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Latinoamérica

Entre fracasos y desafios Colombia en la encrucijada

Por: Amylkar Acosta


Un informe sobre la economía colombiana en medio de la crisis del Estado, la anomia social y la violencia estructural.

'Al predicar, invariablemente, la austeridad… se deriva
automáticamente, una caída brutal del nivel de vida, una
explosión del desempleo y de la pobreza, que debilitan
las instituciones políticas encargadas de ejecutar sus
planes… Las democracias no toleran una austeridad
ilimitada en nombre del mercado'
Henry Kissinger, El Espectador. Octubre, 15/ 98

(Intervención en el foro para el 'Acuerdo por la Recuperación de la economía, la generación de empleo y la estabilidad fiscal,' convocado por el Partido Liberal Colombiano el 31 de octubre de 2.002)

La economía colombiana afronta uno de sus mayores retos: cómo salir de la encrucijada en que se encuentra, merced a unas políticas erradas y erráticas, que se han traducido en el estancamiento de la economía, en desempleo, pobreza, inequidad y exclusión social.

Ronda el fantasma de la recesión; después del descalabro de 1.999, cuando el PIB tuvo una caída, sin precedentes desde que llevan registros, del 4.5%, la economía no se ha podido reponer, sigue en cuidados intensivos. Así lo reconoce, el Gerente del Banco de la República, Miguel Urrutia, cuando advierte que 'La inversión pasó de un promedio de 17% del PIB en el pasado, al 13% del PIB en el año 2.000. La menor inversión que se registra en la actualidad, se traduce en un menor crecimiento económico hacia el futuro. Una menor acumulación de capital en los últimos años, reduce el potencial de crecimiento de la economía…Antes de 1.980, la productividad crecía a 1% anual, y después se dan disminuciones de productividad. Así, según el estudio de Cárdenas, entre 1.980 y 1.989 el crecimiento de la productividad fue de -0.84% y entre 1.990 y 1.999 de -0.71%.... En conclusión, el análisis de las fuentes de crecimiento de la economía colombiana sugiere que la tasa potencial de crecimiento de la economía ha disminuido en la última década.'



La economía ha perdido ritmo e impulso, con respecto a la década anterior. El desplome del crecimiento ha sido brutal. Durante la década del 90, la economía colombiana creció a una tasa anual promedio de 2.5%. En los últimos cuatro años el PIB creció únicamente 0.5%, cinco veces menos que dicho promedio. Este es un mal generalizado en América Latina, cuyo pronóstico para los próximos años es reservado. Mientras en Colombia las autoridades económicas debieron revisar a la baja la meta de crecimiento para este año del 2.5% - 3% a 1.2% - 1.6%, la CEPAL pronostica para la América Latina una caída este año del PIB de 0.8%. Es decir, que todos los países de la región, en mayor o menor medida, están cortados por la misma tijera. Y no se vislumbran tiempos mejores, pues la tendencia es a acentuarse la crisis, con todas sus consecuencias.

Nunca el país había estado tan mal

El impacto de la crisis económica ha sido demoledor. Afirma el rotativo de los Santos que 'Sin pecar de pesimistas, nunca, en tantas áreas, el país había estado tan mal' . El ingreso per cápita cayó durante el cuatrienio Pastrana a una tasa del 1.6% anual, hecho este sin precedentes; dicho ingreso pasó de US$2.716 por habitante en 1.997, a solo US$1.890, prácticamente el 50% del promedio de América Latina (US$3.900)! La pobreza se disparó: en este aspecto hemos retrocedido 15 años; En Colombia, si hace dos décadas 39 de cada 100 personas ganaban menos de dos dólares al día, en el 99 eran 49 y hoy (mayo/2.002), según el B de la R , ya son 64! De estos 27 millones de pobres hay 9.6 millones de personas indigentes, que carecen de los ingresos suficientes para cubrir las calorías mínimas para sobrevivir. Es como si todos los habitantes de Bogotá y Medellín vivieran con menos de un dólar diario!! De acuerdo con dos estudios realizados por el Banco Mundial, el país está hoy en los niveles de pobreza que tenía en 1.988, un gran retroceso, después de haber disminuido en 20 puntos porcentuales estos niveles entre 1.978 y 1.995. Para reducir el número de pobres a los niveles en que se encontraban en 1.995 Colombia necesitaría crecer, sostenidamente, a unas tasas superiores al 4% anual en los próximos 10 años, dijo Carlos Eduardo Vélez del Banco Mundial. Según Eduardo Lora, del BID, Colombia fue el país de A. L. donde las reformas estructurales emprendidas a comienzos de los 90 tuvieron un menor impacto sobre el ingreso de los habitantes.

Pero, en Colombia, peor que la pobreza es el empobrecimiento y peor aún que éste es la inequidad. La inequidad en Colombia es bárbara: 'El 94% de la población del mundo vive en países con mejor distribución que el nuestro.....el deterioro de la distribución ha sido una tendencia constante en los últimos 20 años; es decir, que se dió tanto durante los años en que se redujo la pobreza, como en el último cuatrienio, en el que aumentó vertiginosamente el número de pobres' . Y la tendencia es hacia su agravamiento, si tenemos en cuenta que si hacia comienzos de los 90, el 10% de la población con más altos ingresos ganaba 40 veces lo que ganaba el 10% más pobre, ya para el año 2.001, esa proporción es de 60 veces! El coeficiente gini, que mide el grado de concentración del ingreso, es el mismo de hace 50 años. En Colombia puede afirmarse que, en los últimos tres años, hemos perdido un estrato de la población, aplastado bajo el peso de la crisis; la clase media se está extinguiendo paulatinamente en Colombia, pues ha sido la más golpeada por los embates de este cataclismo social.



