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23 de marzo del 2002
Entrevista radiofónica con Greg Palast
Los disturbios del FMI
Pimienta negra
Transcripción de una entrevista radiofónica con Greg Palast, periodista de la BBC y el Observer de Londres, por Alex Jones, para el Alex Jones Radio Show [Estados Unidos], lunes 4 de marzo, 2002. (Cortesía de Un Gran Oyente). Traducción del inglés: R. D.
Alex Jones: Esto es pavoroso. ¿Puede darnos detalles y decirnos qué es lo que los economistas han hecho?
Greg Palace: Bueno, le diré dos cosas. Una: hablé con el ex economista-jefe, Joe Stiglitz, quien fue despedido por el Banco (Mundial). Así que en representación de la BBC y el Guardian me pasé un buen tiempo interrogándolo. Era como una de esas escenas de Misión imposible, donde el hombre viene del otro lado y tú te pasas horas preguntándole. De modo que obtuve la comprensión exacta de lo que sucedía en el Banco Mundial. Por otra parte, no me entregó ningún informe, por lo que tuve que recurrir a otras fuentes. No quiso darme documentos internos, aunque otras personas me suministraron una cantidad enorme de documentos secretos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
AJ: Alguien lo hizo en su lugar, para que él permaneciera al margen...
GP: No. No me los quiso dar, pero yo conseguí un montón de documentos de fuentes completamente independientes.
AJ: Usted obtuvo el W1991 de la misma gente que nos lo proporcionó a nosotros...
GP: Y una de las cosas que ocurrieron es que yo debía aparecer en la CNN con el presidente del Banco Mundial, Jim Wolfensen, pero él dijo que no saldría por la CNN si aparecía yo también. De manera que la CNN hizo la cosa más estúpida del mundo y me dejó fuera.
AJ: Y ahora amenazan con el boicot total.
GP: Exacto. Lo que encontramos era esto: encontramos en estos documentos que lo que básicamente se les exigía a los países era que firmasen acuerdos secretos por los cuales aceptaban vender sus propiedades clave; por los cuales aceptaban tomar una serie de medidas económicas que en realidad son devastadoras para las naciones que se comprometen a ello, y si no estaban de acuerdo con estas medidas (había un promedio de 111 puntos que había que firmar), si no seguían estos pasos, se les cortaban todos los préstamos internacionales. Entonces usted no puede conseguir dinero en el mercado internacional. Pero nadie puede sobrevivir sin préstamos, sea una persona, una empresa o un país; sin obtener ningún dinero prestado y sin disponer de ningún crédito...
AJ: Por el pozo de la deuda creciente que han creado...
GP: Sí. Bueno, mire, una de las cosas que sucedieron es que hemos conseguido algunos ejemplos. He visto documentos confidenciales recientes sobre Argentina, el plan secreto sobre Argentina. Están firmados por Jim Wolfensen, el director del Banco Mundial. De paso, para que sepa, están muy enfadados conmigo porque he obtenido esos documentos, pero no han puesto en tela de juicio su autenticidad. Al principio, lo hicieron. Primero dijeron que estos documentos no existían. Los mostré por televisión. Y mencioné algunos en la web. Tengo copias de algunos de ellos...
AJ: ¿En GregPalast.com?
GP: Sí, GregPalast.com. Así que se retractaron y dijeron que esos documentos eran auténticos, pero que no iban a discutirlos conmigo y que de todos modos me mantendrían vetado en televisión. Así fue. Pero lo que estaban diciendo, es: Mira, tomas un país como Argentina, que, como sabe, ahora está en llamas y que ha tenido cinco presidentes en cinco semanas porque su economía está completamente destruida...
AJ: ¿No son seis ahora?
GP: Sí, algo así como un presidente por semana, puesto que no pueden mantener el país unido. Y esto ocurrió porque al final de los años 80 empezaron a cumplir las órdenes del FMI y del Banco Mundial de vender todos sus bienes, los bienes públicos. Quiero decir, cosas que no se nos ocurriría hacer en los Estados Unidos, como vender las redes de agua.
AJ: También cargan con impuestos a la gente. Crean un gobierno enorme y este gobierno se lo transfiere todo al FMI/Banco Mundial. Y cuando volvamos [de la pausa publicitaria], me gustaría que abordáramos esas cuatro partes que usted planteó tan estupendamente aquí, donde les pagan a los políticos millones en sus cuentas suizas por hacer esas transferencias.
