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El escándalo por abusos sexuales cometidos por sacerdotes
Cardenales de EEUU frente a severo cuestionamiento del Vaticano
Un grupo de cardenales de la Iglesia Católica de Estados Unidos, que
se halla bajo duras críticas por su manejo de un escándalo por
abusos sexuales cometidos por sacerdotes enfrentará, severos cuestionamientos
de sus superiores en Roma.
El Vaticano desea conocer los motivos por los cuales los cardenales permitieron que la situación alcanzara tal magnitud sin tomar medidas severas contra los sacerdotes que cometieron los delitos.
Funcionarios del Vaticano, criticado también por su lenta respuesta a los escándalos, al parecer están molestos porque los cardenales no informaron con mayor rapidez sobre el grave daño que los escándalos estaban causando a la moral de las autoridades de la Iglesia Católica en Estados Unidos.
"Opino que ellos (los funcionarios del Vaticano) están muy molestos", dijo el profesor de Teología David O'Brien, de la Universidad Holy Cross, en la ciudad de Worcester, en el estado norteamericano de Massachusetts.
"Cualquier persona con sentido común podría decir que este asunto se desató desde las décadas de 1980 y 1990 y era de esperarse que hubieran tomado medidas para detectar los casos y enfrentar el problema", explicó.
Como resultado de la demora en actuar, ahora parece que los funcionarios de la Iglesia Católica en Estados Unidos se hallan atrapados entre las duras críticas de la opinión pública y el disgusto del Vaticano por su fracaso en tratar de evitar lo que se ha convertido en su mayor escándalo.
"Creo que ha habido deficiencia en los informes (sobre el escándalo) al Vaticano. La oficina del embajador del Vaticano debía haber estado enviando un flujo continuo de información a las autoridades pertinentes en el Vaticano", dijo un funcionario de la Iglesia Católica en Roma.
Para la inmensa mayoría de los estadounidenses es difícil de creer que el Vaticano no estuviera al tanto de la magnitud del escándalo, según varias encuestas realizadas recientemente en todo el país.
Desde enero de este año, un nuevo escándalo, acusación, renuncia y revelaciones polémicas han sacudido a la Iglesia Católica casi a diario.
El público, que durante décadas aceptó la explicación de los jerarcas de la Iglesia Católica de que los sacerdotes pederastas eran pocos y se trataba sólo de casos aislados, cambió de opinión rápidamente cuando los documentos comenzaron a mostrar la extensión del escándalo y, sobre todo, cómo los dirigentes católicos trataron de encubrirlos a cualquier precio.
"El problema es que aún hay demasiados secretos (entre la jerarquía católica y sus subordinados), hay muy poca comunicación y eso es gran parte del problema", dijo Stephen Pope, director de la cátedra de Teología en la Universidad de Boston. *