Clarín

Helio Jaguaribe, uno de los más prestigiosos politólogos de Brasil, tiene una mirada cauta pero optimista frente a los desafíos que enfrentará el nuevo gobierno de Luiz Inácio "Lula" da Silva. Crítico duro del neoliberalismo y del gobierno de George W Bush, este académico es, sin embargo, enfático al remarcar la importancia del giro que se insinúa aquí para el futuro de la región.

En opinión de Jaguaribe -un intelectual cercano al presidente saliente Fernando Henrique Cardoso-, habrá una confrontación con Estados Unidos: "No un antagonismo, sino una confrontación por diferencias. Este gobierno de Bush es totalmente imperialista, Y la gente rechaza estar subordinada a Washington y no acepta ser una provincia del imperio".
De un modo paulatino, sostiene, en Brasil se irán abandonando las líneas de los sectores ultraliberales y se irá al neodesarrollismo. "Esto no se puede hacer instantáneamente porque el país está muy bloqueado. Entonces, deberán adoptar medidas que liberen recursos nuevos." Una de esas medidas es, sostiene, la sustitución de importaciones.
La voz de Jaguaribe se enciende por el teléfono al describir el panorama actual de su país. "Brasil se encuentra en una situación bastante difícil en su inserción en el sistema internacional, especialmente con el mundo financiero. Necesita ingresos de 20 mil millones de dólares para compensar sus déficit y tiene que enfrentar una deuda que le exige 30 mil millones anuales para hacerlo. Eso se complica porque hay una recesión mundial y una fuerte sensibilidad al riesgo de invertir en Sudamérica."
-El Banco Central muestra una balanza comercial muy positiva. ¿Usted coincide?
-Las exportaciones tuvieron un incremento significativo, lo que hace que el país termine 2002 con un superávit de 10 mil millones de dólares. Eso reduce a la mitad la dependencia de capitales. Creo que es una cifra demasiado optimista pero es la expectativa del Banco Central. El superávit para 2003 sería de 15 mil millones: si eso se confirma la situación externa sería muy manejable.
-¿Por qué lo considera un exceso de optimismo?
-Porque los 10 mil millones son producto de una excesiva devaluación del real y esa devaluación no es compatible ni lógica. El verdadero valor del real debería estar hoy por debajo de los tres reales, sin embargo la especulación lo puso cerca de cuatro.
-¿De qué modo podrá el gobierno del pt manejar esas presiones?
-Yo creo que necesitará dos cosas: mantener una gran base popular para enfrentar las grandes dificultades domésticas y externas, y por otro lado un equipo de gran nivel en la cúpula técnica. Lula comienza con una gigantesca base popular. Eso le va a dar mucha fuerza inicial.
-¿Considera que hay un giro ideológico del PT?
-Éste es un partido al que le está sucediendo lo mismo que a los partidos de origen obrero, laboristas, de Europa. Comenzaron muy radicales y con el curso del tiempo, por el proceso democrático, se fueron convirtiendo en moderados. El PT actual es un partido social-demócrata aunque no lo reconozcan.