GP: Muy bien...
AJ: Ésta es una de las historias más grandes que jamás he escuchado, señor. Disculpe. Por favor, continúe.
GP: De manera que era esto lo que ocurría, sólo una de las tantas cosas que ocurrían. Y a propósito, no había nadie que recibiera un céntimo de la venta. La red de agua de Buenos Aires se vendió por una cifra insignificante a una compañía llamada Enron. Un gasoducto que va de Argentina a Chile se vendió a una compañía llamada Enron.
AJ: Y entonces los globalizadores revientan Enron, después de transferir sus activos a otra compañía fantasma, y de este modo hacen desaparecer los detalles del robo.
GP: Lo ha entendido perfectamente. Y ya que estamos, ¿sabe usted por qué le entregaron el oleoducto a Enron? Porque recibieron una llamada telefónica de alguien llamado George W. Bush en 1988.
AJ: Increíble, señor. Permanezcan ahí [a los oyentes]. Estamos hablando con Greg Palast.
PAUSA
AJ: Estamos hablando con Greg Palast, un periodista premiado, un estadounidense que ha trabajado para la BBC, el Guardian de Londres, que ha arrojado una bomba imponente contra los globalizadores y su actividad criminal. No hay otras palabras para describirlo. A través de infowars.com [donde figura esta entrevista], usted puede enlazar con su página web, Greg.Palast.com, o con cualquiera de los otros grandes reportajes que ha publicado. Ahora está en posesión de los documentos secretos. Hemos visto la actividad del FMI/Banco Mundial durante años. Llegan, pagan a los políticos para que les entreguen las redes de agua, los ferrocarriles, las compañías telefónicas, las compañías de petróleo nacionalizadas, las gasolineras: entonces ellos se las dan por nada. Los globalizadores les pagan individualmente, millones por pieza, en cuentas bancarias suizas. Y el plan es la esclavitud total de la población entera. Desde luego, Enron, como ya hemos dicho, era una empresa fantasma para el lavado de dinero, el dinero de la droga, lo saben ustedes muy bien, por los otros periodistas que hemos tenido con nosotros. Es absolutamente increíble. Pero está sucediendo en realidad. Greg Palast ha difundido ahora la historia internacionalmente. Se ha entrevistado con el antiguo economista-jefe del Banco Mundial. Continuemos, señor, con todos estos puntos. Para la mayoría de quienes nos están escuchando, en pocas palabras, ¿cuál es el sistema que usted pone al descubierto?
GP: Lo que ponemos al descubierto es que ellos están destruyendo sistemáticamente a los países, sean Ecuador o Argentina. El problema es que algunas de estas malas ideas llegan de vuelta a los Estados Unidos. En otros términos, se les han acabado los lugares para desangrar. Y la cuestión es que lo dice el economista-jefe y no ningún otro individuo de menor nivel. Por cierto, un par de meses atrás, se le entregó el Premio Nobel de Economía. De manera que no es ningún tonto. Me contó que estuvo en países donde conversaban sobre la privatización, la venta de esas propiedades. Y sobre todo sabían, lo sabían, sabían literalmente y miraban para otro lado cuando estaba claro que los dirigentes de esos países y los ministros se embolsarían centenares de millones de dólares.
AJ: Pero no se trata siquiera de una privatización. Sencillamente se lo roban a la gente y se lo entregan al FMI y al Banco Mundial.
GP: Se lo entregan generalmente a los compinches, como el Citibank, que era muy grande y se apoderó de la mitad de los bancos argentinos. Ahí tiene a la British Petroleum apoderándose de los oleoductos de Ecuador. También mencioné a Enron, que se apoderó de las redes de agua en todas partes. Y el problema es que ellos también destruyen estas redes. Usted no puede tomar agua en Buenos Aires siquiera. Quiero decir que no es sólo una cuestión de robo. No puede abrir el grifo. Es algo más que volverse rico a expensas del público.
AJ: Y el FMI acaba de apoderarse de los Grandes Lagos. Ahora tienen el control exclusivo de la provisión de agua. Esto ha salido en el Chicago Tribune.
