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Libia: poder popular y democracia
Por JUAN DUFFLAR AMEL
Trabajadores - Cuba
La histórica proclamación de la Jamaihiria Árabe Libia
Popular Socialista, en marzo de 1977, junto con la constitución de un
sistema político basado en los congresos y comités populares,
como expresión de democracia, se inscriben entre los acontecimientos
más relevantes en la historia de ese país.
Ambos hechos, trascendentales para el pueblo libio, fueron consecuencia directa
de la revolución de Al Fatah, iniciada el 1 de septiembre de l969 en
Sebha, conducida por el coronel Muamar El Khadafi, que derrocó al régimen
monárquico y proimperalista de Idris al Sunasi.
Los avances económicos y políticos iniciados con la caída
de la monarquía y el amplio proceso de nacionalización, adquirieron
un acelerado ritmo con la eliminación de las bases militares extranjeras,
el control de la producción petrolera y la expropiación de tierras,
entre otras medidas de carácter popular tomadas por el nuevo gobierno
revolucionario.
Junto a los acelerados proyectos de diversificación agrícola,
hidráulicos y de modernización industrial, se dio paso a una nueva
estructuración del Gobierno y del Estado con participación popular.
Al efecto, en marzo de 1977 fue celebrado en Sebha, localidad considerada la
cuna de la revolución libia, el Congreso General del Pueblo que adoptó
un nuevo nombre para el país: Jamahiria Árabe Libia Popular Socialista
y constituyó los congresos y comités Populares, como órganos
de gobierno, establecidos bajo el concepto de que "la verdadera democracia es
el poder del pueblo".
Aquel memorable acontecimiento para la nación y el pueblo libios, contó
con la presencia del líder de la Revolución cubana, el Comandante
en Jefe Fidel Castro Ruz, de visita oficial en el país.
Transcurridos 25 años de la notable transformación de las estructuras
políticas, sociales y económicas que instauraron el poder y la
democracia populares, Libia puede mostrar grandes conquistas en todas las esferas
de la vida nacional.
En el país no se reportan índices de pobreza y desempleo, los
servicios de salud y educación son gratuitos y el promedio de vida alcanza
los 75 años.
De los ingresos por concepto de la venta del crudo, se estima en 500 millones
de dólares la suma asignada a mejorar el nivel de vida de la población
a través de la subvención de alimentos y productos de primera
necesidad. En la actualidad cada libio es propietario de la casa en que habita.
En su política exterior, la Jamahiria Árabe Libia Popular Socialista
ha mantenido los postulados anticolonialistas, antimperialistas y tercer mundistas
que identificaron a la revolución desde sus inicios, caracterizada también
por los elevados principios de la solidaridad, el panarabismo y el panafricanismo.
Estas firmes posiciones le atrajeron tempranamente furibundas agresiones de
potencias imperialistas, que alcanzaron su clímax con los salvajes ataques
perpetrados por el gobierno de Estados Unidos contra Trípoli y Benghazi,
el 15 de abril de 1986, mediante la denominada Operación Cañón
del Colorado, concebida por el Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) y ordenada por el presidente Ronald Reagan, con el objetivo de eliminar
físicamente al coronel Muammar El Khadafi, Jefe de Estado libio.
No obstante, como expresó recientemente el embajador de Libia en Cuba,
Rajab Moushati, con motivo de la celebración de este aniversario: "las
ideas tienen más filo que la espada", y el pueblo libio sigue transitando
su conquistado camino de paz, bienestar y progreso social.