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Latinoamérica

Más de 3.000 hombres de las fuerzas represivas cumplieron labores de rastreo para desalojar a guerrilleros de la Comuna 13 de Medellin

La Comuna 13 es la una unión de 20 barrios con más de 100.000 habitantes.
El miércoles la fuerza pública entró a la zona por orden directa del presidente Alvaro Uribe.
En la operación han muerto hasta ahora 15 personas, entre ellas cuatro militares, aunque se teme que el saldo pueda ser mayor.
Igualmente 40 personas han resultado heridas y 48 detenidas. También han sido rescatadas dos personas que permanecían secuestradas en la zona.
Al tiempo de que se decretan medidas especiales en la Comuna 13, entre ellas el toque de queda, el alcalde de Medellín, Luis Pérez, admitió este viernes que la operación inicial está focalizada contra los guerrilleros urbanos, pero indicó que ésta abarcará igualmente a los paramilitares.
En la Comuna 13

Desde lo alto de las colinas características de un sector de la Comuna 13, decenas de milicianos escudriñan vigilantes los movimientos de las tropas que avanzan palmo a palmo.
Rústicos emplazamientos de madera, a manera de torres de observación, en donde tan sólo se destacan unas pequeñas aberturas cuadrangulares, se levantan en lo alto del cerro, y sirven a los guerrilleros no sólo para vigilar a las tropas, sino para emplazar allí el armamento de alto calibre para tratar de repeler la acción militar y policial.
Incluso, según lo indicado por un alto mando del Ejército, tres ametralladoras M-60 de gran alcance y poder se encuentran situadas allí, y son utilizadas contra las tropas de manera esporádica, mientras que un helicóptero vigila los movimientos de los milicianos encapuchados que pueden ser observados desde edificios cercanos saltando de techo en techo, refugiándose en las viviendas para tratar de confundirse con la población civil.
Y es justamente la población civil la gran preocupación expresada por organismos defensores de los derechos humanos, que indican que ésta se puede convertir en víctima del combate entre la fuerza pública y los milicianos.
En la parte baja de la colina, rodeada por cientos de viviendas en las que aparece la leyenda "se vende o se arrienda", sólo se observaba este viernes el esporádico paso de los pocos padres de familia que, a pesar del peligro, continuaban bajando del sector para acompañar a sus hijos al colegio.
Buscando refugio donde se puede, corriendo en las partes más expuestas, algunos habitantes entraban o salían del sector con el temor de que en cualquier momento se reinicien los tableteos de las ametralladoras.
Pero la mayoría de los habitantes de la comuna permanecen encerrados en sus viviendas, ya sea por el temor a las balas, o por evitar los controles de la Fuerza Pública para su movilización.
"El problema es que le cogió la noche (se demoró) al gobierno para controlar la situación. Hace unos años, cuando los milicianos comenzaron a llegar, ni la Policía ni el Ejército iban hasta allá. Les daba miedo, incluso si ellos mataban a alguien, lo remitían en un carro al hospital para que allí la Fiscalía hiciera el levantamiento", dijo un habitante de la zona.
Cerca de 150 órdenes de captura y 50 allanamientos Hoy también se decomisaron 30 kilos de explosivos en el sector de Belencito Corazón y fueron detenidas ocho personas.
El operativo de este día se centra en los barrios El salado, 20 de julio, La Torre y El descanso.
Óscar Castellanos, director del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, dijo acerca de las órdenes de captura expedidas que la idea es tratar de ubicar a estas personas en estos sectores, sobre todo en las partes altas, y poder hacerlas efectivas.
Agregó que se harán "40 o 50 allanamientos, todo depende de cómo se presenta la actividad en la zona y de otras informaciones que proporcione la comunidad".