Latinoamérica

Liberación

MONTEVIDEO. La presidencia de ANCAP comunicó el martes a legisladores de todos los partidos su intención de acelerar el anunciado proceso de privatización del sector alcoholes de dicha empresa lo cual en un primer momento significará el abatimiento a la mitad de los trabajadores de Montevideo y Paysandú que en ella trabajan.
Las novedades fueron comunicadas a diputados y senadores de todos los lemas partidarios en un «almuerzo de trabajo» convocado por el titular de ANCAP Jorge Sanguinetti. Se participó del evento a los legisladores que trabajan en el área de Industria y Energía, como así también los de Paysandú. En la actualidad las bebidas que elabora ANCAP representan una pérdida de U$S 70 mil anuales para el ente informó Sanguinetti.
El jerarca señaló que el principal objetivo es «terminar con esa pérdida» para lo cual se crearía una empresa que trabajaría según el derecho privado, lo cual ya es una resolución del Directorio. En el encuentro también participó el jefe comunal sanducero Alvaro Lamas. Sanguinetti manifestó expresamente que su intención no era salir a debatir en los medios de prensa -como ha debido hacerlo en el caso de combustibles- el destino de este sector de la empresa que conduce.
El sector de bebidas alcohólicas de ANCAP cuenta con dos plantas: una en la zona de Capurro en Montevideo, donde se realiza el embotellado y terminación, y una segunda en la ciudad de Paysandú. Con la creación de la nueva empresa, sostuvieron las jerarquías de ANCAP, se pasaría a ganar U$S 1 millón al año.
En la nueva privatización, a diferencia de experiencias anteriores no se contaría con una empresa asociada a ANCAP. El Parlamento podría iniciar un línea de trabajo en este sentido según adelantaron las fuentes.
Puestos de trabajo
Sanguinetti señaló que en el nuevo esquema de producción de bebidas alcohólicas, se requeriría aproximadamente el 50% del personal que en la actualidad es de unas 120 personas. Sin embargo adelantó que los funcionarios que no accedan a pasar al derecho privado serían «redistribuidos» dentro de ANCAP en tanto los que si pasen a la nueva empresa gozarán de algunas «ventajas» además de «conservar el cargo».
ANCAP realizó un «sondeo» entre el personal de Capurro y Paysandú para conocer que número de trabajadores estarían dispuestos a pasar a funcionar en la nueva empresa privada. Una cantidad muy baja de los funcionarios estaría en esa situación en Montevideo, en tanto que en Paysandú, donde se concentran las 3/4 partes del procesamiento del alcohol, únicamente tres personas manifestaron su voluntad de incorporarse al emprendimiento privado.