En gran medida, esa apabullante pauperización está ligada y es el reflejo del acuciante desempleo y a la creciente precarización del empleo, que se han convertido en una verdadera calamidad pública. Según el DANE, en agosto había en Colombia 3.12 millones de desempleados y 6.93 millones de subempleados. Es decir, que el 51.6% de la población económicamente activa, o no trabaja o medio trabaja; al tiempo que más del 42% de los trabajadores devenga por debajo de un salario mínimo y el 84% devengan ingresos por debajo de dos salarios mínimos. Los más afectados por el flagelo del desempleo, son las mujeres, los jóvenes y los pobres. En Colombia la pobreza se ha tornado hereditaria. Este tétrico cuadro se nos quedaría incompleto, si no hiciéramos alusión a ese dantesco drama, que protagonizan más de 2.7 millones de colombianos, según cifras de CODHES, quienes han sido desplazados y despojados de su única heredad, la tierra, acosados por la violencia, el hambre y la ruina del campo. A ellos, se les suma la diáspora, constituida por más de 4 millones de colombianos, que han tenido que emigrar al exterior, abandonando todo lo suyo y los suyos, forzados por sus afugias económicas y la violencia; hecho este, dicho sea de paso, que se ha constituido en una especie de válvula de escape a las enormes tensiones sociales, hasta constituirse en la segunda fuente de divisas del país, después de las exportaciones de crudo. En fin, nuestro país está desgarrado por este cúmulo de circunstancias que conspiran contra su felicidad y la realización de su proyecto de vida, 'en donde los pobres no comen, los ricos no duermen y la clase media no vive'

Pero a esta situación tan dramática, no hemos llegado por generación espontánea. Los estragos de la economía y la bomba social, que está a punto de estallar, tiene sus orígenes en una política errónea, insensible y desatinada, agenciada por quienes le rinden culto al mercado, por que su credo es el neoliberalismo. Y qué es eso de Neoliberalismo?

El Consenso de Washington

Todo comenzó con el tristemente célebre Consenso de Washington, así bautizado por el economista norteamericano John Willianson; una especie de símil con el famoso fin de la historia que auguraba Fukuyama. Se conjeturaba desde entonces, que los problemas económicos fundamentales de la economía global y en particular la del continente americano se resolverían, si se aplicaba a rajatabla la receta de dicho Consenso. Esta consistía, en esencia, en abrir los mercados, privatizar las empresas públicas, desregular el funcionamiento de los sectores productivos, asegurar los derechos de propiedad intelectual y la disciplina fiscal. América Latina, luego de agotado el modelo cepalino y después de la crisis de su deuda en los 80, que se desencadenó a partir de la cesación de pagos por parte de México y su efecto tequila, abrazó con entusiasmo el nuevo dogma, convirtiéndose en el principal laboratorio de su aplicación. Desde entonces, no se habla de otra cosa, que de la globalización; de lo irreversible de esta, de sus bondades y de sus virtudes, olvidando su ambivalencia, pues comporta oportunidades, pero también fuertes amenazas, en un mundo de fuertes asimetrías, en el que, en ausencia de reglas, se termina imponiendo la regla del más fuerte y el pez grande terminando engullendo al pez más chico. Nos lo dice ex Jefe del Departamento de Estado, Henry Kissinger: 'Lo que se denomina globalización, es en realidad otro nombre para el papel dominante de E.U' . Así nos lo describe Stiglitz, ex directivo del Banco Mundial y premio Nóbel de economía del 2001: 'Creo que la globalización -la supresión de las barreras al libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales- puede ser una fuerza benéfica y su potencial es el enriquecimiento de todos, particularmente los pobres; pero también creo que para que esto suceda es necesario replantearse profundamente el modo en el que la globalización ha sido gestionada…' .

A la década perdida de los 80 para A. L, contra todos los pronósticos, le seguiría la que han dado en llamar ahora la otra 'medio década perdida', merced al fracaso rotundo de la receta, implementada en nuestro país desde las postrimerías de la administración Barco hasta nuestro días. Aquí nos apresuramos a abrirnos, con la euforia y el arrebato de los conversos, olvidando que 'El mercado tiene a veces la capacidad de imponer sus propias expectativas, aún si estas son irracionales' . Después que el Presidente Gaviria en su discurso de posesión anunció que ' …la tarea de internacionalizar la economía, los colombianos teníamos que hacer las cosas a nuestra manera, en forma gradual, sin lanzarnos a un proceso de apertura que generara grandes costos de crecimiento y empleo'; pudo más la insensatez del caradura de Rudolf Hommes, quien como Ministro de Hacienda, la precipitó, so pretexto de que '…la gradualidad con que se abordó la apertura en los primeros meses de este gobierno, creó un insostenible ambiente de incertidumbre, que frenó las importaciones del sector privado. Lo anterior, agravó los problemas de acumulación de reservas y las presiones revaluacionistas' . El señor Hommes no tiene empacho en reconocer, con gran desparpajo, que él aceleró la apertura y nos metió en semejante vacaloca, mientras el país se distraía con el embeleco de la Asamblea Nacional Constituyente. Veamos lo que dice: 'ante la inminencia de una revocatoria, Gaviria y sus colaboradores aprovecharon la ocasión y lograron que se aprobara la mayoría de las leyes que conformaron la espina dorsal de las reformas económicas conocidas como la Apertura durante la última legislatura de 1990, mientras el país y los grupos de presión estaban encantados y distraídos por la discusión y los eventos políticos… Por otra parte, como ya se observó, el efecto de distracción del revolcón político fue tal que la mayoría de los grupos de presión se desentendieron casi por completo de los cambios legislativos que estudiaba el Congreso en ese final del año 1990… Fue en medio de esa distracción como pasaron por el Congreso las principales reformas legislativas del proceso de apertura.'

