Internacional

Disidencia, espontaneidad y lucha debajo de la cama de los movimientos sociales madrileños

Agrupación de Estudiantes por la Toma del 2 de Mayo (UAM)

Peligro, jóvenes sueltos. Cámaras y grabadoras de todos los colores, de televisión y de la policía. "¡Televisión, manipulación!", "¡Con tanta madera, haremos una hoguera!". Diálogo con los vecinos. "Esto se ha ido de las manos, ¿hasta cuando va a aguantar Manzano con los barrios tomados?". "Ahora tenemos mas tranquilidad, es cierto, pero es la tranquilidad de los cementerios. No queremos que las cosas sean así, queremos convivir en paz. Nosotros trabajamos todo el día, necesitamos dormir y descansar. Vosotros estudiáis, trabajas, necesitas reuniros con los colegas. Es cierto, la calle es de todos".
Chueca, Barceló y la Plaza del 2 de Mayo vigilados por antidisturbios. Hay que "circular", no se puede estar de pie en la acera tomando... el aire. Abundante policía aunque menos de la que muchos esperaban, y los pobres chavales del pomposo "Servicio Especial de limpieza urgente" sacándole brillo a la tierra del 2 de Mayo, imaginando una colilla o una cáscara de pipa para aparentar que trabajan.
Y entre Chueca y Plaza del 2 de Mayo se movilizaron cientos de jóvenes rebeldes y estudiantes inconformistas (unos 800 en total), el viernes 1 de marzo por la noche. Unos se acercaron a "ver qué pasa", otros se fueron acosados por la policía y las cámaras, y otros muchos se quedaron asumiendo las consecuencias. Lo que nadie vio fue a los militantes de la izquierda social madrileña. Apenas algunos grupos antifascistas. ¿Pero dónde estaban todos aquellos que dicen luchar contra la Europa del Capital, contra la LOU, contra la especulación y contra la represión policial? ¿Dónde estaba el Foro Social Trasatlántico, las Asambleas de Estudiantes de la CAEF, Izquierda Castellana, los okupas de Lavapiés, la Coordinadora Antifascista, Nodo50, SinDominio, UPA-Molotov, Ecologistas en Acción, los antifascistas de Prosperidad? ¿Alguien los vio? En serio, ¿alguien los vio?
Durante la semana anterior al 1 de marzo se hicieron intentos de coordinar un bloque de personas que lograra organizar y aglutinar a la gente que fuera al barrio de Malasaña. Y la respuesta fue un contundente "nos van a matar, va a ser una batalla campal, no sé si ir". Otros simplemente callaron.
Pues ni nos mataron, ni fue una batalla campal. Y la gente que superó el miedo resistió el autoritarismo en las calles de manera espontánea. Pero la Plaza del 2 de Mayo sigue ocupada por la policía y el miedo sigue ocupando las mentes de los militantes.
Y la preparación había sido más que favorable, se habían conseguido varias victorias antes del 1 de marzo: se había logrado romper el consenso impuesto por los medios acerca de la ocupación policial "antibotellón", se había logrado el apoyo de mucha gente de fuera de Madrid, se había logrado difundir la convocatoria con la "ayuda" de los medios de comunicación oficiales. Había una jornada de confrontación y la gente lo sabía. Estaba en bandeja. Sólo faltó una cosa, lo más importante y lo principal: salir a la calle.
Muchos lo hicieron, un aplauso para ellos. En Malasaña se demostró que no todos se conforman con aguantar. La disidencia fue firme. Pero muchos faltaron. Todos aquellos que se atreven a denunciar el Plan Colombia y la explotación del tercer mundo cómodamente desde Europa se quedaron en sus casas y en sus bares.
Sin salir a la calle el resto de victorias se quedan en algo virtual, inexistente, que débilmente superan nuestra imaginación.
Pues háganse a la idea, señores, de que si piensan parar la LOU y la Europa del Capital, en algún momento habrá que salir de debajo de la cama y bajar a la calle. En algún momento habrá que hacer política de confrontación.
Y tengan por seguro que todo eso no se conseguirá sin "palos".
¿Pensáis bloquear la cumbre oficial del 17 y 18 de mayo con comunicados?
Os esperamos en la próxima. Esta vez sin miedo.
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