GP: Bueno, el problema que tenemos es..., mire, el FMI y el Banco Mundial son propiedad en un 51% del Tesoro de los Estados Unidos. Así que la cuestión que se plantea es: ¿qué conseguimos del dinero que colocamos ahí? Y lo que estamos consiguiendo, según parece, es la mutilación de varios países. Indonesia arde. El economista-jefe, Stiglitz, me dijo que había empezado a cuestionar lo que estaba ocurriendo. Ya sabe, allí donde vamos, cada país donde acabamos entrometiéndonos, destruimos su economía y terminan en llamas. Y me dijo que cuestionó todo esto y por eso lo echaron. Pero también me dijo que ellos, en cierto modo, planean los disturbios. Saben que cuando exprimen a un país y destrozan su economía, habrá disturbios en las calles. Y dicen: muy bien, éste es el disturbio del FMI. En otras palabras, al tener disturbios, usted pierde. Todo el capital se evade de su país y esto proporciona al FMI la oportunidad de imponer más condiciones.
AJ: Y esto los hace caer en una mayor desesperación. De manera que verdaderamente es una guerra económica imperial para hacer implosionar a los países, y ahora lo están haciendo aquí con Enron. Se están volviendo tan voraces..., preparan lo mismo para este país.
GP: He hablado a California justamente ayer, desde París, con los principales investigadores de Enron del Estado de California. Me contaron algunas de las jugadas que hicieron estos tipos. Nadie le presta atención. No es sólo que hayan robado violentamente a los accionistas. Se chuparon millones, miles de millones de dólares, del bolsillo público de Texas y California, especialmente.
AJ: ¿Dónde están los activos? Vea, todo el mundo dice que no quedaron activos, puesto que Enron era una corporación fantasma –así me lo han dicho los expertos–, y que transfirieron todos estos activos a otras compañías y bancos.
GP: Bueno, este asunto se ha convertido en una especie de juego de fulleros. Recordemos que en el fondo hay dinero. Según las investigaciones, en California se pagaron las facturas eléctricas infladas hasta 9 mil o 12 mil millones. Y no sé cómo van a recuperar ese dinero ahora.
AJ: Se ha descubierto que el gobernador compraba el megawatt a 137 dólares y que se lo vendía de nuevo a Enron por un dólar, y que hacía esto una y otra y otra vez.
GP: Sí, el sistema se había salido completamente de control, y estos individuos sabían exactamente lo que estaba ocurriendo. Usted tiene que entender que algunos de los sujetos que diseñaron el sistema de desregulación en California se fueron a trabajar luego para Enron. De hecho, aquí en Londres, ahora mismo los británicos tienen cierta responsabilidad. El hombre que estaba en la comisión auditora de Enron, era Lord Wakeham, y este tipo es una pieza clave, no hay ningún conflicto de intereses en el que no haya estado implicado.
AJ: Es el director de NM Rotschild.
GP: No hay nada sobre lo que no haya puesto las manos encima. Pertenece a unos cincuenta consejos de administración. Y uno de los problemas era que debía dirigir el Comité de Auditoría encargado de controlar de qué forma Enron llevaba sus libros. En realidad, le pagaban sus honorarios de consultoría por debajo de la mesa. Estuvo en el gobierno de Margaret Thatcher y es uno de los que autorizaron a Enron a entrar en Gran Bretaña y apoderarse de las centrales eléctricas, aquí, en Gran Bretaña. Y se apropiaron de una red de agua en el centro de Inglaterra. Esto es lo que este individuo aprobó, y entonces le dieron un empleo en el Consejo de Administración. Y encima de estar en el consejo, le ofrecieron un gran contrato de consultoría. De manera que ya sabe, éste es el sujeto que debía hacerse cargo del Comité de Auditoría para ver cómo Enron manejaba sus cuentas.
AJ: Bueno, también es el director de la comisión que regula los medios de comunicación.
GP: Sí, lo es. Por eso estoy metido en graves problemas, porque él me regula a mí.
AJ: Están tratando de aprobar leyes en Inglaterra, donde usted tiene un pozo de 800 años de antigüedad, o en algunos casos de 2.000 años, construido por los romanos y que está dentro de su propiedad, y dicen que tenemos que poner un contador. Usted no puede tener su propia agua.