La ley del embudo

Nosotros hemos pasado por majaderos durante esta década pasada, pues mientras el país ha liberado su comercio, dándole vía franca a las importaciones, es el propio Banco Mundial quien debe reconvenir a los países desarrollados, porque ellos predican, pero no aplican. Afirma el economista Jefe del Banco Mundial, Nicolás Stern: 'Es hipocresía animar a los países pobres a abrir sus mercados, mientras al mismo tiempo se les imponen medidas proteccionistas, detrás de las cuales se esconden intereses especiales. Los países ricos deberían liderar con su ejemplo' . Porque no de otra manera se puede interpretar los subsidios abrumadores de que goza el sector agrícola tanto en los Estados Unidos como en Europa……Los recursos asignados por los países desarrollados al subsidio de su agricultura equivalen a seis veces la suma que se asigna por parte de ellos como 'ayuda' a los países en desarrollo(US$50.000 millones), gran parte de las cuales van encaminadas a paliar los efectos de los bajos precios de sus productos en áreas rurales afectadas por ellos. Para hacernos a una idea sobre la enormidad del daño que se nos inflige, digamos que cinco días hábiles de la semana en subsidios que se pagan a los agricultores del mundo industrializado, equivalen a lo que los 50 productores de café reciben en un año!! Los 29 países más desarrollados del mundo invirtieron US$370.000 millones en el año 2.000 para subsidiar su producción agropecuaria, para un incremento del 10% sobre los niveles de subsidios o protección a su sector rural en 1.994, al inicio de la Ronda Uruguay. Según Kofi Annan, Secretario General de la ONU, las pérdidas económicas globales del proteccionismo agrícola pueden llegar a US$150.000 millones, de los cuales US$20.000 millones corresponden a exportaciones perdidas de los países subdesarrollados (ONU, Agosto 28, 2.000). Los productos más subsidiados son la leche con US$50.000 millones, el arroz y la carne con US$32.000 millones cada uno. Los subsidios reportados para 1.995 corresponden a energía en la suma de US$80.000 millones y más de US$100.000 millones en transporte.

Las alarmas están prendidas: E.U dedicará US$86.7 millones diarios (aproximadamente $200.000 millones) a subsidiar su producción de trigo, cebada, oleaginosas, algodón, azúcar, granos forrajeros, arroz y lácteos, entre otros. La Ley agrícola firmada por Bush el 13 de mayo, elevó a US$190.000 millones los subsidios al campo durante los próximos seis anos. La Ley fue calificada de 'cínica' y ' arrogante' por el Presidente de la SAC, Rafael Mejía, al tiempo que el Grupo Cairn, del cual hacen parte Colombia y otros 16 países, advirtió que su impacto será particularmente dañino para los países en vía de desarrollo....implicará un crecimiento de la oferta de los productos beneficiados y una caída en los precios internacionales, lo cual alejará la meta de un mercado libre de distorsiones en donde se expresen las ventajas comparativas. Como si lo anterior fuera poco, En la conferencia de cooperación para el desarrollo realizada en Monterrey el pasado mes de marzo el presidente Bush ratificó su creencia en que el libre comercio es al única vía segura para asegurar el crecimiento y el empleo. A su regreso a Washington duplicó el subsidio agrícola y colocó un arancel adicional del 30% al acero. También subsisten cuotas a los textiles, al azúcar y el banano, pero nuestros libros de texto siguen pregonando a pie juntillas la creencia universal en los mercados abiertos y en la movilidad de factores al mismo tiempo que los trabajadores migrantes son incinerados por los xenófobos de los países ricos.

Estados Unidos es muy dado a exigir que los demás países hagan, sin rechistar, todo lo que ellos digan que debe hacerse, pero montan en cólera cuando pretenden imitar lo que ellos hacen. De alguna manera, a ellos les aplica, pero al revés, lo que le dijo Jesucristo a su grey, para referirse a la conducta de los hipócritas: 'En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y fariseos. Haced y cumplid lo que os digan. Pero, no hagáis lo que hacen, porque ellos no hacen lo que dicen' ; pues como lo afirmara Felipe González, ex Presidente de España 'Solo conque los países de la región (A.L) pudieran hacer algo de lo que E.U hace para luchar contra la crisis propia, la situación cambiaría a mejor: menos impuestos, más gasto público, subsidios, intervencionismo estatal, proteccionismo'. Lo acabamos de comprobar, con el rifirrafe que se armó ante el tímido intento de este gobierno, al proponer y lograr el apoyo de la CAN, nivelar los aranceles hasta el máximo permitido por la OMC. Más demoró el anuncio, que en echarse para atrás el gobierno, dejando colgados de la brocha a nuestros agricultores, como lo afirmó el Presidente de la SAC. La Embajadora de los E.U en persona, le notificó al Ministro de agricultura, en su despacho, como si fuéramos sus vasallos, el disgusto de Washington por tal decisión, lo reconvino y le exigió dar pié atrás, como en efecto ocurrió; a riesgo de que, de no hacerlo, peligraban los beneficios del ATPA. Luego de una ligera escaramuza, en la que se dio un contrapunteo entre el díscolo Ministro de agricultura, que fue desautorizado y el obsecuente Ministro de comercio exterior, este pulso lo perdió el Ministro de agricultura y lo perdió el país; ya doblegados, nos mandaron a freír espárragos! Allí el país echó de menos la mano firme del Presidente Uribe!.

