20 de noviembre del 2002
Las FARC causan entre veinte y treinta bajas a los paramilitares
Dick Emanuelsson
Liberación
Los paramilitares sufrieron otro duro golpe después que el Frente
56 de las FARC los atacaron en el corregimiento de Cupica, municipio de Bahía
Solano, en el departamento de Chocó. Según la población
civil en ésta área, son 20-30 bajas paras. Otras fuentes hablan
de 35 paramilitares muertos.
Los combates comenzaron el sábado de la semana pasada en una zona 80
kilómetros de la frontera de Panamá en la costa pacífica.
Durante muchos años ha sido una zona bajo control guerrillero pero a
raíz de grandes megaproyectos avalados por el FMI y Estados Unidos, comenzó
la penetración paramilitar. Los organismos de derechos humanos, eclesiásticos
y las etnias negras e indígenas han denunciado matanzas y desplazamientos
masivos realizados por los paramilitares.
El hecho más conocido recientemente fue el combate en el municipio de
Bojayá el 2 de mayo. 300 parasmilitares ingresaron por el Río
Atrato en la costa atlántica, municipio de Turbo, en nueve embarcaciones
el 21 de abril. Armados hasta con morteros pasaron tres días por el río,
pasando la base de marina de Río Sucio, sin que fueran impedidos de seguir.
Cuando llegaron a Vigía del Fuerte y Bojayá fueron cercados por
grandes concentraciones guerrilleras que, según los informes, eliminaron
a los 300 paramilitares a último hombre. En su retirada, los paramilitares
se escudaron adentro y en las afueras de la iglesia en Bojayá donde cayó
una bomba de la guerrilla con el resultado fatal de 117 muertos, entre ellos
unos 15 paramilitares. En los combates del sábado no fue involucrada
la población civil.
Lo que llama a la atención a los analistas en Bogota es la rapidez con
que vino la aviación y el ejército colombiano que, según
declaraciones de las Fuerzas Militares, tuvo como resultado que la guerrilla
se internó en la selva, salvándose del bombardeo.
Hasta ahora no se sabe exactamente la cantidad de bajas de los paramilitares,
pero sin duda han sufrido otro golpe duro por parte de las Farc.
Masacre en impunidad
La Fiscalía en el municipio de Sincelejo absolvió dos suboficiales
de la marina que habrían aportado a los paramilitares en la vereda Chengue
el año pasado donde fueron asesinados 28 campesinos. Mujeres embarazadas
fueron mutiladas y sus órganos desperdigados a la plaza principal del
pueblo. Feligreses en la iglesia fueron asesinados salvajemente, acusados de
ser guerrilleros.
El comandante de la primera división de las FF.MM. el general Rodrigo
Quiñónez, fue entonces acusado por los organismos nacionales e
internacionales de DD.HH. de haber sido el autor intelectual de la matanza,
que sacudió al país. La aviación circulaba arriba durante
la matanza para informar sobre posible movimiento guerrillero hacia el pueblo.
Human Rights Watch ha acusado al estado colombiano de proteger los verdaderos
culpables en los hechos en Chengue. Y ahora puede quedarse en impune, como tantos
otros.