|
4 de marzo del 2002
Manifiesto del Foro Social de Sevilla
Otro mundo es posible, otra Europa es posible
Attac Sevilla
1. Los ciudadanos y organizaciones de la ciudad de Sevilla firmantes
de este manifiesto nos declaramos a favor del justo y libre acercamiento social,
económico, político y cultural entre los pueblos y países
del mundo, dentro de los valores democráticos que defendemos y que quisiéramos
ver reforzados en el siglo XXI en todo el mundo. En ese contexto, está
la Europa social y justa que debemos construir entre todos. Nos emplazamos pues
a defender y promover una Europa solidaria, social y profundamente democrática.
Los valores de los ciudadanos de Europa deben estar por encima de los enfoques
económicos y financieros del proceso europeo en marcha, un proceso centrado
desde sus inicios en el mercado único, a través de políticas
económicas, monetarias y financieras abiertamente neoliberales, donde
prima y predomina la visión económica capitalista.
2. Estamos a favor de una redistribución de rentas y de una fiscalidad
europea común y socialmente avanzada, ante la existencia de conflictos
financieros mundiales que afectan directamente a la vida cotidiana de las personas
de este mundo. Creemos en la necesidad de crear instrumentos y mecanismos recaudatorios
para impedir la especulación y las guerras financieras, destinados básicamente
a paliar los efectos más dramáticos de la globalización
en los países del mundo.
3. Estamos a favor de abolir, condonar y hacer desaparecer la deuda externa
de los países económicamente dependientes. Necesitamos y defendemos
una economía mundial justa y solidaria frente a los abusos del capital
hacia el medio ambiente y las personas. Una nueva economía que establezca
nuevas relaciones económicas y sociales distintas a las actuales que
establece el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización
Mundial del Comercio con los países. Una economía al servicio
de los ciudadanía y de los pueblos.
4. La construcción política de Europa se escapa al control democrático
de la ciudadanía. Una de sus características es su carácter
antidemocrático. Las instituciones europeas toman decisiones sin tomar
en cuenta la opinión de los ciudadanos. Algunas de ellas ni siquiera
tienen que rendir cuentas a los gobiernos de los países miembros. La
única institución donde la ciudadanía europea tiene representación
directa es el Parlamento Europeo que apenas tiene poder real. Ante la ausencia
de una verdadera unidad de los pueblos de Europa, abogamos por una construcción
europea desde la única instancia que puede legitimarla: los ciudadanos
y de una recuperación por estos de los espacios públicos transferidos
a los poderes financieros y empresariales.
5. Estamos a favor de políticas sociales reales, y en modo alguno podemos
aceptar la actual Carta Social Europea, verdadero exponente de una Unión
Europea de mínimos sociales y democráticos inaceptables y más
que complaciente con las desregulaciones neoliberales que en materia social
se están realizando. Los contenidos de esta Carta se hallan bastante
por debajo del ordenamiento jurídico que en materia social y laboral
es recogido en la totalidad de las Constituciones de los estados miembros y
de los tratados internacionales firmados por estos, cuyos textos no se cumplen
y son insuficientes.
6. Abogamos por un pensamiento crítico, libre y democrático. No
aceptamos los principios y contenidos del pensamiento único y de su reflejo
en las políticas exterior y de inmigración, centradas en solucionar
los problemas sin establecer una verdadera política de solidaridad con
los pueblos y países del mundo.
7. El actual enfoque del mundo después de los sucesos del 11 de septiembre
y el conflicto de Afganistán ha establecido a Europa como aliada de Estados
Unidos en su afán imperialista.
Expresamos nuestra preocupación por la regresión del estado de
derecho, que con la excusa de combatir al terrorismo, ataca las libertades que
dice defender y amordaza a la sociedad civil. Para establecer una nueva Europa
y otro mundo posible hay que hacer una defensa activa de los derechos humanos
y la paz. Preconizamos una Europa que impulse el derecho internacional y una
cultura de la resolución pacífica de los conflictos.
8. Europa también se arma y elabora políticas militaristas. La
Unión Europea esta poniendo en marcha una fuerza de intervención
rápida capaz de llegar a cualquier parte del planeta, más de 100000
soldados dispuestos a desplegarse para defender los intereses de la Europa del
capital. De esta manera cada parlamento nacional tendrá que destinar
parte del presupuesto anual a aumentar los gastos militares, que irán
destinados la mayoría de ellos al desarrollo de la investigación
militar para la producción de nuevas armas, reduciéndose aún
más los fondos destinados a asuntos sociales.
9. Ante el futuro de este planeta y de los que lo habitamos, y de las nuevas
generaciones, necesitamos de una Europa más comprometida con el medio
ambiente y sus habitantes. Ante el hecho de los graves abusos que cometen los
poderes económicos a través de la política económica,
social y medioambiental europea denunciamos su reflejo en la estrategia europea
de desarrollo sostenible destinada a ser base de los que quieren convertir el
planeta y sus habitantes en un recurso más.
10. Saludamos la celebración del II Foro Social Mundial en la ciudad
de Porto Alegre, nos hacemos eco de las denuncias y alternativas allí
vertidas por centenares de movimientos sociales, sindicatos y partidos politicos
de izquierdas de todo el mundo.
Los ciudadanos de Sevilla y los movimientos sociales, culturales, educativos,
sindicales, ONGS, y partidos políticos de la ciudad de Sevilla firmamos
este manifiesto y en torno a él nos constituimos en Foro Social de Sevilla.
Por otra Europa y otro Mundo más democrático y justo, y llamamos
a nuestros convecinos y conciudadanos a participar en su construcción.