Al dar marcha atrás, con ese reversazo se ha puesto en grave riesgo el Mecanismo Andino de Franja de precios, desguarneciendo aún más la producción nacional, frente a la competencia desleal de las importaciones que son objeto de subsidio, dumping y otras prácticas proscritas por la OMC, lo cual tendrá un efecto devastador, especialmente sobre el sector agropecuario. Y, como si lo anterior fuera poco, no solamente no protegemos nuestra producción nacional, nos resignamos a ver inundados nuestros mercados de bienes importados, sino que, además, cedimos dócilmente a las presiones y desmontamos el único incentivo de que gozaban nuestras exportaciones, el CERT .

Hommes y Urrutia: firmes en el error

Parece que hubiéramos pasado de la protección, a convertirnos en un protectorado de los E.U. Hasta El Tiempo, que es tan circunspecto en tales asuntos, se despelucó con lo ocurrido: 'A diferencia de muchos otros países, nuestro gran vecino y quienes han puesto el grito en el cielo contra la propuesta del Ministro deberían recordar que Colombia es un ejemplo patético de cómo cada hectárea que se pierde para la agricultura la gana el narcotráfico. Coca y amapola deben su existencia en parte a los multimillonarios subsidios con que E.U y Europa defienden su agricultura. Olvidarlo en esta discusión crucial sería una imperdonable omisión. Omisión que con placer agradecerá el narcotráfico Ello, a contrapelo de las sandeces interesadas de Hommes, quien orquestando las presiones que se ejercieron sobre nuestro país afirmó, sin ruborizarse, que 'Lo que no producimos a un costo razonable, lo deberíamos dejar importar para que la población colombiana se beneficie de los subsidios de los países ricos. El mayor beneficio del comercio proviene de las importaciones y no de las exportaciones, como nos han acostumbrado a pensar equivocadamente los mercantilistas criollos' . Pero el ex Presidente de los E.U, Abrahan Lincoln, opinaba otra cosa y acuñó esta frase lapidaria: 'Yo no sé de economía... pero cuando importamos una mercancía se nos va el dinero' e hizo cuanto pudo por promover las exportaciones y trancar las importaciones. A ese paso, terminaríamos importando hasta el café, y nos conformaríamos con traerlo desde el Vietnam, en donde el costo de producirlo es más razonable que el nuestro. Tesis esta que es refutada por la propia FAO, cuando afirma: 'El crecimiento del sector agropecuario desempeña un papel crucial en la reducción de la pobreza…Los déficits comerciales agropecuarios van en aumento en los países en desarrollo…Una mayor liberalización beneficiaría principalmente a los países desarrollados' . Los nefastos resultados arrojados por este atolondrado 'Modelo agropecuario alternativo' de que nos habla ahora Hommes están a la vista: se han dejado de sembrar en el país en la última década 800 mil hectáreas, se destruyeron cerca de 126.000 empleos directos, las importaciones de alimentos pasaron de 700 mil toneladas a 7 millones, más del 82.6% de la población campesina está por debajo de los niveles de pobreza, más del 30% se debate en la indigencia, cunde la desnutrición y el hambre, el desplazamiento ha despoblado el campo, en donde todo es ruina y desolación. No es esta, entonces, la mejor estrategia para '...alimentar mejor a la población local, incrementando por la vía de las importaciones la seguridad alimentaria y el nivel de nutrición' . Y pensar que este patético cuadro, es solo un pálido reflejo de lo que nos espera, si nos incorporamos al ALCA sin estar preparados para ello; vamos, con los ojos abiertos, camino al precipicio, sin que nos percatemos de ello. Qué horror!

Así, lo que Chile hizo en cuatro años, Colombia lo hizo en uno solo. Por su parte, Miguel Urrutia, Gerente del Banco de la República aconsejó '…no caer en la trampa, de pensar, que la liberación de comercio se debe negociar con otros países y no se debe hacer si no se logran concesiones recíprocas. Un país como Colombia, donde el arancel promedio es altísimo, la liberación del comercio y la reducción unilateral genera aumento del producto y del bienestar'. Da la impresión de que tanto Hommes como Urrutia estaban por aquellas calendas y siguen estándolo 'a las afueras de la realidad', como diría Octavio paz. Los resultados no se hicieron esperar; entre la revaluación del peso, la inflación interna y la narcotización de la economía, alcahueteada por ellos, expusieron a nuestra economía a una lucha desigual por los mercados, tanto externos como el doméstico, perdiendo uno y otro, aparejando el desmantelamiento y la ruina de nuestra industria y del sector agropecuario, que llevó la peor parte. Sobrevino, entonces, el enorme déficit de nuestra balanza exterior y para su financiación recurrimos al crédito externo sin tasa ni medida, hasta acogotarnos, hasta llegar a los límites de su insostenibilidad, pues ya, el total de la deuda, interna y externa, representa más del 50% del PIB. Hemos arribado a tales extremos, que cada colombiano le adeuda a la banca mundial $2.245.000. Pero, como no hay plazo que no se venza, ni deuda que no se pague, desde entonces, no hemos hecho más que endeudarnos para seguir sirviendo cumplidamente la deuda, cebando la bomba; pues, si por algo se ha caracterizado Colombia es por ser buena paga, al punto que finalizando el año pasado , le cupo el honor al Ministro Santos recibir el premio internacional Financing Review (IFR).