GP: Sí, y éste es Lord Wakeham. Quiero decir que éste es el hombre de Enron. Es realmente una pieza clave. No se lo puede tocar porque, como digo, regula los medios de comunicación. Así que si usted protesta, deja caer su mano sobre su pluma.
AJ: Investiguen en NM Rotschild, encontrarán de todo ahí. Vayamos ahora a esos cuatro puntos. Quiero decir, usted consiguió esos documentos. La implosión por el Banco Mundial y el FMI, cuatro puntos, cómo arruinan a un país y destruyen los recursos de la gente.
GP: De acuerdo. Primero, usted abre los mercados de capital. Esto es, vende sus bancos locales a los bancos extranjeros. Luego establece los llamados precios basados en el mercado. Como en California, donde todo es mercado libre y usted termina recibiendo facturas por el agua –ni siquiera nos podemos imaginar vendiendo las compañías de agua en los Estados Unidos. Pero imagínese si una empresa privada como Enron se adueñase de nuestro agua. Entonces los precios subirían hasta el cielo. Luego abre sus fronteras para comerciar: mercado libre total. Y Stiglitz, quien era el economista-jefe –recuerde que él manejaba este sistema, era su hombre número uno–, dijo que era como las guerras del opio. Dijo que esto no era mercado libre; esto es mercado coercitivo. Esto es la guerra. De tal modo, están despedazando las economías.
AJ: Vea, China nos paga unos aranceles del 40%; nosotros les pagamos a ellos un 2%. Esto no es comercio libre y justo. Esto es violentar la industria de un país sobre el que los globalizadores ejercen un control total.
GP: Bueno, usted conoce Walmart –escribí un libro sobre el tema. Sólo diré que se llama La mejor democracia que el dinero puede comprar (The Best Democracy Money Can Buy) y que trata de cómo, desgraciadamente, los Estados Unidos han sido puestos en venta. El libro aparece esta semana. Pero allí cuento una historia sobre cómo Walmart tiene 700 fábricas en China. No hay casi nada en un almacén Walmart que provenga de los Estados Unidos, a pesar de todas las banderas colgadas de la pared.
AJ: Exactamente como en 1984. Tienen grandes banderas que dicen: "Cómprele a América", pero no tienen casi nada que vender. Es el doble-pensamiento de Orwell.
GP: Lo que todavía es peor es que construyen una fábrica y justo al lado está la fábrica gemela cuyo interior es una prisión. Se puede imaginar las condiciones de estos trabajadores que producen estos objetos encantadores para Walmart. Realmente es...
AJ: Y si alguien de la élite necesita hígado, sólo tiene que llamar.
GP: (Risas) Lo sé, es siniestro. Una vez hablé con un hombre, se llamaba Harry Wu, que había estado en una prisión china durante 19 años. Nadie creía sus horribles historias. Entonces consiguió entrar ahí una vez más, llevó una cámara con él y sacó fotos y dijo: éstas son las condiciones de las fábricas donde Walmart obtiene sus productos, eso es todo...
AJ: A mí me amenazaron con echarme de la TV, aquí, en Austin, cuando difundí un vídeo que mostraba a unas niñas de 4 años de edad con los pies encadenados, más delgadas que los judíos de los campos de concentración, al borde de la muerte. Y me amenzaron: si usted difunde esto de nuevo, lo arrestamos.
GP: Pues bien, el material que me entregaron es horripilante, y Stiglitz fue muy valiente al aparecer y hacer estas declaraciones. Como dije, él no me suministró los documentos. Tales documentos ratificaron todo, porque decían que eso era lo que realmente estaba ocurriendo. De verdad decían: "Firme en la línea de puntos, manifestando su acuerdo con las 111 condiciones para cada país". Y el público no tiene voz; no tiene idea de qué demonios le está sucediendo. Todos saben...
AJ: Volviendo a la privatización. Vayamos a esos cuatro puntos. Ésa es la clave. Les enviaban miles de millones a los políticos para que les cedieran todo.
