Internacional
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SARGENTO GARCÍA
"Mis temas son como crónicas sociales"
ritmic.com
Hijo de padre vasco y madre francesa, Bruno
García -líder de Sargento García- está convencido de que la música no tiene
ningún sentido sin la mezcla. Y no hay más que ver la suya: salsa, son, ska, rumba,
reggae y hip hop se funden ofreciéndonos un estilo original y dinámico. 'Un
Poquito Quema'o' fue el título de su primer disco, publicado en febrero de 1999
y que se convirtió en todo un éxito. Ahora, el Sargento regresa con más fuerza
que nunca y nos presenta 'Sin Fronteras', un trabajo mucho más maduro y que,
como él mismo señala, representa "la filosofía del grupo".
¿Cuándo decidiste que querías dedicarte al mundo de la música? Hace mucho
tiempo ya, tenía como 14 años, bueno 13. Empecé con la guitarra y empezamos a
dar conciertos. Pero en esa época eran grupos de rock, punk...
¿Qué recuerdos guardas de tu etapa en el grupo Ludwig Van 88, tu primer grupo
en serio? Yo aprendí todo allí porque me quedé más de diez años con ellos,
hicimos diez discos, dimos más de mil conciertos. Éramos un grupo de directo y
yo aprendí todo lo relativo a la música, los conciertos, la producción, las
discusiones con las casas discográficas...
¿Por qué lo dejaste? Bueno, era un grupo que estaba un poco enmarcado en su
época y que en un momento dado se movía un poco la cola. Necesitaba otras
inspiraciones, otras músicas. Ludwig era punky, se parecía a Escape. Era muy
divertido, pero después de 10 años de existencia tenía ganas de hacer otras
cosas.
"Si todos los García del mundo compran mi disco, puedo estar
tranquilo" ¿Por qué decidiste llamarte Sargento García? Cuando dieron la
serie de 'El Zorro' por la televisión -yo tenía unos 11 años- creo que a todos
los García de Francia se les llamaba Sargento. En esa época no me gustaba nada,
la verdad, pero después cuando busqué un nombre para hacer sound-system, dije
"Bueno, el Zorro ya va a ver quién soy yo, vamos a vengar el honor de la
familia" y como pensé que somos muchos García en el mundo, si todos
compran mi disco puedo estar tranquilo para unas cuantas generaciones.
¿Qué es la música para ti? Pues la música para mí al mismo tiempo es un arma,
al mismo tiempo es una manera de desahogarse, de olvidar los problemas. La
música tiene una energía tremenda, una fuerza increible. Tú puedes ir a un
concierto, entrar de mal humor y salir de buen humor. Puedes escuchar una
canción y ponerte a llorar o ponerte a reir. ¿Qué cosa puede hacerte lo mismo?
Pocas cosas, la verdad.
Tú la utilizas más como un medio de reivindicación o denuncia Sí, pero también
para festejar, para pasarlo bien. También es una manera de combate el hecho de
hacer la fiesta y de reivindicarlo.
"Todas las músicas son mezclas" ¿Cómo definirías tu música? Yo creo
que el título del disco nuevo, 'Sin fronteras', es lo que más caracteriza a mi
música. Es nuestra filosofía, la filosofía del grupo a nivel político también.
A nivel de humanidad también me parece importante, que es el futuro para mí. Mi
música es una combinación entre las diferentes músicas del Caribe, pero desde
París, que es una ciudad mestiza también. Allí se mezclan la influencia del
rock norteamericano, del rap y de la música africana. Y de todo eso sale una
síntesis, que es lo que hacemos nosotros.
Tú has dicho que "la mezcla es el sentido de la música", ¿no concibes
tú música sin la mezcla? Yo creo que todas las músicas son mezclas. No todas
son conscientes, pero todas vienen de una mezcla.
¿Te animarías a hacer un disco flamenco? Últimamente estoy escuchando mucho
flamenco. Tendría que estudiarlo más, pero es una cultura que no me es muy
ajena porque mi padre es español, mi abuelo es de Granada y cuando yo era
pequeño oía a mi abuelo que quería ser cantante de flamenco. Él cantaba y
escuchaba mucha música flamenca. Y mi padre es un gran aficionado a la música
flamenca. Entonces, ¿por qué no? Me interesa, no digo que un día lo vaya a
hacer, pero me interesa todo lo que es música callejera, música de raíz. Porque
las raíces suelen ser un poco las mismas.
¿Te molesta que te comparen con grupos como Mano Negra? No, porque ellos han
sido grupos interesantes. Me parece bastante positivo. Yo creo que Mano Negro
abrió puertas, sacó la música látina de lo que era música de baile del domingo,
música pachanguera sin mucho fundamento. Ellos hicieron que en Europa se
conociera lo que era más la raíz profunda de esa música. Yo pienso que sigo el
trabajo que emprendió Mano Negra.
¿Cuál es la principal diferencia entre 'Sin fronteras' y tu anterior disco? El
anterior era una reunión de diferentes épocas de Sargento García, había temas
antiguos y temas más nuevos cuando lo hicimos. Este nuevo disco se ha hecho
todo en un año, se hizo todo alrededor de esa idea de 'Sin Fronteras'. Hemos
intentado ir más allá en la mezcla, es decir, que el oyente no sepa si está
escuchando salsa o reggae. Hemos intentado trabajar más lo arreglos metales,
percusión. Yo creo que hemos progresado también a nivel de interpretación, de
musicalidad entre nosotros. Hay un trabajo colectivo muy importante.
"Mis temas son como crónicas sociales"
¿Hay algo más sobre lo que te gustaría escribir, algo que te hayas dejado en el
tintero? Sí, seguramente, pero la verdad es que los temas siguen siendo un poco
los mismos: la relación entre la gente, la guerra, el amor, la vida cotidiana de
cada uno... Mis temas son un poco como unas crónicas sociales. Después pueden
tener dos lecturas, una primera que es simplemente la historia de lo que está
pasando. Pero, la segunda lectura es un poco más universal. Una canción como
'Que Traigan la Salsa' cuenta la historia de una fiesta donde hay mucha comida,
mucha música, pero la gente del barrio no puede entrer. Eso puede ser la
crónica social de un barrio, pero también puede ser lo que está pasando hoy en
el mundo entre los países del Norte y los países del Sur.
¿Cómo ha sido el proceso de grabación del disco? Ha sido una grabación bastante
divertida porque al principio no sabíamos muy bien dónde hacerla. Podíamos ir
a muchos sitios, podíamos venir aquí a España, ir a Cuba, Latinoamérica, Inglaterra,
Estados Unidos... Y yo pensé que el mejor sitio era Francia, en un estudio que
estaba en medio de un bosque, donde no hay nada alrededor. Así todos podíamos