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Latinoamérica

Ecuador: Lucio adelante

Osvaldo León

ALAI-AMLATINA

La anunciada elección presidencial más reñida de la historia ecuatoriana, que tuvo lugar el domingo 20 de octubre, se despejó con un inobjetable triunfo del coronel Lucio Gutiérrez, postulado por la alianza Sociedad Patriótica 21 de Enero (SP21)y el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik - Nuevo País (MUPP-NP). En el segundo turno se enfrentará al heredero de la mayor fortuna del país, el empresario Álvaro Noboa del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN). Los partidos políticos tradicionales resultaron los grandes damnificados de la jornada, no obstante todo parece indicar que conservarán el predominio en el Parlamento por contar con candidatos influyentes en sus respectivos reductos locales.
Según los datos difundidos por el Tribunal Supremo Electoral, con el reporte del 95.71% de juntas escrutadas, Gutiérrez registraba el 20.27% de los votos y Noboa, el 17.40%. Con el 15.51% se encontraba León Roldós Aguilera, afiliado al Partido Socialista, pero que en esta ocasión optó por correr por su propia cuenta como una candidatura "ciudadana". En cuarto lugar, con el 14.05%, estaba al ex-presidente Rodrigo Borja de la Izquierda Democrática (ID), seguido del candidato del derechista Partido Social Cristiano (PSC), Xavier Neira, con el 12.26%. El candidato del Partido Roldosista, Jacobo Bucaram registraba el 11.83%, mientras los cinco candidatos restantes quedaban con cifras inferiores al 4%.
Además de la papeleta presidencial, el electorado ecuatoriano también eligió a los/as futuros/as integrantes del Congreso y, por primera vez, a cinco representantes para el Parlamento Andino; además, renovó parcialmente los gobiernos seccionales (provinciales y cantonales). Aunque la ley permite la votación uninominal o por lista, debido a la aplicación del método de D'Hont (favorable a la mayoría) para la distribución de puestos, se prevé en que el futuro congreso estará dominado por los partidos tradicionales, quienes tradicionalmente suelen postular a caudillos locales y regionales. Se estima, por ejemplo, que en la populosa provincia del Guayas, el PSC -cuya lista de candidatos parlamentarios estuvo encabezada por el expresidente León Febres Cordero, lleve carro completo; mientras la ID haría lo propio en Pichincha.
Álvaro Noboa, quien también disputó la final con el expresidente Jamil Mahuad, prácticamente desde entonces se ha mantenido en una campaña permanente, basada en su enorme fortuna personal, para proyectar la imagen del buen patrón dadivoso. Durante un largo tiempo se mantuvo como favorito e incluso con posibilidades de ganar la presidencia en el primer turno, pero tanto por errores y limitaciones propios como por los ataques de los demás adversarios, hacia las finales comenzó a desinflarse y poner en riesgo sus opciones de pasar a la segunda ronda.
El candidato de la Sociedad Patriótica 21 de Enero y el movimiento Pachakutik, por su parte, arrancó sin mayores opciones, luego de que se diluyó la posibilidad de armar un acuerdo de fuerzas de centro- izquierda, en cuyas conversaciones participaron tanto Borja como Roldós. Uno de los principales méritos de Gutiérrez es haber logrado articular entorno a su candidatura un amplio abanico de alianzas con movimientos y organizaciones sociales e indígenas, en momentos que se presentaban marcados por la tendencia a la dispersión y el fraccionamiento. Ecuador es un país donde han logrado germinar expresiones novedosas de la reformulación de las luchas sociales en términos de movimientos. Mas también parecería mostrar sus límites (más allá de las coyunturas y correlaciones de fuerzas), en la medida que los agregados no bastan si no se construye a la par estrategias comunes. Desafío que nuevamente se pone sobre el tapete con la perspectiva electoral.
Estas elecciones se realizaron bajo nuevas reglas de juego, cuyos componentes centrales fueron: un periodo corto de dos meses - tradicionalmente eran al menos dos años- y un tope para los gastos de campaña, factores que contribuyeron a que se rompa la primacía de los espacios mediáticos mas no impidieron que el marketing político imponga su predominio en el manejo de las diversas candidaturas, que en momentos cayeron en un discurso monocorde y cargado de promesas en torno a tres temas identificados como centrales: la corrupción, el desempleo y la seguridad. Con la ausencia de debate y definiciones programáticas, cada quien buscó la manera de eludir con generalidades los temas "comprometedores" pero ineludibles para definir la suerte futura del país, tales como: la dolarización, la migración, el Plan Colombia, la Base de Manta, el ALCA, la reactivación económica, entre otros. En el segundo turno, resultará más complicado que se mantenga el juego con cartas tapadas.