GP: Sí, él lo llamó soborno, lo que significa que usted vende la compañía de agua, digamos por 5 mil millones de dólares, el 10% son 500 millones, usted se puede imaginar como funciona esto. Hablé con un senador argentino hace dos semanas. Conseguí ponerlo delante de la cámara. Dijo que después de recibir una llamada telefónica de George W. Bush en 1988 diciéndole que entregara el gasoducto de Argentina a Enron –éste es nuestro actual presidente–, ... dijo que lo que le pareció terrorífico era que Enron iba a pagar una quinta parte del precio mundial por el gas, y entonces dijo: «¿Cómo puede hacer usted semejante oferta?». Y le respondieron, no George W., sino un socio suyo en el negocio: «Bueno, si sólo les pagamos una quinta parte, esta cifra permitirá que haya un pequeño bocado para usted que irá a su cuenta bancaria en Suiza». Y así es cómo se hace.
AJ: Esto es el...
GP: Tengo la película. Este hombre es muy conservador. Conoce muy bien a la familia Bush. Fue ministro de Obras Públicas de Argentina. Y dijo, sí, recibí esa llamada telefónica. Le pregunté: «¿De George W. Bush?» Dijo que sí; en noviembre de 1988 el tipo lo llamó y le dijo que le diera el gasoducto a Enron. Ahora bien, éste es el mismo George W. Bush que dijo que no conoció a Ken Lay hasta 1994. Así que...
AJ: De manera que ahora tenemos esas audiencias por el lavado de dinero. Usted sabe que ayer estuve en Enron, en Houston, porque ahora vivo en Austin. Estábamos a algunos metros de la puerta, en la acera –lo tengo en vídeo–, cuando aparecieron unos matones y me dijeron que no podía usar mi cámara. Les dije que vinieran y me detuvieran. Quiero decir que yo les hablaba desde la acera, Greg.
GP: Yo estuve ahí en mayo, para contárselo a los británicos que nunca habían oído hablar de Enron. Y éstos son los individuos que han descubierto cómo enredar a este gobierno. En realidad, vimos algunos documentos interesantes. Un mes antes de que Bush ocupara el gobierno, Bill Clinton –supongo que para vengarse del donante más grande de Bush– eliminó a Enron del mercado de la electricidad de California. Le puso un techo a los precios que podían cobrar. No podrían cobrar más que cien veces el precio normal de la electricidad. Esto sublevó a Enron. Por lo que Ken Lay, personalmente, le escribió una carta a Dick Cheney pidiéndole que lo librase del tope de precios de Clinton. Dentro de las 48 horas siguientes de que Bush asumiera el gobierno, la Secretaría de Energía le quitó las clavijas a Enron. Ahora bien, ¿cuánto vale eso para estos tipos? Usted sabe que tiene que valer mucho. En una semana, eso compensó todos los donativos.
AJ: ¿Se da cuenta de las bombas que está soltando? Usted entrevista a esos funcionarios, ex economistas-jefes del FMI y del Banco Mundial, toda esa gente, consigue documentos, cuentas de bancos suizos en las que se les ingresa el dinero, todos estos hechos. Entonces tenemos la Segunda Parte, ¿qué hacen después que empieza la implosión?
GP: Bueno, entonces te dicen que empieces a recortar tu presupuesto. Una quinta parte de la población argentina está desocupada, y ellos te dicen que recortes los beneficios de desempleo drásticamente, que elimines los fondos de pensiones, que recortes el presupuesto educativo, o sea, cosas horribles. Ahora bien, si tú recortas la economía en medio de la recesión creada por esos tipos, te encaminas directamente a la demolición del país. Después que nos atacaran el 11 de septiembre, apareció Bush y dijo que teníamos que gastar entre 50 y 100 mil millones de dólares para salvar la economía. Nosotros no empezamos a recortar el presupuesto, empezamos a tratar de salvar esa economía. Pero ellos les dicen a esos países que tienen que recortar y recortar y recortar. ¿Y por que? Para que, de acuerdo con los documentos confidenciales, tú puedas pagarle a los bancos extranjeros. Los bancos extranjeros están cobrando de un 21% a un 70% de interés. Esto es usura. De hecho, es tan inmoral que han exigido que Argentina derogue las leyes contra la usura, porque cualquier banco sería usurero bajo la ley argentina.
AJ: Pero Greg, lo dijo usted mismo y los documentos lo muestran. Primero hacen estallar la economía para crear esa atmósfera. Crean completamente el clima que permite esto.
