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27 de marzo del 2002
¿Otro mundo es posible?
Pedro Padilla
"Aquí, otro mundo es posible si la gente quisiera"
-- lema del II Foro Social Mundial, Porto Alegre
La llamada resistencia global se perfila hoy en día como un
intento moderno de lucha internacional por la equidad y los derechos todos de
la población excluida. Sin embargo, resulta necesario hacer un intento
de ordenamiento conceptual, axiomático y operativo de esta manifestación
social, lo cual, nos puede acercar a construir la propuesta que todos y todas
requerimos.
1.- Después de casi 27 años de la caída del modelo económico
keinesiano o proteccionista, y de la entrada en vigor de un nuevo orden económico
mundial, la geografía político-económica a variado sustantivamente.
Ya no nos encontramos frente a un mundo polarizado entre dos grandes potencias,
por el contrario, nos colocamos en el marco de la integración de
bloques económicos alrededor de todo el mundo, muestra de lo
anterior son Asia, Europa y América como claro ejemplo de la reconfiguración
que estamos sufriendo.
2.- En este marco se han homologado criterios, reglas y conceptos, por ejemplo
el término "globalización", que es un anglicismo
(globalization) originado en los espacios de discusión multinacional,
que se refiere al proceso de integración económico de los países,
es decir, a la flexibilización y caída de las restricciones de
exportación, inversión e intercambio comercial. Dicho proceso
esta estrechamente ligado al modelo económico monetarista o neoliberal,
el cual plantea la autoregulación del mercado y el adelgazamiento del
estado como principios rectores del crecimiento.
3.- Los efectos de la globalización económica neoliberal
son por todos conocidos: concentración de la riqueza, monopolio de las
inversiones, agudización de la pobreza y de la exclusión social,
debilitamiento de los estados nación y fortalecimiento de los organismos
políticos, económicos y militares multinacionales.
4.- La respuesta social ante estos efectos del modelo económico
impuesto por la ya consolidada oligarquía mundial, ha sido ascendente.
Sin embargo es importante el identificar las pistas y modalidades de acción
que han caracterizado a la denominada "resistencia global".
5.- En primero plano, podemos identificar lo que el ex mandatario mexicano Ernesto
Zedillo llamó "los globalifóbicos". En términos generales
podemos caracterizar a lo globalifóbico como una conducta colectiva de
dimensiones internacionales que sin estructura organizativa se ha venido volcando
a las calles en son de protesta hacia el modelo económico mundial, particularmente
en el marco de las sesiones de trabajo de los espacios internacionales de operación
económica, como el Foro Económico Mundial.
Las protestas globalifóbicas han tenido una presencia cada vez mayor,
y aunque no nos detendremos en el recuento multicitado que recorre de Seattle
a Barcelona, si podemos decir que las propuestas aún no habían
logrado aparecer.
6.- La primera iniciativa de carácter organizativo, se
concibió en el marco de un gobierno local de izquierda con sede en Porto
Alegre, Brasil, en 2001; dicha propuesta, radicó en establecer una acción
paralela a la sesión del Word Economic Forum. Sin embargo esta
acción ya no era de protesta, sino de propuesta. El llamado Foro Social
Mundial concentró a una cantidad importante de organizaciones y activistas
detractores del modelo económico vigente, constituyendo el primer intento
de articulación entre la disidencia internacional. El FSM contó
ya con una segunda edición en la misma ciudad en febrero de este 2002
en donde los pronunciamientos fueron aun más sólidos.
7.- Una degeneración de esta respuesta social fue propiciada
por la propia oligarquía mundial en el marco de la Conferencia Internacional:
Financiamiento para el Desarrollo realizada en Monterrey, México. Decimos
degeneración por que en el marco de la Cumbre se intento absorber la
respuesta social, "abriendo un espacio para la sociedad civil" según
señalaron los organizadores del Foro Global que sesionó previamente
al encuentro de los mandatarios de los países participantes. Esta acción
concertacionista, comprobó que ser cómplice de los dueños
del capital no conduce mas que al auto engaño, y sí acaso, a la
construcción de intereses sectarios ligados al financiamiento de unas
cuantas organizaciones.
En el caso concreto de los acontecimientos de Monterrey, es preciso señalar
que el Foro Global constituyó esta estrategia concertacionista,
la cual fue acordada entre las cúpulas del gobierno foxista, mandatado
por la ONU, y algunos dirigentes de organismos de la sociedad civil. Sin embargo
hay que resaltar los esfuerzos desorganizados pero genuinos, de la Asamblea
Social "otro mundo es posible", la cual, fue producto de un acuerdo
de la delegación mexicana que participó en el II FSM de Porto
Alegre.