Lo paradójico es que este mismo premio se lo ganó Argentina en 1.997 y 1.998 y allí está en el 'corralito'; mala premonición esta. La presión de la deuda, sumada al hueco fiscal que dejó el abrupto desmonte de los aranceles, cuyos ingresos llegaron a representar hasta un 40% de los ingresos del Gobierno central, precipitó la cascada impositiva, que desde entonces no cesa; en promedio, tenemos una reforma tributaria cada 16 meses, dos por cuatrienio y lo más grave, cada vez los recaudos alcanzan menos para cubrir los gastos del Estado, ni siquiera cubren los gastos corrientes; al resentir la economía y frenar su crecimiento, los rendimientos son decrecientes. Entre 1.990 y 1.999, el recaudo creció apenas 1.4% del PIB; todo ello, a pesar de haber aumentado la tarifa del impuesto de renta del 30 % al 35% y la del IVA del 10% al 16%. En el 2.002, igual que el 2.001, se ha experimentado una caída en los recaudos, a pesar de los mayores tributos; la meta que se había impuesto el gobierno era la de recaudar $27.161 millones y ahora el estimativo que se tiene es de recaudar sólo $24.802 millones, para una diferencia de $2.359 millones.



Lo corroboran las cifras oficiales: 'En total, los ingresos tributarios fueron inferiores en $753.000 millones a la meta semestral, reflejando el efecto de un menor crecimiento económico al esperado tanto en 2.001, como en el primer semestre de 2.002'

El ingenio neoliberal: extraerle más sangre a los anémicos

Y Lo reconoce el ex Ministro de hacienda, Juan Camilo Restrepo: 'La recesión económica tuvo un considerable impacto sobre los ingresos tributarios, los cuales se incrementaron 8.4% (en 1.999), ,lo que significa una reducción real de 0.8%, a pesar de que esta cifra involucra el efecto de la reforma tributaria del 98 y el recaudo del impuesto a las transacciones financieras por $881.000 millones. Si se excluye el impuesto a las transacciones (….) los ingresos corrientes crecieron 2.8% en términos nominales, lo cual implica una caída de 6.4% en términos reales' . Este es el efecto Laffer, pues 'El pueblo que es sobrecargado de impuestos, acaba por no pagar nada', sentenció Francois De Malherve; así, a más impuestos, más evasión, pues a la oveja se le puede esquilar, sin sacrificarla, pero lo que no se puede es despellejarla. No se escarmienta, y en este camino se persiste contumazmente. Este gobierno no es la excepción; madrugó a imponer más impuestos, al secarse la fuente de las privatizaciones, empezando por el que decretó sobre el patrimonio, amparado en la conmoción anterior y ahora se pretende expedir una nueva reforma tributaria, eminentemente alcabalera, aumentando el impuesto a la renta y ampliando la base del IVA y cada vez que se reúne el equipo económico de gobierno con los funcionarios del FMI, sale diciendo que hay que endurecerla más. Así, lo que inicialmente se tenía previsto de recaudar $2.1 billones, se pretende ahora elevar a $4.2 billones; como quien dice, al que no quiere caldo, se le dan dos tasas. Es de prever que al succionarle $6 billones a la rengueante economía, que es lo que se pretende, es precipitarla al foso, desde donde le será muy difícil volver a salir. A ese paso, el cambio de cartilla, anunciado por el Presidente el día de su triunfo, no será por ahora.

Esta reforma busca, a duras penas, hacer frente a los apremios de caja del Gobierno, soslayando la imperiosa necesidad de una reforma de fondo, como la aconsejada por la Misión del ingreso, dejando incólume el estatuto tributario, perforado como lo está por las exenciones, las exclusiones y las deducciones, que han hecho de él un verdadero colador, que más se asemeja a un queso gruyere y de contera altamente regresivo, pues cada día el acento es mayor sobre los impuestos indirectos, los cuales, por su propia naturaleza, son regresivos. De este modo, se sigue tirando por la borda los principios de la equidad, la eficiencia y la progresividad, consagrados en la Carta (Art. 363),

No es de esperar un cambio en la política económica del gobierno, pues este, desde bien temprano, se comprometió seguir por la senda del anterior y así, sin solución de continuidad, nos topamos con la misma estrategia fallida, que viene de fracaso en fracaso. Se lo notificó al país el Ministro de hacienda, Roberto Junguito, cuando recién designado afirmó: 'Sacar a Colombia adelante exige perseverar y profundizar las políticas en curso, para lo cual es esencial obtener el apoyo de los colombianos y restablecer su confianza y credibilidad en las instituciones. Es necesario que la nueva administración prosiga y refuerce el programa de ajuste económico del actual gobierno, mejorándolo en todas las áreas que lo juzgue necesario. También es fundamental que el Congreso apruebe las reformas estructurales propuestas' . En qué quedan, entonces, las admoniciones del Presidente Uribe, en el sentido de que 'Los organismos multilaterales tienen que hacer un alto en el camino, tienen que reorientar su política, tienen que saber que la democracia de Colombia, que las democracias del mundo dependen de la equidad social y que para lograr la equidad social muchas de las corrientes y doctrinas que hoy prevalecen en el manejo de la economía mundial tienen que revisarse y de inmediato. Pero, el mundo financiero internacional debe comprender que requerimos pagar la deuda social en una nación donde hay tanta miseria', añade 'La estabilidad económica depende del crecimiento y este conservará su trayectoria de largo plazo si se funda en la cohesión social. No es posible estabilidad económica sin estabilidad social' ; y sentencia: 'Sí al ajuste, pero en procura de un mayor crecimiento de la economía y el empleo. ..El crecimiento es el mejor ajuste fiscal y la única fuente perdurable de ingresos del Estado' y va más lejos aún, cuando afirmaba, sentenciosamente, 'Hago un llamado, prudente, pero firme, para que todos, incluido el Banco de la República, comprendamos que hay que revisar muchos aspectos de la cartilla, por que tenemos hoy 9 millones de ciudadanos en la miseria, un 57% en la pobreza, 18% de desempleo y 6.5 millones de subempleados' .

