El triunfo de Lula en medio de la crisis mundial capitalista
Por Emilio J. Corbière, Argenpress
El triunfo de Luiz Inácio da Silva, conocido como Lula lleva a la presidencia
de Brasil a un obrero. Es el segundo caso en la historia de América latina,
ya que el primero fue el presidente Plutarco Elías Calles, dirigente
de la Revolución Mexicana. Lo de Lula se produce en medio de la crisis
mundial de las bolsas y del capital financiero.
Una semana con importantes temas y alguno que otro anecdóticos. Los principales
son el triunfo de Lula (Luiz Inácio da Silva) en las elecciones del Brasil;
la guerra de Estados Unidos contra Irak y el recrudecimiento del enfrentamiento
entre la India y Paquistán, naciones gobernadas por fuerzas dictatoriales
o fundamentalistas religiosas que poseen, en ambos casos, armamento y arsenales
nucleares.
Entre lo anecdótico está la santificación de José
María Escrivá de Balaguer, primer santo franquista. Este fundador
de la organización integrista católica, Opus Dei (Obra de Dios)
colaboró estrechamente con la tiranía española que gobernó
la Península desde 1939 a 1975. Mientras los españoles democráticos
fueron perseguidos y asesinados, torturados o encarcelados, Escrivá de
Balaguer aprovechó para acumular poder económico y político
para su grupo sectario.
Curiosidades del catolicismo romano, junto a Santo Tomás de Aquino, San
Francisco o Pedro y Pablo, ahora estará el santo del Opus Dei, protector
de Franco, Pinochet, Fujimori, Juan Carlos Onganía, entre otros tiranuelos
y déspotas contemporáneos.
Pero el mundo sigue andando, a pesar de estos vericuetos sorprendentes, y el
propio catolicismo romano está en la búsqueda de los nuevos caminos
inaugurados por el Concilio Vaticano II, del Papa Juan XXIII, a quien, sin embargo,
no se ha santificado.
Lula: esperanza e interrogantes
Lula gobernará, finalmente, Brasil, la nación-continente rectora
de la América latina. Es el segundo obrero-trabajador en llegar a la
primera magistratura.
El otro ejemplo fue el presidente Plutarco Elías Calles, que arribó
al gobierno impulsado por la Revolución Mexicana. Lula dijo recientemente
que 'a principios de mi vida política me preguntaron si era comunista.
Respondía que era tornero mecánico. Desde el punto de vista filosófico
soy mucho más socialista, y creo que la riqueza en el mundo debe ser
distribuida de forma más ecuánime para toda la sociedad. Si vencemos
vamos a ejecutar un programa pensando en hacer justicia social y un mínimo
de distribución de ingresos'.
'Nuestro desafío -enfatizó Lula- es que produzcan las 90 millones
de hectáreas que hoy están ociosas y a la vez cuidar a los cuatro
millones de pequeños propietarios que no producen todo lo que pueden
porque no hay política específica hacia ellos. La inclusión
económica y social de cerca de 50 millones de personas que viven hoy
debajo de la línea de pobreza. Eso impulsará la economía
y favorecerá el desarrollo de las empresas micro y de las pequeñas
y medianas'. Hay interrogantes en torno de su pragmatismo pero su triunfo movilizará
fuerzas tanto en Brasil como fuera de la nación-continente, contra el
neoliberalismo globalizador. El choque será inexorable.
Pero lo más significativo de estos días es la crisis mundial de
las Bolsas y el posible estallido de la econo9mía japonesa. A fines de
la semana pasada cayeron las Bolsas, entre ellas, la de Wall Street, la tercera
vez en dos años.
El mundo está entrando en la depresión. La economía norteamericana
en depresión y deflación.
El dólar está siendo alcanzado por el euro. No habrá inversiones
desde el mundo industrializado para la periferia. El oro sube porque baja y
entra el crisis el capitalismo financiero. Estamos en los comienzos de otro
mundo.