Como una reflexión adicional, podemos decir que las protestas globalifóbicas
que se esperaban en Monterrey no aparecieron con la fuerza de otros momentos
por dos simples razones:
La primera de ellas es que la agenda de trabajo de la reunión de Barcelona
era de mayor trascendencia para el avance neoliberal, por lo cual los miles
de globalifóbicos optaron por concentrar su fuerza en repudiar la apertura
energética y la flexibilización laboral de los piases miembros
de la unión europea.
Un segundo elemento demostró que las movilizaciones globalifóbicas
tienen mayor fuerza en los países desarrollados donde se comparte un
eje de lucha, a diferencia de los subdesarrollados, en donde salvo algunas excepciones
se cuenta con poca experiencia en la disertación internacional, y además
se cuenta con una serie de grupos y organismos civiles que reivindican asuntos
de orden local en manifestaciones supuestamente internacionales.
Al mismo tiempo, la experiencia de Monterrey nos deja claras algunas cosas,
entre ellas:
Que la cumbre fue un buen intento de arrebatar la bandera del desarrollo social
a los sectores disidentes del neoliberalismo
Que la cumbre fue un buen intento de concertar y dividir a los actores disidentes
del neoliberalismo
Que la cumbre y su foro dejaron fuera de la discusión los asuntos relevantes
de la desigualdad mundial como la deuda externa, la carrera armamentista y el
impuesto a las inversiones especulativas.
Que el esfuerzo realizado por la Asamblea Social "otro mundo es posible" se
perfiló como el espacio natural de la resistencia global en México.
¿Otro mundo es posible?
Las perspectivas de la respuesta social internacional o de la
resistencia global, podemos concebirlas en dos escenarios: en el primero vemos
el crecimiento de la estrategia concertacionista implementada por los dueños
del capital en contubernio con algunos organismos civiles que no renuncian fácilmente
a los jugosos financiamientos internacionales. Los resultados de este primer
escenario serían, a nuestro juicio, indignos ya que la actitud de los
mandatarios fue en su mayoría, de servilismo hacia los monstruos multinacionales
(FMI, BM, OCDE Y OMC) y hacia el propio imperio norteamericano.
El otro escenario es el fortalecimiento del Foro Social Mundial, como espacio
de discusión paralelo que pueda generar propuestas sólidas que
con un soporte organizativo puedan hacerse realidad. La agenda del FSM se ha
construido con mucho trabajo y sería una pena desecharlo a cambio de
las protestas coyunturales o de las propuestas concertadas con la oligarquía
mundial.
Como es evidente nos resulta más consecuente apostar por el segundo escenario,
en virtud de que ha sido producto de un amplio proceso de verdadera resistencia,
por lo cual valdría la pena hacer algunas consideraciones con miras a
la tercer edición del Foro Social Mundial en febrero de 2003 una vez
mas con sede en Porto Alegre Brasil.
1.- La construcción de la agenda internacional social debe
emanar de procesos amplios y democráticos de reflexión y debate
en los contextos comunitario, local y regional para que puedan ser respaldados
por la comunidad social internacional. A nuestros ojos podemos señalar
para América Latina tres elementos fundamentales:
a) Condonación de la deuda externa o declaración de una moratoria
en bloque de los países deudores.
b) Construcción de un gran Fondo Internacional para el Desarrollo Social
que garantice los derechos de salud, educación, empleo, vivienda, etc.
c) Respeto irrestricto a los derechos de los pueblos originarios.
d) Resolución pacífica de los conflictos nacionales con mediación
y no con intervención internacional.
e) Integración regional económica en el marco de la equidad y
del respeto a las diferencias situacionales, ponderando la justicia social.
f) Explotación planificada y sustentable de nuestros recursos naturales.
g) Reducción del gasto militar
h) Gravar a la inversión especulativa
2.- La ratificación internacional de estos u otros puntos puede construir
un verdadero consenso que se sustente en la reflexión popular y no en
la sumisión de los mandatarios, por lo cual la agenda se puede transformar
en una propuesta unitaria de reivindicación mundial que devuelva a los
pueblos el derecho a decidir sobre su destino.
3.- Contando con esta propuesta unitaria de reivindicación mundial, se
pueden establecer líneas de acción acordes a la realidad de los
países participantes en el proceso de construcción de otro mundo,
donde impere la justicia la equidad y las libertades.
4.- Cabe señalar, por último, que las reivindicaciones globales
no tendrán ningún éxito si no se decide incidir en primer
plano en las esferas locales. Esto significa que el método de lucha glocal
no es solamente la protesta mundial, por el contrario, es el consenso global,
pero fundamentalmente la acción local.
En síntesis, sí, ¡otro mundo es posible si la gente quisiera¡