Como diría el Hamlet de Shakespeare, 'palabras, palabras' y tan solo palabras, pues está de por medio la conminación del FMI, que, como lo afirmara Alvin Toffler, da la impresión de querer utilizar la misma medicina para todas las enfermedades, como si sus recetas y sus remedios fueran el bálsamo curalotodo, sin parar mientes en que los remedios siempre tienen contraindicaciones y efectos secundarios, por lo que en ocasiones el remedio puede resultar peor que la enfermedad. Este es el caso, no únicamente de Colombia, sino el de muchos otros países emergentes. Porque no hay que perder de vista que a esta crisis hemos llegado de la mano del FMI; aquí no se ha hecho nada en materia económica en los últimos años, que no sea obedeciendo dócilmente sus consejos o con su consentimiento. Así que no se necesita ser adivinos, para vaticinar que tendremos más de lo mismo: más recorte del gasto público, más impuestos, afectando aún más al menguado ingreso; a consecuencia de ello, mayor freno de la demanda agregada; lo cual, a su vez, repercutirá en un mayor estancamiento de la producción y el atiborramiento de los inventarios, ahondando el desempleo, amén de la baja en el recaudo de impuestos, precisándose la reanudación recurrente del ciclo, ad infinitum, convertido en un diabólico círculo vicioso, a semejanza del perro distraído, que da vuelta en círculos, intentando infructuosamente morderse la cola.

Por ello no es extraño que lo mismo que dijeron del programa económico de Pastrana, lo estén diciendo ahora del de Uribe. Veamos. Del de Pastrana dijo el FMI, que 'Estamos muy impresionados con las políticas que ha adoptado Colombia, con el paquete fiscal que ha realizado y pensamos que realmente se están tomando las medidas para reducir el déficit fiscal a los niveles previstos por el gobierno…' y el desastre no pudo ser peor; lo mismo le están diciendo ahora al gobierno de Uribe: 'El programa económico del Gobierno está muy bien diseñado y le permite a Colombia acceder a recursos. Colombia, cumple con sus compromisos de deuda. Por eso, nuestro apoyo será total' . Claro que ellos también le enviaron un cálido mensaje de elogio al gobierno de Tailandia, ponderando su manejo de la política económica, justamente en la antesala del colapso que llevó a este país casi al desastre; para no referirnos a Domingo Cavallo, que llegó a hacer la tarea impuesta por el FMI al Ministerio de Hacienda en Argentina, con su aval y ya sabemos en qué andan los gauchos.

Aquí cabe traer a colación lo dicho por Keynes, frente a semejantes despropósitos: 'Si yo me equivoco, lo reconozco y cambio de posición, y tú?'. Será que los más recalcitrantes defensores, a ultranza, del fallido modelo, al que siguen aferrados, están dispuestos a reconocer que se equivocaron, porque no son infalibles, hagan un sincero acto de contrición y propósito de enmienda? Todavía están a tiempo, antes de que sea demasiado tarde, porque, como lo dijera un banquero bostoniano de la suerte de Argentina, nos estamos suicidando lentamente. Ya va siendo hora de que, ante el fracaso de la medicina tradicional (la ortodoxia), nos sea permitido ensayar la medicina alternativa (la heterodoxia), para ver si somos capaces de salir de semejante encrucijada sin perecer en el intento. El Jefe del Departamento Nacional de Planeación alerta al país, desesperadamente, aterrado por que 'La economía es el Titanic que ha estado viendo el iceberg y hasta ahora nadie ha sido capaz de echarle un timonazo'. Y siguiendo con el símil utilizado por Santiago Montenegro, ahora motejado como el ´Di Caprio´ de la economía, nos atrevemos a decir que el FMI actúa como la orquesta que seguía, impertérrita, sin inmutarse, ejecutando su pentagrama musical, mientras el Titanic se hundía irremediablemente.

Cambiemos la cartilla

Abrámosle espacio a un gran Acuerdo nacional, que nos permita repensar y reorientar la política económica; cojámosle la caña al Presidente, quien invitó al País a cambiar la cartilla. Convenzámosnos de que lo que está fallando es el motor de arranque y, además, la caja de cambio está trabada; que el nudo gordiano del problema está es en la alicaída demanda efectiva y mientras esta siga deprimida, no hay ajuste que valga, pues no habrá crecimiento, no habrá empleo, empeorará la pobreza, la deuda se tornará impagable, se atizarán los factores de perturbación y violencia y, así las cosas, difícilmente podremos hacer del nuestro un país viable, que hoy no lo es. No podemos seguir en la discusión bizantina en torno a qué es primero, si la crisis económica o el desajuste fiscal; definitivamente este es la consecuencia de aquella. Nuestra enclenque economía no va a despegar, mientras se tenga el acelerador a fondo, pero con el freno de mano puesto. Preguntémonos, a conciencia, qué país es el que le vamos a legar a la próxima generación de colombianos o cuál es el que le vamos a negar! Será que vale la pena seguir elevando sacrificios ante el altar de la pureza del mercado, a la usanza de algunas tribus que elevaban sacrificios humanos para calmar las iras de sus dioses o para invocar su munificencia?.

La demanda, estúpido!

