creo que haya sido Mengele. Este, según la historia oficial, estaba muerto en esa época y más poderoso motivo aún -pues muchos se niegan a creer en esa versión- es impensable creer que a los clases de una patrulla militar le vayan a dar información tan sensible, que estaban patrullando porque en ese momento en Colonia Dignidad esperaban al fugitivo más famoso del mundo. En circunstancias normales la información siempre es compartimentada y más aún en ese tiempo, sobre todo -recordemos- cuando el FPMR, por ejemplo, estaba empeñado en infiltrar la suboficialidad del Ejército.

Creo que si Schmidt existió, se trataba en realidad de Gerhard Mertins, el traficante de armas, fundador en Alemania del "círculo de amigos de Colonia Dignidad" y que en 1987 estuvo implicado en un tráfico de armas y explosivos descubierto en el buque NedLLoyd Manilla, en Antofagasta, y que supuestamente estaban destinadas a la colonia. Incluso, si es que a alguien se le deslizó el apellido, podría haber una coincidencia fonética entre "Mengele" y "Mertins".

¿Era Boris Weisfeiler un agente del Mossad o de Wiesenthal?
No existen antecedentes suficientes para suponer que pudiera haber sido algún cazanazis. De hecho, el Mossad en ese tiempo ya no estaba preocupado del tema -a Eichmann lo secuestraron en 1961, en Buenos Aires- y Wiesenthal, los Klarsfeld o cualquier organización de este tipo lo habrían dicho públicamente o, por último, se habrían hecho parte de las acciones legales. De hecho, hasta donde yo sé, Wiesenthal jamás se refirió a este caso.

¿Por qué Weisfeiler tenía un mapa detallado y anteojos de visión nocturna?
Si hubiera sido un "Katza" o un "Sayanín" del Mossad, como algunos sugieren, no habría contado a sus amigos adónde iba, lo habría mantenido en secreto. Respecto del mapa "detallado" eso es lo que cuentan los campesinos que estuvieron la noche anterior con él. Todas las especies que se recuperaron de la mochila de Boris fueron remitidas al Juzgado de Policía Local de San Fabián y de ahí desaparecieron, así es que habría que verlo para saber si corresponde a un mapa militar. En cuanto a los anteojos de visión nocturna aquí todavía nos resulta un adminículo casi de ciencia ficción, pero hace muchos años ya que en Estados Unidos se venden en los Wall Mart.

¿Con qué argumentos está convencido que Weisfeiler no era agente?
Un agente especializado no se habría puesto al descubierto supuestamente gritando "¡asesinos, nazis, yo sé que está aquí!". Eso me suena a argumento de película tipo "Los niños del Brasil" o "El hombre maratón". No, un agente del Mossad habría mantenido hasta el final su chapa de turista. Si hubiera ido en una misión encubierta no habría pernoctado con dos campesinos y mucho menos habría permitido que lo vieran, pues un informe de Carabineros, de 1986, establece que dos suboficiales de esa policía se cruzaron con él en el camino. Por lo demás, insisto que en ese momento el Mossad estaba preocupado de otros asuntos mucho más cruciales para Israel que buscar nazis. En efecto, el único nazi que el MOSSAD capturó alguna vez fue a Eichmann. Por otro lado, y eso lo dice el mismo informante, los vínculos del MOSSAD con la DINA eran conocidos y por tanto habría preferido una salida política al asunto antes que una operación de exterminio.

¿Por qué la CIA exculpa a Colonia Dignidad respecto de la desaparición de Weisfeiler?
Me inquietan cuatro cables de la CIA de 1976, en los que se pone en conocimiento a este organismo de la existencia de la Colonia y prácticamente "lo echan a la talla". No creo que el asunto fuera tan risible y creo ver en ello otros motivos, por ejemplo, el hecho de que uno de los grandes "sponsors" de Augusto Pinochet era en ese tiempo el subdirector de la CIA, Vernon Walters, autor de esa famosa frase de "Pinochet era un hijo de puta, pero era nuestro hijo de puta". Hay que ponerse en el contexto de la época y entender que, independiente de todas las recriminaciones del gobierno de Carter a Pinochet y de los demócratas en general, para EE.UU. en plena guerra fría y sobre todo bajo en mandato de Reagan, Pinochet era un aliado valiosísimo.

En ese contexto, las relaciones se pudieron haber oscurecido mucho más si se hubiera establecido que un americano había desaparecido en un enclave aliado del gobierno chileno, donde, por añadidura, se habría organizado la operación Cóndor. La política siempre es muy fría y creo que este fue el caso, sin dejar de mencionar que en las décadas de los 40, 50 y 60, Estados Unidos efectivamente utilizó a ex nazis para sus organismos de inteligencia, básicamente por necesidades estratégicas.

¿Cuál fue la relación de los jerarcas de Colonia Dignidad con altos mandos militares y organismos, como la DINA y CNI?
Los contactos entre la colonia y la DINA están establecidos en diversas causas judiciales, a través, por ejemplo, de los testimonios de Fernando Gómez Segovia, ex jefe de la Brigada de Inteligencia Regional de la DINA en Parral. De eso no cabe duda, pero la vinculación con la CNI es más difícil de establecer, sobre todo en lo relativo a Eduardo Neckelmann, a quien el informante de los estadounidenses implica en el caso de Weisfeiler, pero el cual, de acuerdo a mis estimaciones, debía haber estado a punto de irse a retiro en la época de los hechos y, por su grado, es difícil que hubiera estado aún al mando de una unidad pequeña, como la de Parral. Las relaciones entre los alemanes y los altos mandos militares también constan en numerosos expedientes, pero básicamente utilicé como fuentes en este caso los testimonios prestados en 1985 en Alemania por Hugo Bäar y el matrimonio formado por George y Lotty Packmor, todos fugados de la colonia, lo que los Packmor reafirmaron en 1987 ante la cónsul de EE.UU. en Toronto, Canadá, cuando fueron interrogados sobre si la colonia podía haber intervenido en el caso Weisfeiler.

¿Recibió algún tipo de coacción por su trabajo?
Afortunadamente no tuve ningún tipo de presión. De todos modos, creo que si la colonia se hubiera enterado, no habrían hecho nada. Si bien pienso que la campaña de opinión pública que han emprendido en el último tiempo es un poco de maquillaje, también pienso que los fantasmas del pasado de están alejando rápidamente de allí y la gente buena que reside al interior de Dignidad, que fue víctima de Schäfer y su clan de Tontons Macoutes y que es la gran mayoría, sólo está interesada en llevar una vida digna. De hecho, el título del libro dice mucho de lo que pienso respecto de ése lugar, pues ya se sabe casi todo lo que sucedió allí y este es el último secreto que queda por desvelar, esté o no el enclave involucrado, para que esa gente pueda dejar atrás los 40 años de oscurantismo en que han vivido y comiencen a vivir normalmente.