GP: Sí, y luego dicen: «¡Jesús!, no le podemos prestar a usted ningún dinero, excepto con estos intereses usurarios». Nosotros no permitimos que la gente cobre el 75% de interés en los Estados Unidos. Eso es usura.
AJ: Partes 3 y 4. ¿Qué hacen después de esto?
GP: Como dije, usted abre las fronteras para el comercio, éstas son las nuevas guerras del opio. Y una vez que usted ha destrozado una economía que ya no puede producir nada, una de las cosas terribles es que obligan a los países a pagar cifras monstruosas por productos tales como las drogas, las drogas legales. Y a propósito, ésta es la manera en que usted acaba en el comercio de las drogas ilegales, que es lo único que le queda para sobrevivir: vendernos cocaína y crack, y así es cómo...
AJ: Y la propia dictadura de la seguridad nacional, la CIA, ha sido cogida en el tráfico de drogas.
GP: Ya sabe, sólo estamos ayudando a nuestros aliados.
AJ: Esto es asombroso. Así que hunden a todo el mundo, destruyen sus economías y entonces compran lo que queda por céntimos. ¿Cuál es la cuarta parte del Plan del FMI y el Banco Mundial?
GP: Bueno, en la Parte 4, usted termina con el despedazamiento del gobierno.Y de este modo la Parte 4 real es el golpe de estado. Eso es lo que ellos no le dicen. Y lo estoy descubriendo ahora en Venezuela. Acabo de recibir una llamada telefónica del presidente de Venezuela.
AJ: E instalan su propio gobierno corporativo.
GP: Lo que ellos dijeron fue que ustedes tienen aquí un presidente electo y el FMI ha anunciado –escuche bien esto– que apoyaría a un gobierno de transición si el presidente fuera depuesto. No están diciendo que se van a implicar en política, sólo que van a apoyar a un gobierno de transición. Lo que efectivamente están diciendo es que financiarán un golpe de estado si los militares derrocan al actual presidente, porque el actual presidente de Venezuela le ha dicho no al FMI. El presidente les ha dicho a estos sujetos que hagan sus maletas. Ellos trajeron sus equipos y le dijeron que tenía que hacer esto y aquello. Y él dijo: «Yo no tengo que hacer nada». Dijo que lo que iba a hacer era duplicar los impuestos a las compañías petroleras, porque tenemos un montón de petróleo en Venezuela. Y voy a duplicar los impuestos de las compañías petroleras y entonces tendré todo el dinero que necesito para los programas sociales y el gobierno, y seremos un país muy rico. Bueno, tan pronto como dijo esto, ellos empezaron a promover disturbios entre los militares, y yo le digo a usted que esté atento a lo que suceda en este país: el presidente de Venezuela será depuesto en tres meses o será asesinado. No le van a permitir que suba los impuestos a las compañías petroleras.
AJ: Greg Palast, he aquí el problema. Usted lo dijo cuando atravesó esta puerta. Están hambrientos, le están haciendo eso ahora mismo a los Estados Unidos. Enron, según todas las evidencias, era un testaferro, otro señuelo, debían robar los activos y transferirlos a otras corporaciones más antiguas, entonces los hacían desaparecer y robaban los fondos de pensiones. Ahora nos dicen que cualquier día el terrorismo caerá sobre nosotros. Ocurrirá si ustedes no nos ceden sus derechos. Bush no incluyó en el gobierno secreto al Congreso ni a todos los que tienen que formar parte de él si se produce un ataque nuclear. El Washington Post: «El Congreso no fue informado del Gobierno en la Sombra». No se le comunicó al presidente de la Cámara de Representantes. Esto parece un golpe de estado. Estoy empezando a entenderlo. Haríamos mejor en difundir esto ahora, o estas criaturas ávidas seguirán avanzando.
GP: Estoy muy triste por una cosa. Difundí esta historia en los principales periódicos de Gran Bretaña. Estoy en la BBC, a pesar de Lord Wakeham. Sé que a él no le gusta que yo esté ahí. Estoy en la BBC, estoy en el principal periódico, equivalente al New York Times o a cualquier otro, y publicamos la información. Y estoy muy triste porque tenemos que tener una prensa alternativa, una red de radios alternativas y todo lo demás para divulgar la información que tiene algún sentido. Quiero decir que esta información debería estar disponible para todos los estadounidenses. Después de todo, es nuestro gobierno.
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