Hemos propuesto medidas de choque, tendientes a reanimar la economía, como alternativas a la frustránea política económica en marcha. Es el propio Banco de la República quien aconseja que '...cuando la economía presenta signos de recesión, causada por insuficiente demanda agregada, el Gobierno puede hacer uso de una política expansionista, elevando los gastos más que los impuestos, a fin de estimular la demanda de la economía y, a través de ella, la generación de empleo y producto. También puede reducir sus ingresos, bajando los impuestos, con el propósito de ampliar el ingreso disponible del sector privado, lo que incrementa su capacidad para gastar o destinar recursos al consumo y a la inversión' . Y es que '...la política fiscal suele manejarse anticíclicamente, es decir, en sentido contrario a lo que en determinado momento indica el ciclo económico, con el objeto de estabilizar la economía' . Como lo exhortaba Kant, en el ya remoto año 1.784, hay que atreverse a usar la razón(Sápere Aude!); es obvio de toda obviedad que 'Si la recesión viene, tome medidas antirecesivas' . No estamos proponiendo, ni más faltaba, rebajar los impuestos ni elevar los gastos alocadamente; per sí queremos llamar la atención, en el sentido de que '...No basta la política monetaria, habría que actuar con inversión pública. Lo prioritario es que la economía arranque, sino todo se enreda' . La opinión de los empresarios así lo corrobora; al preguntársele cuáles han sido los principales problemas que afectan el normal desarrollo de sus empresas, a su juicio, en primerísimo lugar está la falta de demanda(34.5%), luego le siguen en importancia la alteración del orden público(14.9%), los márgenes de rentabilidad(12.2%) y la escasez de capital(8.1%).



Lo admite uno de los cacaos, cuando advierte que '...la clave de todas las reformas propuestas por el Presidente Uribe es volver a crecer' . Visto desde la otra perspectiva, la del consumidor, es sabido que en épocas de incertidumbre, como la actual, el comportamiento del índice de confianza del consumidor(ICC) constituye un buen termómetro para establecer el rumbo de la actividad económica. Pues bien, según ese índice, elaborado por Fedesarrollo, los colombianos desmejoraron su percepción sobre la situación actual de sus hogares y las condiciones económicas del país, todo lo cual se refleja en la baja de 3.6 en junio a -5.0 en julio, de lo cual se colige que '...El relativo entusiasmo de los consumidores se evaporó, los consumidores esperan tiempos difíciles en los próximos doce meses, con mayor desempleo, inflación y tasas de interés'.



Cambio de modelo o desastre

De lo que se trata, es de cambiar el decadente modelo económico neoliberal, ya decadente, que como árbol envenenado sólo desgracias nos ha deparado y lo afirmamos, a riesgo de que se nos cuelgue la etiqueta de dinosaurios, por parte de quienes no pasan de ser los epígonos de las formulaciones neoclásicas, así pretendan posar de originales, pues bien decía Keynes que '...los hombres prácticos, que se creen exentos de cualquier influencia intelectual son, generalmente, esclavos de algún economista difunto'. La mayor pasión del economista no es cambiar el mundo, sino comprenderlo; aprestémonos a hacerlo, para que no se continúe pescando con dinamita, que es lo que se ha hecho hasta ahora, a un alto precio, dados los estragos sociales que ha provocado la política que lo desarrolla. El ajuste fiscal da espera, lo que no da más espera es la bomba social, que está a punto de estallar.

Al plantear la conveniencia de una emisión limitada (2.5 puntos del PIB) y prudente por parte del Banco de la República, sin estropear sus metas de expansión de la masa monetaria, sino recomponiéndola, no estamos proponiendo ningún exabrupto, como se ha querido hacer creer, desvirtuándola, presentándola como una salida facilísta. Se ha recurrido al consabido truco de construir un muñeco de paja, para después solazarse destruyéndolo a manotazos. Tal emisión no sería ni para enjugar el déficit, que es para lo que han servido más de $6 billones de emisión que le ha entregado el Banco Emisor al gobierno en los últimos años, sin que por ello se haya disparado la inflación, como se teme, ni tampoco para financiar gasto de funcionamiento. Tendría dos destinos específicos: en primer lugar, para recomprar bonos emitidos en dólares en el exterior, disponiendo de una suma modesta de nuestras reservas internacionales para ello, ganándose el Estado la diferencia entre los intereses de los mismos (que fluctúan entre el 12% y el 16%) y el rendimiento de estas (2%) e interviniendo en el mercado primario de los TES, con el mismo propósito de aliviar la carga de la deuda; complementariamente, se dispondría de unos recursos para nutrir un Fondo de Inversión Empresarial, tendiente a superar la trampa de la liquidez en que está aprisionada la economía real, por cuenta de la reticencia de los bancos a prestar y de los empresarios a endeudarse, estressados por la incertidumbre. En la medida en que se alivia la carga de la deuda, aligerando el peso del servicio de la misma, se le abre espacio a la inversión pública, tan venida a menos y al promoverla, ella se encarga de jalonar, a su turno, a la inversión privada. Este es el aporte que le puede hacer el B de la R a la reactivación de la economía; llegó la hora de que, también él, asuma su responsabilidad. Se teme, por parte de los detractores de esta propuesta, que la misma podría precipitar una hiperinflación; pero, nada más alejado de la realidad. 'Toda exageración se torna insignificante' ! Contra toda evidencia, el Representante del Banco Mundial sostiene que '...inflación baja y crecimiento van en la misma vía...El resultado final del Banco Central al reducir la inflación es facilitar el crecimiento económico'. Pero, la realidad colombiana no validan dicha tesis y contra los hechos no hay argumentos(contra facta no est argumenta). Por lo demás, la baja continuada en la inflación no pasa de ser algo fortuito, son '...efectos no buscados, pero realizados', como diría Hayek, oráculo del neoliberalismo; de chiripa diría yo, pues, como lo afirmara uno de los codirectores de B de la R 'De carambola hemos obtenido la baja de la inflación'. Y no le falta razón, pues, en últimas, '...la reducción definitiva de la inflación es, tal vez, lo único bueno que nos puede dejar la peor recesión del siglo' . Después de todo, '...he comprendido que lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado' Como se ha encargado de demostrarlo Argentina, la inflación baja no siempre es señal o sinónimo de sanidad económica! Llama poderosamente la atención, de cómo se sataniza la emisión, si esta tiene el loable propósito de darle un estartazo a la economía; pero a esos mismos críticos les parecen plausibles si tiene por destino solventar la crisis del sector financiero o sacar de aprietos a los comisionistas que especulan con los TES. Esto es lo que ha llevado a Lucho Garzón a hablar, con sobrada razón, de la privatización de la emisión, pues el Banco la ha puesto al servicio de los particulares, mientras se muestra cicatero con el ente estatal. Como lo afirma Mauricio Cabrera: 'Cuando el Banco emite para salvar al sector financiero o a unos comisionistas, se interpreta como una señal de confianza y de apoyo necesario; pero, cuando se le pide que emita para atender el sector productivo, entonces se argumenta que es inflacionario . El Banco de la República ha venido emitiendo a un ritmo endemoniado del 26% anual, sólo que para fines distintos a los que estamos proponiendo. De esta manera, se puede llegar a reestructurar o recomponer la deuda, sino queremos hablar de renegociación de la misma, por la connotación que ello entraña. Y así, le daríamos el respiro que está esperando la economía, para no estrangularla inmisericordemente. La emisión debe analizarse en el contexto de nuestra propuesta, que es integral, y no por fuera de ella, pues como dijo Voltaire, si usted me da el padre nuestro en pedazos, le demostraré que cada pedazo es una herejía. A ello ha conducido la trivialización del debate. Últimamente, se ha admitido que el Banco de la República, quien ha rehusado hacerlo, puede llegar a dar vía libre a la emisión para los fines que hemos propuesto, pero solo en un caso extremo y eso, como último recurso . Ya para qué, si ya el daño estaría hecho. Acaso no es mejor ser previsivos e impedir que los platos se rompan, en lugar de salir a pagar los platos rotos? Este es el caso.

