15 de octubre del 2002
El Embajador de la Represión vuelve a Bolivia
¿Otra vez, mister Greenlee?
Wilson García Mérida
Las listas negras del Embajador
Antes de su anunciado retorno a Bolivia, David Greenlee fue Embajador en Asunción, Paraguay, donde se puso al centro de una polémica permanente por su política intervencionista a través de unas famosas "listas negras" que afectaron a centenares de personalidades paraguayas incriminadas por Greenlee, quien se puso oficiosamente a la cabeza de una supuesta "lucha contra la corrupción" en el país vecino.
Mister Greenlee desató en Paraguay un clima de persecución e intimidación pública "investigando", con un sofisticado aparato de inteligencia bajo su servicio, supuestos casos de corrupción entre funcionarios, jueces, sindicalistas y periodistas, algunos de ellos vinculados con acciones de resistencia a procesos de privatización. Los paraguayos que entraron en las "listas negras" de Greenlee fueron sancionados por la Embajada con la suspensión de sus visas para ingresar a Estados Unidos.
Las "listas negras" de Greenlee condicionaron el funcionamiento del sistema judicial paraguayo a los intereses de las compañías trasnacionales que operan en ese país. Jueces y fiscales aterrados por la posibilidad de perder sus visas y ante la inminente muerte civil que implica caer en las "listas negras" de Greenlee, comenzaron a bloquear recursos de inconstitucionalidad de varios contratos petroleros que presentaron sindicalistas paraguayos.
"Previamente a la tragedia de Huanchaca, David Greenlee era el responsable de los asuntos políticos de su Embajada en La Paz, es decir el número uno de la CIA en Bolivia, bajo el encubierto puesto de Ministro Consejero. Desde ese cargo administró las operaciones que trajeron tropas del Comando Sur para realizar ejercicios de guerra en el Chapare"
"Lo extraordinario de la masacre de Villa Tunari fue que varios policías bolivianos que participaron en la matanza de campesinos, se hallaban bajo investigación de la DEA por sus conexiones con redes oficiales de protección a narcotraficantes. Después de la masacre, la Embajada de Estados Unidos, a cargo de Greenlee, hizo llegar sendos memorándums de felicitación a esos mismos policías"
"La presencia de este hombre fuerte de la CIA en nuestro país impactó profundamente en el proceso democrático boliviano introduciendo elementos de incertidumbre, inestabilidad e inseguridad para reacomodar los factores internos de poder en función a los dictámenes de la potencia extranjera"