Otro componente importante de nuestra propuesta tiene que ver con un plan de empleo, que estaría basado en la reactivación propuesta y no en el sofisma de la flexibilización laboral, que a eso se reduce el Proyecto de reforma laboral que cursa en el Congreso, con el socorrido argumento de que sólo reduciendo los costos laborales se puede generar más empleo. Este es un refrito de la Ley 50 de 1.990, que fue expedido con los mismos propósitos y que a la larga solo contribuyó a reducir la estabilidad laboral y a la creciente precarización del trabajo. Curiosamente, justo cuando el salario había perdido un 20% de su poder adquisitivo, el desempleo en Colombia rondaba ese mismo 20%! Según un estudio reciente de competitividad de los salarios en A.L, Colombia pasó del segundo lugar en 1.999 al penúltimo lugar en 2.002; solo por encima de Argentina . Estamos caminando por el filo de una navaja. No podemos pretender que nuestras exportaciones sean competitivas, sobre todo de cara al ALCA, a expensas de más bajos salarios y de más devaluación; ambos tienen un límite infranqueable. A propósito de la devaluación, no hay que olvidar que cada punto de ella le significa al gobierno la friolera de $93.000 millones de costo adicional en el servicio de la misma. Tenemos que apercibirnos de trabajar en procura de mejorar la productividad y la competitividad, para ver si somos capaces de abrir la apertura a nuestras exportaciones con alto valor agregado nacional, con miras a corregir el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos y este deje de presionar sobre la deuda, como acontece actualmente, ya que la relación deuda externa/ exportaciones de bienes y servicios sobrepasa el 151%. Concomitantemente, debe insistirse en la protección selectiva de la producción nacional, en especial del renglón agropecuario, subiendo moderadamente los aranceles y estableciendo medidas compensatorias, así tales medidas no sean del agrado de las autoridades norteamericanas. Ellos defienden sus intereses y nosotros los nuestros. Sin la modernización industrial, sin la reconversión industrial y sin la relocalización industrial, que venimos aplazando indefinidamente, junto con la dotación de una infraestructura vial, de transporte, de puertos y de servicios, capaz de soportarlas, estaremos perdidos inexorablemente. Aún más, si el presupuesto que dedicamos a ciencia y tecnología sigue languideciendo, estaremos perdidos irremisiblemente.

Este es el verdadero desafío que tenemos por delante. Esta es la colosal empresa que debemos acometer sin tardanza; lo demás, es lo de menos. El pensamiento único y el unanimismo imperante, han de darle cabida al disenso y al disentimiento, de quienes no comulgamos con ruedas de molino. Nos atrevemos a decir con Serrat que 'lo que enriquece el pensamiento de uno, es la pluralidad de pensamiento de los demás'.

En nuestras manos está nuestro destino, no le demos pábulo a la fatalidad; construyámoslo juntos; estamos ante el mayor desafío, cuando apenas comienza un nuevo siglo, que al decir de nuestro laureado García Márquez '…no viene hecho de fábrica, sino listo para ser forjado por ustedes, a nuestra imagen y semejanza y que sólo será tan glorioso, como ustedes sean capaces de imaginarlo. Nuestra virtud mayor es la creatividad y, sin embargo, no hemos hecho más que vivir de doctrinas recalentadas y guerras ajenas' .


* Amylkar Acosta fue Senador de la República en Colombia, por el Partido Liberal y actualmente se desempeña como profesor universitario.